Historia

Plataformas olvidadas en el mar frente a Málaga

Las plataformas que pertenecían a la antigua fábrica de amoniaco, en la desembocadura del Río Guadalhorce, continúan deteriorándose y sin un responsable claro a su cargo

Las infraestructuras de la antigua fábrica de amoniaco se encuentran en la desembocadura del Guadalhorce

Las infraestructuras de la antigua fábrica de amoniaco se encuentran en la desembocadura del Guadalhorce / Pepe Ponce

Laura Rubio

Dos plataformas se asoman sobre el Mar de Alborán a la altura de la desembocadura del Río Guadalhorce. Llenas de óxido y deterioradas por el paso de los años y el agua del mar, las estructuras que antes pertenecían a la antigua fábrica de amoniaco, siguen en pie y con un futuro desconocido. 

Estas estructuras, que fueron denominadas como ‘Duques de Alba’, servían para el amarre de buques de mercancías procedentes de la fábrica de amoniaco ‘Amoniaco Español S.A’ y conocida como ‘Amonesa’. La fábrica fue constituida en 1964 hasta su cierre en 1990 por las innovaciones tecnológicas y desencuentros en la empresa. El amoniaco se transportaba a través de una tubería submarina que se extendía desde la fábrica hasta los barcos, una actividad que no sería posible realizar actualmente por la peligrosidad del material que se transportaba. 

Estructuras en deterioro

Las plataformas se encuentran enclavadas en el fondo del mar por columnas de 60 metros de profundidad y contaban con una pasarela que las unía pero ha sido destruida por el temporal del mar y el paso de los años. Estos factores que también están afectando a la infraestructura de las plataformas, cada vez más deterioradas y sin nadie a su cargo.

Ni el Puerto de Málaga, ni la Junta de Andalucía, ni el Gobierno Central parecen saber qué pasará con estas estructuras. Ercros, la empresa propietaria de las instalaciones, se lavó las manos cuando en agosto de 2022 falló el balizamiento que había en la estructura, lo que obligó al Puerto de Málaga a instalar una boya cardinal este y una linterna destelladora en la zona en la que se encuentran las infraestructuras, como responsable de la señalización marítima. No obstante, el propio pliego del concurso reconocía hace menos de un año el enorme deterioro de la estructura, que impedía acceder en condiciones de seguridad a la plataforma, por lo que la señal se puso fuera de ella. De hecho, la Autoridad Portuaria de Málaga ya avisaba que sus servicios jurídicos se encargarían de reclamar este coste a la empresa química Ercros e imponer la correspondiente sanción, en la única acción que parece que ha tomado una administración sobre esas estructuras desde que se abandonaron.

Como un náufrago, en medio del mar y sin nadie a su cargo, estos ‘duques de Alba’ seguirán en el mismo lugar en el que fueron construidos años atrás. Ninguna institución da respuesta a cuál será su futuro, por lo que será cuestión de tiempo que el mar acabe destrozando totalmente las plataformas.

¿Por qué 'Duques de Alba'?

Se denomina 'duques de Alba' a las estructuras aisladas que sirven para dar apoyo lateral y amarre a los buques. Numerosas teorías rondan el motivo de este nombre que se le ha asignado a las plataformas, todas alrededor de Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, Duque de Alba y gobernador de Países Bajos. Entre las razones se encuentra que fue él mismo quien las creo, que estos postes de amarre eran tan inflexibles como el duque e incluso que el gobernador ordenaba ejecutar a algunos de sus prisioneros atándoles a un poste clavado en el mar.

¿Qué es Ercros?

Ercros sigue siendo la propietaria nominal de las plataformas de carga de materiales situadas frente al Guadalhorce. Era la firma que gestionaba la planta de amoniaco Cros, que durante años se dedicaba a la fabricación de amono industrial. La fusión de Cros con la empresa ERT, que dio lugar a Ercros en 1987, dio lugar a un proceso de reconversión y cambio que terminó por cerrar su producción en Málaga y concentrarse en Aragón y Cataluña, donde tienen la mayoría de sus centros de producción químicos y derivados del cloro. Fuera de ese ámbito sólo mantiene una planta en Almussafes (Valencia), donde hay una amplia industria vinculada a la automoción, y un centro farmacéutico en Aranjuez.