Patrimonio

Chimenea de La Malagueta: en mal estado y sin dueño

Los vecinos denuncian desde 2011 la caída de piezas de esta chimenea de 1896, protegida por la Junta y el Ayuntamiento. Urbanismo anuncia que actuará porque el propietario es desconocido

La chimenea, la pasada semana, con la red de protección instalada por Urbanismo hace tres años.

La chimenea, la pasada semana, con la red de protección instalada por Urbanismo hace tres años. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Hacia el año 1998, un gran ángulo de metal cayó por sorpresa delante de una clínica médica, en el patio del edificio Sevillana, construido en el arranque de los años 80 del siglo pasado. 

El objeto, que podía haber causado una tragedia, no procedía de este inmueble sino de su vecino ‘más famoso’, integrado en esta promoción de la calle Maestranza,8: la chimenea de ladrillo de unos 43 metros de altura de la antigua fábrica de electricidad de La Malagueta. 

Se trata de una obra de estilo historicista neomudéjar de Eduardo Strachan Viana-Cárdenas, el autor de la calle Larios y la primera chimenea de Málaga en ser protegida por el Ayuntamiento -en 1980, gracias al interés del arqueólogo Rafael Puertas-. 

Además, con motivo de su centenario en 1996, fue inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz con carácter genérico, aparte de estar incluida en el entorno BIC de la plaza de toros. 

Algunos trozos desprendidos en 2019.

Algunos trozos desprendidos en 2019. / A.V.

Y sin embargo, tanta protección legal -en el PGOU cuenta con protección integral- no impide que, desde 2011, la comunidad de propietarios del edificio Sevillana no deje de enviar escritos a las administraciones por los continuos desprendimientos y el consiguiente deterioro de esta pieza del Patrimonio Industrial. 

«Por aquí pasan los niños, pasan los viandantes porque está dentro de la zona de paso de la comunidad. Esto es un peligro», subraya la administradora del edificio que señala el último trabajo de protección: una red instalada en junio de 2020 por la Gerencia de Urbanismo, alrededor del primer cuerpo de la chimenea, tras las denuncias del invierno de 2019, cuando La Opinión se hizo eco de la caída de varios trozos de ladrillo. 

A este respecto, el presidente de la Asociación en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial de Málaga, el profesor de Historia del Arte de la UMA, Francisco Rodríguez Marín, alertó entonces de que la chimenea presentaba «eflorescencias, desconchones, pérdida de mortero en el llameado de determinadas partes del ladrillo» así como «revoco grosero de cemento sobre las bolas de las esquinas», con importantes grietas por cierto. 

«Esta red ya lleva tres años y está pasada y la chimenea cada día está peor», indicaba la semana pasada la administradora . A su lado, un miembro de la junta directiva de la comunidad sentencia: «El problema es que la red no sirve para nada» y recuerda que tras caer la pieza de metal en el 98, a la chimenea le retiraron el «sombrerete» que la remataba. 

A este respecto, la administradora señala que al carecer de esa protección «cuando llueve el agua se mete dentro de la chimenea y eso es lo que produce la humedad de aquí abajo».

Vegetación y uno de los bolardos, con una gran grieta.

Vegetación invasiva y uno de los bolardos, con una gran grieta. / A.V.

¿Quién es el dueño?

Pero, ¿a quién compete la protección de este bien patrimonial? Como publicó este diario, en 2011 la Consejería de Cultura informó de que su dueño era la empresa Verificación Técnico-Promocional Sociedad Anónima (Vertecsa), la constructora del edificio. El problema es que Vertecsa está «en desconocido paradero» informaba a la Junta el último escrito de la comunidad, enviado a la Delegación de Cultura en mayo de este año. 

En esa misma carta, la comunidad informaba de que ante «los desprendimientos, humedades y grietas» por debajo de la red, los vecinos habían decidido reparar esa zona de la chimenea «para evitar el progresivo deterioro». La misiva finalizaba con una llamada de atención que subrayaba «una situación de riesgo que aumenta día a día», a la vez que criticaba la «pasividad de las distintas administraciones competentes». 

El pasado 23 de junio, técnicos de Cultura de la Junta realizaron una inspección y remitieron un informe técnico al edificio Sevillana que constataba «desprendimientos de material en la cornisa del primer cuerpo», presencia de vegetación e «importantes grietas» en los grandes bolardos de las esquinas, en la cornisa de la chimenea. 

Vista de la chimenea desde la calle Maestranza, pegada al edificio.

Vista de la chimenea desde la calle Maestranza, pegada al edificio. / A.V.

La Junta también informó de que el planeamiento de aplicación es el del PGOU actual y no la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía y señaló que había dado «traslado urgente» a la Gerencia de Urbanismo para que tome las medidas necesarias «para garantizar la seguridad de las personas y bienes, así como la protección y salvaguarda del Patrimonio Histórico afectado». 

De hecho, la semana pasada una portavoz municipal informó a este diario de que el Ayuntamiento adoptará primero «medidas preventivas de seguridad y después, un estudio y diagnóstico de reparación de la chimenea». El Consistorio actuará de manera subsidiaria, informó, porque no ha podido localizar al propietario de esta chimenea de casi 130 años.