Política

Tiempos de autocrítica para Vox y Sumar en Málaga

La recobrada pujanza del bipartidismo ha castigado con menos del apoyo esperado a las fuerzas situadas en los extremos, que estarán obligadas a corregir errores si se repitiesen las elecciones generales

Toni Valero, rodeado por compañeros de Sumar durante la noche electoral.

Toni Valero, rodeado por compañeros de Sumar durante la noche electoral. / L. O.

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

Entre las múltiples conclusiones arrojadas por el 23J malagueño, cunde la sensación de que se abren tiempos abocados a la autocrítica tanto para Vox como para Sumar en la provincia de Málaga. La recobrada pujanza del bipartidismo ha castigado, con menos del apoyo esperado en las urnas, a estas dos fuerzas situadas en los extremos del abanico ideológico. Las matrices malagueñas de las respectivas formaciones de Santiago Abascal y Yolanda Díaz estarán obligadas a corregir los posibles errores cometidos, si se repitiesen las elecciones generales. Aunque han conservado el número de diputados y su posición en la tabla política de esta circunscipción electoral, es considerable el reguero de votos que se han dejado por el camino en ambos casos. Al menos, les queda el consuelo de que se han quedado como estaban: Vox con dos diputados y tercera fuerza; Sumar con uno y en cuarto lugar. 

El tropiezo de Vox

En las elecciones generales de noviembre de 2019, se produjo prácticamente un empate en esta provincia entre el PP y Vox, que tuvo durante buena parte del recuento el tercer diputado. De hecho, el partido de Santiago Abascal se quedó a menos de 1.000 votos del PP, al lograr unos 162.300 votos (21,68%). Nada que ver con lo que ha sucedido esta vez.

Es más, Vox fue hace cuatro años la fuerza más votada en once municipios malagueños, entre ellos Coín, Estepona yAlhaurín de la Torre. En estas tres plazas ha caído al tercer lugar. Y no ha ganado en ninguna de las 103 localidades.

Patricia Rueda se dirige, el 23J, a otros miembros de Vox.

Patricia Rueda se dirige, el 23J, a otros miembros de Vox. / L.O.

En cambio, el PP sólo fue primera fuerza en siete y ahora lo ha sido en 47. Y la diferencia de votos entre ambos ha ascendido a la friolera de 171.000. Vox ha pasado de un empate con los populares a cosechar menos de la mitad de los 300.000 apoyos de su ‘compañero’ de bloque político.

En Málaga, el partido de Abascal ha cosechado 32.000 votos menos y ha caído cinco puntos respecto a un noviembre de 2019 en el que le benefició la debilidad ‘popular’. En esta ocasión, corría el viento a favor de la ausencia de Ciudadanos y, sin embargo, no lo ha rentabilizado. Eso sí, sus 128.965 sufragios del 23J no han empeorado los resultados de abril de 2019 sino que los han mejorado en unas 15.000 papeletas.

Al hecho de no haber cubierto todos los objetivos a nivel provincial se une que la coyuntura nacional no ha acompañado. Vox ha perdido 19 de sus 52 diputados y, encima, no ‘durmió’ tras la noche electoral con la garantía de que acompañaría al PP en el Gobierno. El desenlace deja claro que ha sido víctima del ‘voto útil’ a los populares y que no han funcionado los mensajes encaminados a amortiguarlo. La propia candidata por Málaga, Patricia Rueda, no se puso un techo en la provincia e insistió en la necesidad de recabar «la mayor fuerza posible».

La resta de Sumar

Paradójicamente, el nuevo proyecto político de Yolanda Díaz se ha quedado bastante lejos de aplicarle el verbo que conjuga su nombre a sus resultados en la provincia de Málaga. Y no sólo le ha sucedido porque no lograra cumplir el objetivo de subir a un segundo diputado. La izquierda ha conservado su único escaño malagueño, pero lo ha hecho con una respuesta en las urnas que ha mermado el granero de apoyos con el que contaba.

Aunque pueda sonar a redundancia facilona, Sumar no ha sumado en Málaga. Le ha restado sufragios a los obtenidos en noviembre de 2019, pese a que la participación ha sido mayor y a la marca que estrenaba se le presumían hechuras de revulsivo.

En esta circunscripción, el 23J le deparó 95.662 votos y un 12,22% de respaldo. Es decir, Sumar se tuvo que conformar en su estreno con una cosecha de 2.000 votos menos y con situarse casi un punto por debajo de los la anterior experiencia de las principales fuerzas situadas a la izquierda del PSOE.

En noviembre de 2019, con Unidas Podemos se lograron 97.801 votos y un 13,07%. Entonces, tales cifras ya supusieron la pérdida de uno de los dos diputados, al ceder 20.000 votos y un punto y medio, respecto a las elecciones de abril de ese año.

Además, la sangría de unos 2.000 sufragios perdidos ahora por Sumar es mucho mayor si se tiene en cuenta que, en esta ocasión, Izquierda Unidas y Podemos han integrado a fuerzas políticas que hace cuatro años compartieron al margen de ellos una lista propìa: Más País,Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz. Aquel experimento ‘errejonista’ se saldó en Málaga con 14.112 sufragios, que dividieron al electorado común. De ahí que la bajada real experimentada por Sumar en esta provincia pueda cifrarse ahora en más de 16.000 votos.

Con este dato planeando por el ambiente, y tras el aumento de 10.000 apoyos registrado en las urnas por el PSOE de Málaga, aflora la hipótesis de una fuga de electores provocada por el voto útil a la candidatura socialista.

Precisamente, la posibilidad de que la izquierda no mejorase resultados el 23J ya fue edulcorada -en las jornadas previas a los comicios nacionales- por su cabeza de lista por Málaga al Congreso de los Diputados y coordinador regional de Izquierda Unida, Toni Valero: «Para hablar en términos de fracaso o no, hay que valorar nuestra capacidad de determinar, condicionar y avanzar con un Gobierno de coalición progresista. Y, por Málaga, si hay una movilización del voto progresista, creo que saldrán dos diputados de Sumar». Esta era la respuesta de Valero cuando se le preguntaba si consideraría un fracaso que la izquierda continuase con un solo diputado por Málaga. Antepuso un resultado nacional del bloque progresista que -al igual que sucedió en 2019 y en contra de lo que vaticinaban las encuestas de este 23J- ha vuelto a sonreírle a la maltrecha y enfrentada izquierda.