Mirando atrás

Colegio de Abogados de Málaga: una biblioteca con todas las de la ley

Desde 1857, el Colegio de Abogados de Málaga cuenta con una biblioteca a disposición de los colegiados, en la que se encuentra tanto el fondo antiguo como el fondo moderno de consulta, para seguir sirviendo de forma actualizada a los letrados

Alicia López, bibliotecaria del Colegio de Abogados desde 1990, en un rincón del fondo moderno de la biblioteca.

Alicia López, bibliotecaria del Colegio de Abogados desde 1990, en un rincón del fondo moderno de la biblioteca. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

La idea partió de un amante de las leyes y de los libros como don Vicente Melitón Gómez Sancho. Fue él quien en 1857, siendo decano del Colegio de Abogados de Málaga, propuso que la institución contara con una biblioteca, para que «sirviese de fuente y consulta para todos los señores abogados que componen este ilustre Colegio».

Tan en serio se tomó la propuesta que él mismo, además de decano, se convirtió en el primer bibliotecario. Y como curiosidad, explica Alicia López Pérez, bibliotecaria del Colegio de Abogados de Málaga desde 1990 hasta el próximo 3 de agosto, que se jubila, esa primera biblioteca «fue una especie de ‘crowdfunding’, primero se acordó que cada letrado hiciera una aportación mensual, aunque luego quedaron en junta general que fuera anual; además, establecieron que cada letrado que se incorporara donara un ejemplar».

Retrato del decano fundador de la biblioteca, en la sala del fondo antiguo.

Retrato del decano fundador de la biblioteca, en la sala del fondo antiguo. / A.V.

Alicia López precisa que en aquel lejano 1857, la sede del colegio se encontraba en un local municipal en el antiguo convento de San Agustín.

Para dar ejemplo, el decano donó los primeros libros: un diccionario de lengua castellana y una colección de legislación. La donación llegó a buen puerto, como demuestra la bibliotecaria, que enseña un volumen, todavía con la firma del generoso decano. Se trata del primer tomo del ‘Teatro de la Legislación Universal de España e Indias’, impreso en Madrid en 1791.

La primera donación para la biblioteca: legislación «de España e Indias» de 1791.

La primera donación para la biblioteca: legislación «de España e Indias» de 1791. / A.V.

Es uno de los muchos volúmenes del fondo antiguo de la biblioteca del colegio, en una sala aparte en la sede del Paseo de la Farola y, por supuesto, un espacio presidido por el retrato de don Vicente Melitón Gómez Sancho, obsequio a su vez del abogado malagueño y ministro de la Gobernación con Alfonso XIII Bernabé Dávila.

En este espacio en el que el Derecho se ha convertido ya en Historia del Derecho se conservan manuales y repertorios de legislación de otros siglos pero también curiosidades como la tesis doctoral, escrita a máquina y publicada en 1967 con el título ‘El representante de comercio y la relación laboral’, de un conocido abogado malagueño que fue Premio Nacional de Poesía: Alfonso Canales.

Tesis doctoral de Alfonso Canales, de 1967.

Tesis doctoral de Alfonso Canales, de 1967. / A.V.

Hay otros volúmenes, con hermosas guardas, que esconden viejas pistas sobre las librerías y tiendas de encuadernación del pasado, como desvela una etiqueta del establecimiento de Enrique Fernández, en el 9 de Pozos Dulces, en la que el amante de las letras podía encontrar «encuadernaciones de todas clases» y «libros rayados y en blanco». 

Etiqueta del establecimiento de Enrique Fernández en Pozos Dulces.

Etiqueta del establecimiento de Enrique Fernández en Pozos Dulces. / A.V.

Y llama la atención un tratado en francés, de aires dieciochescos o de inicios del XIX, al que le faltan páginas pues no constan ni fecha, ni imprenta ni tampoco autor. No es descartable que su dueño fuera un letrado malagueño tan discreto como afrancesado porque se trata del famoso ‘Del espíritu de las leyes’ de Montesquieu.

'Del espíritu de las leyes', de Montesquieu.

'Del espíritu de las leyes', de Montesquieu. / A.V.

Como explica la bibliotecaria, también se conservan las obras más ligadas a la historia de este Ilustre Colegio de Abogados de Málaga, creado en 1776; entre otras, los libros fundacionales, los de incorporación y los libros de matrícula de letrados; estos volúmenes fueron restaurados en 2001 y digitalizados a partir de 2009.

Alicia López habla mientras el abogado malagueño Pablo Portillo ejerce de asesor jurídico en la valoración de la segunda fase de expurgo del fondo antiguo, un papel que en la primera fase, que se realizó en 2020, ejerció Pedro Pablo Merinas, por entonces diputado bibliotecario.

La biblioteca actual

El fondo moderno está muy ligado desde hace lustros a mejorar el servicio a los colegiados con continuas innovaciones. Así, como recuerda la bibliotecaria, en el 2007 comenzó un proyecto, posiblemente pionero en España, que fue el de ofrecer de forma gratuita una base jurídica de datos con jurisprudencia, legislación, formularios...

Además, un año después, en 2008 y durante un tiempo breve empezó a facilitarse el préstamo a domicilio. Lo que se mantiene desde entonces es el envío de los libros a las delegaciones provinciales del Colegio para que los recojan y allí mismo los devuelvan.

Sala de consulta en el fondo moderno de la biblioteca.

Sala de consulta en el fondo moderno de la biblioteca. / A.V.

A este respecto, desde 2013 se ampliaron los puntos de servicio a las delegaciones del Colegio y a las instalaciones con las que cuenta en la Ciudad de la Justicia, desde donde, por medio de ordenadores, se pueden consultar las bases de datos que hasta entonces sólo eran accesibles desde la sala de consultas de la biblioteca.

Por otro lado, desde 2016 disponen de un sistema de gestión bibliotecaria que permite incluir en el catálogo de la biblioteca fondos en soporte físico y soporte digital, «muchos de ellos de descarga directa, previa validación por parte de los colegiados», cuenta Alicia López.

La llegada de la pandemia también hizo que la biblioteca se adaptara a los nuevos tiempos: se pararon las compras de monografías de papel y se mantuvieron las suscripciones a revistas y bases de datos.

María Gago tomará el relevo la próxima semana como bibliotecaria del Colegio de Abogados de Málaga, tras la jubilación el próximo 3 de agosto de Alicia López, con quien aparece en la foto.

María Gago tomará el relevo la próxima semana como bibliotecaria del Colegio de Abogados de Málaga, tras la jubilación el 3 de agosto de Alicia López, con quien aparece en la foto. / A.V.

El próximo 3 de agosto, Alicia López cederá oficialmente su puesto a María Gago, la nueva bibliotecaria, que ya lleva un tiempo trabajando en la sede del Paseo de la Farola.

Como recuerda Alicia, cuando entró en el Colegio de Abogados en 1990, todavía en el Palacio de Justicia, hoy hotel Miramar, era un colegio «más familiar» y el hecho de que la sede coincidiera con los tribunales aumentaba el contacto.

Los tiempos cambiaron pero en todos estos años, resalta, la constante ha sido un trato «buenísimo y he disfrutado con el trabajo que he hecho». A Alicia López le toca ahora el merecido descanso pero la biblioteca seguirá prestando su necesario servicio. 

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