Crónicas de la ciudad

Señal de tráfico de uso interno en Los Galanes

Pese a que está prohibido circular en bici o patinete por las aceras, en algunas zonas de Málaga se toman modestas medidas para frenar los atropellos de peatones

El dibujo alerta del paso de bicicletas por la acera de la  avenida Juan Sebastián Elcano

El dibujo alerta del paso de bicicletas por la acera de la avenida Juan Sebastián Elcano / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

En septiembre de 2020, el anterior concejal de Movilidad, José del Río, presentaba la futura ordenanza del ramo que iba a prohibir a bicicletas y patinetes circular por las aceras de Málaga. En junio del año siguiente, el TSJA avaló estas ordenanzas y recordó en sus razonamientos jurídicos el riesgo que sufren los peatones cuando de media, «una bicicleta cuadruplica la velocidad del peatón». Del patinete eléctrico, ni hablamos.

Pese a que la normativa municipal es clara como el agua y al tiempo transcurrido desde su puesta en marcha, en urbanizaciones como la de la foto, frente al antiguo cuartel de la Guardia Civil de Los Galanes, siguen tomando precauciones, por si las moscas.

De hecho, han sido varios los vecinos atropellados por bicis y patinetes, así que a algún vecino previsor se le ocurrió pintar esta ‘señal de tráfico’ de uso interno, para que los peatones se aseguren de que saldrán a trabajar, a sus recados o a dar un paseo sin pasar por la casa de socorro.

Con independencia de que falten todavía muchos kilómetros de carriles bici en Málaga, esta modesta señal pintada a mano, todavía en uso por la cuenta que les trae a los vecinos, ejemplifica muy bien un problema muy arraigado en nuestra ciudad: la falta de civismo.

Quizás sea un problema de educación, cultural o ambas cosas, pero por desgracia, en nuestra ciudad hay muchas personas para las que el ir ‘a su aire’ implica cumplir solo las normas que les convienen.

En una ciudad turística y costera como esta, demasiados paisanos ejercen a diario de pícaros en muchos aspectos de la vida y sin que un mayor nivel cultural implique mayor respeto por la ley. Así, en la Ciudad del Paraíso podemos ver a abogados que en su tiempo libre pasean en bici por las aceras, pese a estar prohibido o a eminentes médicos o ingenieros sacando a pasear al perro por cualquier playa de Málaga cuando se cuentan con los dedos de una mano y sobran las playas caninas permitidas. Pese al cambio climático, aquí funciona el ‘ande yo caliente’.

En la misma línea, veremos a universitarios en patinete por las aceras; a reconocidos hosteleros incumpliendo a diario el número de mesas autorizadas para sus negocios; a seres sanos y joviales ocupando el asiento reservado a mayores y embarazadas de los autobuses o gritando a las 4 de la mañana en la calle como si acabara de marcar el Málaga.

La excusa de que somos mediterráneos no cuela. Ser respetuosos con los demás, tenerlos en cuenta y no ser unos desconsiderados debería ser una aspiración vital. Así que ojo al salir.  

Suscríbete para seguir leyendo