La Victoria sale a bendecir a los malagueños

Los malagueños se agolpan en el Patio de los Naranjos cuando llegan las 18.30 horas. Los miembros de la Real Hermandad de Santa María de la Victoria se saludan emocionados y exclaman «¡ha llegado el día!» Poco a poco van llegando los representantes de cada cofradía de la ciudad, menos una del Martes Santo, la hermandad del Rescate. Dentro de la Catedral todo está más calmado, se respira paz. Aunque los nervios florecen de vez en cuando en los detalles de última hora, todo el mundo está en su sitio, los que entran se van colocando y todo parece estar a punto de empezar. A los padres y abuelos de la hermandad se les ve preocupados con que sus hijos y sus nietos vayan de punta en blanco «la corbata, que la tienes doblada».

A su hora puntual, 19.30 horas, sale el cortejo por las puertas de la Catedral; y a trece minutos de las 20.00 horas, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se acerca martillo en mano al trono de la Virgen de la Victoria. Suenan los primeros toques de campana y la Patrona ya está sobre los hombros de sus fieles. Con paso firme avanza por la Catedral y uno de los monaguillos (que no superaría los siete años) se sale del cortejo y se escucha «alcalde, alcalde». Lleva una estampita con la Virgen de la Victoria en la mano y avanza unas tres filas hasta que de la Torre se percata. «Tome una estampita, señor alcalde, es un placer»; el niño hace que miembros de la procesión se echen a reír y que el alcalde suelte una sonrisa.

La Virgen de la Victoria es una tradición familiar para muchos, y los que son hermanos y ya no salen en la procesión, se sientan dentro del templo y comentan «qué bonita va» y miran con emoción a las generaciones siguientes. Aunque pueda parecer Semana Santa por el olor a incienso, el color de las flores delatan que el día de hoy se trata de ocho de septiembre. Rosas rosas y naranjas, margaritas, nardos, alhelíes... mucho verde y tonos pastel con alguna tonalidad morada.

En la puerta del patio de los Naranjos los hombres de trono que ocupan los varales exteriores se salen del trono para que la maniobra sea más fácil. La Patrona de Málaga, Santa María de la Victoria, sale a la calle y suenan las campanas y se oye entre la gente «¡Viva la Virgen de la Victoria!». La ciudad malagueña está de fiesta y del cielo llueven petalos que enmarcan la salida de la Patrona.

El himno de España, por parte de la Banda de Música ‘Maestro Eloy García’ de la Archicofradía de la Expiración. Al pasar la imagen mariana la banda se coloca tras el trono de la patrona. La vinculación de la hermandad con la banda de música de la Expiración se remonta a 1993. De hecho, la banda posee la medalla de la corporación.El cortejo está formado por formado por representaciones de diferentes estamentos de la ciudad: desde instituciones y asociaciones; hermandades y cofradías de Pasión y Gloria, Agrupación de Cofradías de Semana Santa; autoridades civiles y militares, entre ellas los hermanos mayores honorarios de la hermandad, Ayuntamiento de Málaga y Diputación Provincial que asisten corporativamente; clero, Cabildo Catedral y el obispo de la Diócesis, hermanos y devotos y Consejo y Junta de Gobierno de la corporación.

La hermandad está de estreno y no con pocos. las patas laterales del banco de altar de la Novena en la Catedral, diseño de Sebastián Marchante; la limpieza de la plata de los imperiales, corona y arbotantes del trono de procesión, y el cajillo y peana del trono de traslado; una nueva Cruz Alzada con Manguilla y una pareja de ciriales. La Cruz ha sido donada por una hermana y está inspirada en el Cristo de la Misericordia de Granada. Cruz de taracea. La imagen del Señor ha sido restaurada por los talleres de Enrique Salvo Rabasco. Los ciriales han sido diseñados y confeccionados por Orfebrería Montenegro, a juego con la Cruz Alzada.

Este año el recorrido ha variado en comparación al año anterior debido a las obras de la calle Álamos y la plaza de la Merced. La pequeña diferencia es que en lugar del lateral sur de la plaza de la Merced, el cortejo, tras su paso por calle Madre de Dios, transita por el lateral oeste y continua por el lateral norte de la plaza hasta llegar desde allí a la calle Victoria. Las calles de Málaga están repletas de su gente y de turistas de todas las edades. En calle Larios sobresalen remos de madera y se ven pies descalzos; y es que la hermandad de la Virgen del Carmen de Huelin está esperando a la Patrona vestidos de marengos.