Entrevista | Ángel Asenjo Arquitecto

«Las torres de Martiricos, que casi nadie alaba, son consecuencia de una mala planificación»

Su estudio cumplirá medio siglo en un par de años aunque asegura que conserva «la ilusión del primer día», la misma que lo mantiene aún lejos de su jubilación

Sobre la situación del urbanismo, critica la dilación a la que la administración somete los proyectos debido a trámites burocráticos «infinitos» que, en su opinión, «no están justificados»: «Quizá falte organización y una mayor mentalidad de servicio público»

«La Torre del Puerto es un error desde el principio, habría que situarla en la parcela donde se plantea el auditorio»

«Me gustaría hacer la ampliación del Palacio de Ferias»

Ángel Asenjo, junto a la maqueta del edificio Horizonte.

Ángel Asenjo, junto a la maqueta del edificio Horizonte. / Álex Zea

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Ángel Asenjo, uno de los nombres propios del urbanismo malagueño, recibe a La Opinión en su estudio, ubicado en el impresionante edificio vértice que él mismo diseño y que se construyó a finales de los setenta. Sus manos diseñaron edificaciones icónicas como el Palacio de Ferias y Congresos o el Centro Comercial Rosaleda, y está detrás del desarrollo urbanístico de la ciudad, desde los barrios más antiguos a los más recientes, como son Huelin y Teatinos.

En un par de años su estudio cumplirá 50 años. ¿Alguna vez piensa en ello?

Lo que pienso es que se ha pasado el tiempo volando. Yo pensaba que me iba a aburrir y que me retiraría y conservo la ilusión del primer día. No me creo que sean 50 años, no tengo conciencia del tiempo y tampoco tengo conciencia de cuándo voy a dejar de trabajar porque me siento muy bien.

A menudo se repite que la ciudad está de moda y también se ha hablado de la posibilidad de que Málaga muera de éxito.

Creo que tanto hablar como que Málaga está de moda, como que pueda morir de éxito, son dos frivolidades. Hay que hablar de una ciudad que está en constante crecimiento y que no se puede sentir satisfecha. No podemos pensar en que ya está todo hecho, hay que ser serios.

Con la llegada de grandes firmas tecnológicas, con lo que supone eso de empleados que se vienen aquí, los teletrabajadores, nómadas digitales que buscan venirse a Málaga por las condiciones que tiene, ¿la ciudad está preparada?

Una ciudad en crecimiento tiene que generar nuevos servicios, nuevos suelos, más viviendas, y hay que tener la visión de hacerlo y de saber que hay que hacerlo a corto plazo para no romper esa dinámica de crecimiento. Hoy día las ciudades crecen o se quedan anquilosadas. A algunos no les gusta ese planteamiento y les gustaría que Málaga fuera un coto cerrado, que no creciera más, pero yo creo que es un error. Tenemos que crecer y lo que hace falta es una administración más ágil, hace falta personas que creen unas directrices de la ciudad claras, que sean realmente ciertas y respondan a las problemáticas que existen. A hora mismo nos encontramos con unas trabas burocráticas y tramitaciones que no tienen ninguna justificación.

Usted es especialmente crítico con la Gerencia de Urbanismo. ¿Qué pasa en Urbanismo?

En Urbanismo y con la Administración en general. Yo creo que hay, y lo digo así, muy buenos profesionales, lo que pasa es que quizás falte organización y falten objetivos. Y falte el generar una mayor mentalidad de servicio público y de saber que tiene que atender a ciudadanos, y no hacer unos trámites burocráticos infinitos que muchas veces, en la mayor parte, no están justificados.

Hemos hablado de que Málaga se tiene que seguir expandiendo y ya no se habla solo de la capital sino de su área metropolitana. ¿Es asumible que un malagueño tenga que irse a vivir a municipios limítrofes porque en la capital lo tiene complicado?

Yo creo que el tema no es tan excluyente, sino como un proceso casi normal. Tiene que ser en un proceso de renovación urbana profundo y se cree una ciudad compacta, mixta, donde haya uso diverso. Málaga tiene que crecer hacia el norte, hacia el oeste y hacia el este, lo poco que pueda, porque es una zona más montañosa y más difícil. Y luego estar en la metropolitana como continuidad desde la ciudad. Y hay muchos ciudadanos que les sigue gustando más vivir en la metropolitana, porque es una vida más serena, menos tensa, con menos ruido. Y otras veces por obligación, qué duda cabe, normalmente hay unos costes más bajos.

Vistas de una de las torres de Martiricos.

Vistas de una de las torres de Martiricos. / AIM.

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Hablamos de construcción en altura. Martiricos es uno de los primeros referentes y ha creado cierto rechazo. ¿Quizás no es una cuestión de altura sino de planificación?

Yo, por ejemplo, creo que esa promoción está mal planificada. Martiricos era muy grande y no tiene sentido que se aprobaran dos torres unidas y luego que se aprobara un proyecto de torres que no son torres. Es decir, el ancho es igual que el alto, eso no es una torre. Entonces, yo creo que no se ha desarrollado con acierto, se podría haber hecho tres o cuatro torres más esbeltas, se podría haber ocupado de forma más lineal el espacio de Martiricos, se podrían haber hecho otras cosas. Y yo creo que las torres Martiricos, que a todo el mundo sorprende, y casi nadie alaba, es consecuencia de una mala planificación y con unos volúmenes determinados que se han desarrollado, desde mi punto de vista,mal.

En cualquier caso, ¿la construcción en altura es ahora mismo el futuro?

Es que la construcción en altura puede ser muy buena. Se trata de que haya buenos urbanistas, buenos arquitectos y que sean capaces de hacer las cosas bien.

Otro proyecto de construcción en altura muy relevante, la Torre del Puerto.

Yo creo que este proyecto es un error desde el principio. Desde el punto de vista paisajístico va a afectar a la ciudad, la va a determinar con un edificio que tampoco tiene unas características especiales. Y se ha debatido en la Academia de Bellas Artes la idea que hemos manifestado también a las autoridades competentes de por qué no se traslada la Torre del Puerto a la desembocadura del río Guadalmedina, a la parcela donde actualmente se plantea hacer el auditorio, situándolo justo junto al lado de la marina deportiva que se ha aprobado. En una zona que es más terciaria, donde está la Gerencia, donde está el hotel Ilunion, donde se va a hacer el otro edificio de oficina y donde está el AVE muy cerca. El planteamiento es llevar ahí [Dique de Levante] el auditorio. Ganaría el frente litoral de Málaga con ese intercambio de equipamiento. ¿Que se perderían un par de años? La ciudad es a más largo plazo y no importan dos años. Es cierto que tampoco planteamos lesionar los intereses de nadie pero ese proyecto sería mucho más interesante.

Siguiendo en el Puerto, en Muelle Heredia usted ya pensó para ese espacio una «city», con hasta 15 edificios para oficinas, que al final parece que ha quedado en un cajón.

Sí, ese proyecto está un poco adormecido, pero tengo la confianza de que los responsables de esta ciudad lo volverán a valorar. Yo creo que es el proyecto más importante que hay en Málaga a corto y medio plazo. Málaga tiene un déficit de oficinas tremendo, y desarrollar la idea, que la haga quien la haga, de un conjunto terciario de oficinas del orden de 150.000 metros, más o menos, de techo edificable en el Muelle 4. Crearía una componente más de la economía de la ciudad de Málaga que aparte del tema museístico, cultural, de restauración, crearía un potente foco terciario de oficinas. Además, posibilitaría hacer el gran aparcamiento de la ciudad, donde realmente todo el tráfico de la periferia podría tener una posibilidad de aparcar en ese punto y luego disfrutar de la ciudad de forma peatonal. Hay que plantearse ese problema, porque se va a hacer una intermodal en el aparcamiento de la Marina, que tiene vocación de desaparecer, y pensar que en el centro histórico no va a haber ningún aparcamiento con capacidad para resolver los tráficos que puedan venir y es un error absoluto.

Ángel Asenjo, arquitecto.

Ángel Asenjo, arquitecto. / Álex Zea

Eso supondría una modificación del Plan Especial del Puerto, que ya hemos visto que con la torre no está siendo fácil. ¿Hay esperanza de que este proyecto se pueda retomar?

Hombre, yo creo que la falta de agilidad en la tramitación no tiene justificación. Un proyecto de esta naturaleza se podía tramitar en un año perfectamente. Lo que pasa es que a lo mejor tiene que haber cambios en los procedimientos, tiene que implantarse mucho más la declaración responsable, tiene que haber una simplificación de trámites administrativos innecesarios. Se han hecho muy mal las cosas, en el futuro hay que hacerlas mejor.

Usted ha sido el padre del Palacio de Ferias y Congresos. ¿Habría que empezar por su ampliación o por el auditorio?

El Palacio de Ferias requiere una ampliación, requiere una sala para acoger a 2.500 congresistas y otros usos complementarios. Es un desafío que tiene la ciudad que tiene que hacer y el auditorio es otro. Y no lo dejaría solo en auditorio, lo dejaría también en un Palacio de Festivales. Málaga tiene un festival de cine importantísimo y no tiene ubicación. Y a mí me preguntan también si me gustaría hacer la ampliación del Palacio de Ferias y yo digo que sí, porque las ampliaciones de los edificios que han sido relevantes, si el arquitecto vive, se le encarga normalmente.

En el mandato anterior se anunció la intención de crear un Wizink Center muy cerca. ¿Cómo lo ve?

Se planteó en el terreno de la feria y como algo compatible con la feria. A mí me parece que eso es una aberración, no tiene sentido. Ya el plan general de 2010 planteaba un nuevo espacio para ubicar la feria en el entorno del Arroyo Campanillas. Y al igual que en Madrid el Palacio de Ferias y Congresos generó unas actividades terciarias, hoteleras, oficinas alrededor de Ifema, el Palacio de Ferias en Málaga puede hacer un efecto parecido. Yo la feria la he conocido en cinco sitios distintos, es un espacio de utilidad mínima que puede ser trasladado a otros sitios porque la presión del desarrollo urbano lo va desplazando y no pasa nada. Lo que pasa es que políticamente a veces se tiene mucho temor a que puedan haber efectos negativos pero creo que las propias peñas tienen que entender que la ciudad tiene que crecer y hay que ser solidario con las cosas que son buenas para la ciudad.

Hablando de traslados, los incendios de Murcia han generado inquietud entre los vecinos del Centro. ¿Las discotecas deberían que trasladarse fuera del centro histórico?

Creo que es la tendencia. No que fueran una nave aislada en un polígono industrial aislado. Sino hacerlo bien y probablemente sacarlo del centro histórico, tiene demasiado ruido. Tenemos también que ser cuidadosos con el Centro, que se pueda vivir bien y se pueda recuperar la residencia. La juventud necesita la diversióny se deben crear espacios específicos.

Usted fue muy crítico con la llega del metro a la Alameda. ¿Qué le parece?

Sí. Si esa terminal se hace en la plaza de Manuel Alcántara, hubiera resultado el mismo efecto. El tema de entrar en la Alameda es lo que nunca he visto. Debía haber seguido hasta Torrijos. Se ha quedado hoy en un sitio extraño.

Su ampliación al Civil ha reavivado la extensión de la línea hasta El Palo o el Rincón, aunque se habla también del PTA y Ciudad Jardín. ¿Hacia dónde cree que debería ir?

El mismo presidente del PTA ha dicho que preferiría el tren de cercanías que el metro, no lo sé. El tema es cierto que al parque tecnológico hay que llegar, hay que llegar de una forma u otra porque el flujo, y para bien de todo, el parque ha crecido mucho y tiene vocación de seguir creciendo. Y entonces resolver ese problema de tráfico respecto al parque tecnológico es muy importante, es muy importante. Y de una forma u otra hay que resolverlo. Es casi más prioritario que el del Este.

Sobre el Guadalmedina, el alcalde sigue enrocado en sus puentes plaza. ¿Qué opina?

Hay que ordenarlo, desviar en lo posible las avenidas de agua hacia otros arroyos y otros ríos y que la avenida de agua del Guadalmedina fuera más moderada y entonces hacer una plantación de árboles sólidos que aguantan una avenida de agua.

¿Renaturalizar más que embovedar?

No, no, renaturalizar. Hoy día lo de embovedar... pero hacer los puentes plazas, a lo mejor está bien, no lo sé.

No se llegó a presentar al concurso de la Fundación Ciedes.

Sí, no recuerdo bien, quizá me cogió en un momento con mucho trabajo. Y también me pareció extraña la convocatoria. ¿Cómo la autoridad de aguas no participaba en el concurso para nada y una entidad municipal que no tiene competencia es la que convoca el concurso?

Una imagen del futuro complejo de oficinas en el Cortijo Jurado.

Una imagen del futuro complejo de oficinas en el Cortijo Jurado. / L. O.

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Sobre uno de sus proyectos más recientes, la reforma del Cortijo Jurado para oficinas. ¿Cree usted en lo paranormal?

Yo no creo en lo paranormal. Yo hice el edificio Villa Trini, llamada «la casa de los fantasmas» y era un tema estructural de una estructura mixta. Es decir, ahí debe haber ventilaciones cruzadas que generarán algún...

¿Una psicofonía?

Una psicofonía [risas] y es toda la historia que hay ahí. Entonces, en torno al cortijo, que lo vamos a rehabilitar, y entraré sin miedo a que los fantasmas me coman, vamos a hacer con el Grupo Sinerba de Bilba un conjunto de oficinas que me hace mucha ilusión. Mi apuesta es porque fuera una arquitectura moderna, aunque en la gerencia, un poco reaccionariamente, se han echado la mano a la cabeza.

Por último, ¿un fallo y un acierto urbanístico de la ciudad?

Como acierto de la ciudad en los últimos 50 años, indudablemente fue la aprobación del Plan General del 83, fue la llave para abrir la ciudad. De las cosas consolidadas, alguna que se podría haber hecho mejor, creo que ese miedo a las alturas se tuvo, por ejemplo, en el paseo marítimo de Poniente. No hubiera pasado nada si en vez de seis plantas hubiera habido doce, tendría más población, sería más potente y estaría más consolidado.

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