Crónicas de la ciudad

El bulo de un segundo faro para el Puerto

Los documentos oficiales desmienten la 'imperiosa' necesidad técnica de otro faro. El rascacielos catarí será la causa de este dispendio de dinero público y de la jubilación forzosa de La Farola

La Farola, Bien de Interés Cultural

La Farola, Bien de Interés Cultural / Álex Zea

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Como antes se coge a un cargo público que a un cojo, basta con echar mano de un informe de cinco páginas de hace dos años, del 28 de mayo de 2021, para desmentir la leyenda urbana, el creciente bulo de que el Puerto de Málaga necesita de manera 'imperiosa' un segundo faro.

El motivo, detalla la ‘leyenda artúrica’, sería que las instalaciones portuarias, al haber crecido tanto, habrían dejado a La Farola bien atrás así que el bicentenario monumento apenas podría cumplir ya su principal función: hacer bien visible su señal marítima.

El documento, del Ministerio de Transportes, en concreto de Puertos del Estado, dado a conocer en su día, contiene tres palabras que dejan a los pies de los caballos a los propagadores de este bulo, sea cual sea su escalafón en el potente lobby que considera que Málaga entrará en la modernidad con el rascacielos del Puerto y que los beneficios (económicos) bien valen el sacrificio de prolongar La Malagueta y destrozar aún más la imagen de la ciudad.

El informe de Puertos del Estado nace de la consulta de nuestra Autoridad Portuaria sobre la ‘posible afección’ del hotel rascacielos sobre La Farola.

En ese documento puede leerse textualmente: «La Autoridad Portuaria considera que la posible construcción del mencionado hotel afectaría a la señal del faro, tanto diurna como nocturna, por lo que propone la construcción de un nuevo faro en el tramo final del dique de Levante». El Ministerio de Transportes dixit, no la plataforma ciudadana que se opone a la tropelía.

Propuesta de la Autoridad Portuaria en el informe de Puertos del Estado de 2021, Ministerio de Transportes.

Propuesta de la Autoridad Portuaria en el informe de Puertos del Estado de 2021, Ministerio de Transportes. / L.O.

Como saben, «por lo que» denota causa. El informe deja claro, en boca de la propia Autoridad Portuaria, que el mamotreto será la causa de la inmerecida jubilación forzosa de La Farola y de la construcción de un nuevo faro que, como esta semana informaba La Opinión, costará cerca de un millón de euros.

A esta inmoralidad administrativa se refería hace unos días Icomos en su cuarto pronunciamiento contra el misil catarí, cuando deploraba que el segundo faro supondrá gastar dinero público para hacer posible una inversión privada en suelo público. ¿Quién da más?

Como alguna vez hemos recordado en esta sección, el profesor de la UMA Francisco Rodríguez Marín, uno de los promotores de la declaración de BIC de La Farola, informaba en enero de que el haz de luz del bicentenario faro de Málaga se aprecia en el mar desde un radio de ¡46,3 kilómetros! y que lo único que impedirá que La Farola funcione otros 200 años será la alargada sombra de Catar. El Ministerio de Transportes no lo ve muy distinto.

Como diría un asesor de Bill Clinton: «Es el fondo inversor catarí, estúpido». Menos bulos.