Crónicas de la ciudad

La iglesia que volverá a desaparecer de la vista en La Trinidad

Dos bloques de viviendas volverán a ocultar la preciosa iglesia de la Santísima Trinidad de la calle Velarde por la falta de reflejos y sensibilidad de nuestro Consistorio

La imponente iglesia, desde el solar de calle Velarde esta semana.

La imponente iglesia, desde el solar de calle Velarde esta semana. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Hace aproximadamente veinte años, se formaba un solar en la calle Velarde, a espaldas de la castigadísima -por eternamente vandalizada- parroquia de la Santísima Trinidad y el no menos castigado Monasterio de Nuestra Señora de la Paz.

Pese a una veteranía de cerca de dos décadas, la parcelano aparece en el último listado del Registro Municipal de Solares y Edificaciones Ruinosas de este mismo mes de diciembre. Como Houdini, ha sabido pasar desaparecibida para nuestros responsables y eso que durante años fue una auténtica selva inhóspita a pesar de su escaso tamaño. Sin embargo, habría sido capaz , por la profusión de su follaje, de esconder al explorador David Linvigstone durante años. 

La extensión selvática no sólo acogía plantas dignas del África tropical -o más bien de la China ‘solariega’ como el ailanto-, también gatos y los muebles más variados, lanzados al solar por homínidos de identidad desconocida y gran fuerza bruta. 

En suma, se había convertido en un desvarío parcelario. No obstante nos regaló en estos veinte años unas vistas inéditas (y muy hermosas) de la parte trasera de la imponente Parroquia de la Santísima Trinidad, un imueble que cuenta con una fachada por la Calzada de la Trinidad demasiado escondida, al encontrarse al fondo de su famosa plazuela del Compás de la Trinidad

Otra vista del solar de calle Velarde, con la iglesia detrás.

Otra vista del solar de calle Velarde, con la iglesia detrás. / A.V.

Emulando la jerga neofrancesa de nuestros cargos públicos, el solar permitía «poner en valor» esta iglesia de XIX tan poco conocida por los malagueños y sacarle mucho más partido. Todo el entorno ha ganado enteros con estas preciosas vistas monumentales.

Sin embargo, en los últimos tiempos hemos visto cómo un viejo pero digno edificio justo al lado del solar ha sido demolido: el que lindaba con la pequeña calle Pedro Marcolain. En suma, el solar ha extendido sus dominios y ahora el cartel de una promotora anuncia dos próximos bloques de pisos. 

Cierto que hablarle a nuestro Ayuntamiento de vistas, paisaje y realce del patrimonio es como hablarle de elecciones libres a Daniel Ortega pero no me negarán ustedes que la ciudad habría ganado muchos enteros y en especial, el barrio de La Trinidad con un Consistorio más rápido de reflejos y con más sensibilidad. 

Porque, con una permuta de por medio con la promotora, el solar podía convertirse en jardincito, la pared medianera en jardín vertical o en mural artístico y así preservar las vistas de la iglesia, en lugar de volver a encajonarla de por vida. 

¿Qué creen que pasará en el pujante Salón Inmobiliario en el que vivimos? Pues entonces vayan despidiéndose de la iglesia.

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