Infraestructuras

El Guadalmedina vuelve al debate político por Navidad

Tras las obras de reforestación de la Junta, el Ayuntamiento insiste en embovedar el río y la oposición socialista lo acusa de «querer alicatarlo en lugar de apostar por la renaturalización»

Juanma Moreno y Paco de la Torre visitan, el pasado lunes, las obras realizadas en el Guadalmedina.

Juanma Moreno y Paco de la Torre visitan, el pasado lunes, las obras realizadas en el Guadalmedina. / Álex Zea

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

Si existiese en Málaga un ranking de los proyectos que han derramado tinta durante varias décadas, sin que se vean resultados, el de la integración en la ciudad del río Guadalmedina estaría en el primer puesto. Sus idas y venidas al debate político han sido constantes con los tres últimos alcaldes: Pedro Aparicio, Celia Villalobos y el actual, Paco de la Torre. Estos días, el futuro del río que parte a Málaga en dos ha regresado nuevamente a la oratoria de los representantes públicos, con el oportunismo que amplificaba cierto anuncio televisivo: «Por Navidad». Para que irrumpa esta asignatura pendiente en un primer plano, ha servido de detonante la reciente visita del presidente de la Junta, Juanma Moreno, quien puso el foco sobre «el pulmón verde» para pasear por sus márgenes con el que ha empezado a ser revitalizado.

El pasado lunes, Moreno inauguró oficialmente el nuevo parque fluvial en su entorno -desde el puente de Armiñán hasta la Presa del Limonero- y las obras de reforestación de su cauce que se han llevado a cabo los dos últimos años. En verdad, los trabajos se dieron por finalizados en verano y el Gobierno andaluz los ha puesto en el escaparate en estas fechas, para lanzar el mensaje de que ya ha ejecutado su parte e insistir en la necesidad de «acercar el río a la ciudad». 

A partir de este momento, el Ayuntamiento de Málaga estaría ante el horizonte más complejo. Y, de hecho, aún no se ha terminado de definir la solución que se le dará al tramo del que le corresponde hacerse cargo: el comprendido en dirección hacia el mar entre el Puente de Armiñán y la desembocadura del río.

Ambas administraciones, la local y la autonómica, anunciaron en enero de 2022 un acuerdo para dividir esfuerzos y asumir al alimón una aspiración histórica como la transformación de su cauce.

Precisamente, al elogiar los recientes trabajos autonómicos en el acto de Juanma Moreno, el alcalde Paco de la Torre retornó a sus planteamientos pendientes y reiteró que es partidario de embovedar el Guadalmedina, que es un páramo a su paso por el centro. «Es bueno que la ciudad no quede constreñida, que respire», insistió como ya hizo unos meses antes el regidor de la capital malagueña, para retomar una propuesta que no ha pasado por alto la oposición.

Moción socialista

Sin ir más lejos, el PSOE presentará en el Pleno del Ayuntamiento de Málaga de este jueves una moción en la dirección contraria. El portavoz socialista, Dani Pérez, defendió que «el futuro del río Guadalmedina pasa por un caudal renaturalizado, que respeta a la fauna y flora autóctonas, en vez de embovedarlo como plantea Paco de la Torre». 

Dani Pérez presenta la moción sobre el Guadalmedina, con Begoña Medina y Mariano Ruiz.

Dani Pérez presenta la moción sobre el Guadalmedina, con Begoña Medina y Mariano Ruiz. / L. O.

«En sus 28 años de gobierno, el PP no ha hecho nada con el Guadalmedina y ahora quiere echarle cemento con un proyecto de embovedado que costará más de 200 millones de euros, mientras que los socialistas proponemos la renaturalización del caudal con un coste económico simbólico y unirlo a una Alameda Principal completamente peatonal», expuso Pérez.

En opinión del portavoz del PSOE, «el alcalde ha pasado de la ciudad sostenible que promovía de cara a la Expo 2027 a querer alicatar un río entero». «Esto demuestra claramente que De la Torre no tiene modelo de ciudad», apuntó Pérez para ahondar en el enésimo frente abierto por este proyecto, condenado a una presencia ‘guadianesca’ entre las prioridades de la opinión pública.