Economía

El ahorro de los malagueños en el banco resiste en nivel máximo por el repunte en 2023 del plazo fijo

El volumen en depósitos ha subido un 36% con la pandemia y roza los 34.000 millones

Familias y empresas reducen fondos por la inflación y los tipos pero la vez elevan la apuesta por el ahorro retribuido

Una vista aérea de Málaga capital.

Una vista aérea de Málaga capital. / Álex Zea

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

El sector privado malagueño continúa acumulando cifras récord de ahorro en lo que se refiere a depósitos bancarios, pese a que elementos como la alta inflación o la subida de las hipotecas hacen presagiar a los expertos que esos fondos, que crecieron mucho durante la pandemia, se reducirán próximamente de forma natural ante la necesidad de las familias de tirar de ellos. El saldo que las familias y empresas de la provincia tienen ingresados presenta a septiembre de 2023 un nuevo techo histórico de 33.981 millones de euros, según las últimas cifras publicadas estos días por el Banco de España. Las cifras superan en un 36,7% a las de marzo de 2020, cuando estalló la crisis del Covid. El aumento, en números reales, ha sido de más de 9.100 millones desde entonces.

Y es que el estallido de la pandemia abrió hace ahora tres años y medio una época en la que, de inicio, la declaración del estado de alarma congeló buena parte del consumo (sobre todo el vinculado al ocio) y mantuvo en los meses siguiente al sector privado en posiciones de gasto muy prudentes. Todo eso motivó que el volumen de dinero que familias y pymes tenían ingresado aumentara de forma muy significativa.

No obstante, y aunque el total de los depósitos sigue en niveles máximos, 2023 sí ha empezado ya a mostrar una tendencia diferente. Los depósitos a la vista (aquellos donde se puede retirar una parte o la totalidad de los fondos en cualquier momento), que llegaron a alcanzar un pico de 31.000 millones, han bajado un 5% y se quedan ahora en 29.761.

Ese descenso se ha visto amortiguado por el enorme incremento de los depósitos a plazos (donde se deposita un dinero por un período de tiempo establecido y con una rentabilidad pactada de antemano); en el último año el volumen se ha triplicado y se coloca ya en 4.129 millones.

La dinámica en estos movimientos de empresas y hogares se explica por varias razones: en primer lugar, los depósitos a la vista bajan por el uso que se ha realizado del ahorro para mantener el poder adquisitivo (en el caso de las familias) o las necesidades diarias (en el de las empresas) ante la espiral alcista de precios. También hay un repunte de la amortización de préstamos: el incremento del ahorro ha servido para devolver préstamos de manera anticipada y, de alguna manera, amortiguar el impacto de la subida del Euríbor sobre sus costes financieros, según viene comentado en sus estudios la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas).

Con respecto a los depósitos a plazo fijo, la espectacular subida del último año obedece, sin duda, a que los hogares (y las empresas) siguen buscando la fórmula que les proporcione un extra de rentabilidad por el dinero que tienen parado en la cuenta del banco, aunque en realidad sean sólo los que más fondos acumulan quienes reciben las mejores ofertas por parte de los bancos.

Algunas entidades están poniendo ya en el mercado intereses de entre un 2% y un 3%. Según el Banco de España, el interés que los bancos ofrecen por los depósitos a un año ha aumentado del 0,5% de finales de 2022 al entorno del 2,5% el tramo final de 2023. Las rentabilidades son aún inferiores a lo que un ahorrador puede conseguir con las letras del Tesoro (por encima del 3,5%) pero sí son los suficientemente atractivas como para que familias y empresas estén apostando por estos depósitos.

Equilibrio créditos-depósitos

En todo caso, el aumento del ahorro habla de una economía «más saludable», según el Colegio de Economistas de Málaga. Por ejemplo, la proporción entre créditos y depósitos ofrece ya en Málaga una relación equilibrada, al contrario de lo que sucedía en otras épocas. El sector privado adeuda ahora mismo a los bancos en préstamos 33.467 millones de euros, es decir, menos de lo que tiene ahorrado en depósitos. La ratio es completamente opuesta a la de 2008, año del estallido de la gran crisis económica, cuando se manejaban 47.500 millones en créditos, lo que suponía un 135% más de los apenas 20.000 millones que se tenían ahorrados por aquel entonces. El cambio obedece a que, por un lado, el sector privado se ha «desapalancado» (ha reducido deuda) y, por otro, a que el ahorro en depósitos ha crecido.

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El Banco de España comentaba hace unos meses que el ahorro extra acumulado por los hogares españoles desde el estallido de la pandemia asciende a unos 100.000 millones. El regulador sugiere que esto podría incentivar a los hogares a destinar una mayor proporción a la amortización de préstamos hipotecarios, después de la escalada del Euríbor.

También es cierto, eso sí, que sólo aquellas personas con posición económica holgada han tenido la posibilidad de ahorrar. El Banco de España estima que la mayor parte del exceso de ahorro acumulado en pandemia se debe familias de renta alta (el 70%, de hecho).

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