Los desayunos de La Opinión

Comida y hábitos saludables, objetivos de los comedores escolares

Representantes de la administración, del sector médico, de los consumidores y de padres de alumnos debatieron en el periódico cuál es el escenario ideal en el que se deben situar los alimentos que se ofrecen en los comedores escolares de Málaga y Andalucía

La enseñanza a los alumnos de las ventajas de una alimentación y de unos hábitos saludables se revela como una de las tareas a acometer a corto plazo

Aunque se ha avanzado mucho en los últimos años, todavía hay muchas cosas por mejorar en la dieta de los escolares

Siguen sobrando en los menús postres lácteos azucarados y grasas saturadas y se debe aumentar la ingesta de legumbres y de algunas verduras y frutas

Desayuno organizado por La Opinión de Málaga, con expertos sobre comedores escolares.

Desayuno organizado por La Opinión de Málaga, con expertos sobre comedores escolares. / Álex Zea

Este miércoles 17 de enero La Opinión de Málaga reunió en una edición más de sus tradicionales desayunos a cinco expertos que en esta ocasión debatieron sobre la actual situación que atraviesan los servicios de comedores escolares en el conjunto de los centros educativos de Málaga y provincia. Los invitados analizaron, entre otros muchos temas, la situación actual de este servicio y si la composición de los menús se ajusta a los estándares de buena alimentación que propugnan organismos nacionales e internacionales; qué sobra y qué falta en la dieta de nuestros escolares, además de si se hace necesario impartir una educación nutricional que se ha de transmitir desde el propio seno familiar y que abarque todo el espectro escolar; los problemas médicos a los que se enfrentan los niños con unos malos hábitos alimenticios y los retos a afrontar en este tema en un periodo a corto y medio plazo.

Comida y hábitos saludables, objetivos de los comedores escolares

María Lafuente, OCU. / Álex Zea

Estuvieron presentes en el encuentro Carlos Bautista, delegado en Málaga de la Consejería de Salud en Málaga; Jorge del Diego Salas, director general de Salud Pública y Ordenación farmacéutica de la Junta de Andalucía; Enrique Medina, presidente de FDAPA (Federación de Asociaciones de madres y padres del alumnado de la provincia de Málaga), María Lafuente, representante de la OCU (Oficina de Consumidores y Usuarios) y Pedro Navarro, presidente del Colegio de Médicos de Málaga.

Abrió el debate Carlos Bautista, quien señaló que la tarea de fondo es la necesidad imperiosa de educar a la población sobre los beneficios de una alimentación saludable. Para el delegado, en esa tarea «nos tenemos que involucrar todos, tenemos que empujar desde la administración y siempre con el respaldo de todos los actores que tienen algo que ver, como toda la comunidad educativa, el colectivo médico, las asociaciones de padres de alumnos, los medios de comunicación y organizaciones de usuarios para ir dando pasos firmes en este sentido».

Para Enrique Medina, presidente de FDAPA, la alimentación en los centros escolares se debe entender desde una triple vertiente: educativa, de salud y social que pasa por integrar la comida, la nutrición y los comedores en el propio sistema educativo; además de «prestar atención a qué necesidades, qué necesitan comer, qué cantidades según las edades de los alumnos, y cómo son presentados esos alimentos», teniendo en cuenta que en muchos casos la comida del colegio «es la única comida completa que muchos alumnos de familias menos favorecidas realizan al día».

Pedro Navarro, presidente del Colegio de Médicos de Málaga.

Pedro Navarro, presidente del Colegio de Médicos de Málaga. / Álex Zea

El presidente del Colegio de Médicos de Málaga, Pedro Navarro, abogó por una educación nutricional en las familias y en los centros escolares desde edades tempranas, «evitando las grasas saturadas, la sal, y determinados alimentos con azúcares refinados disminuiremos la prevalencia de enfermedades como la diabetes, o los problemas cardiovasculares». Navarro señaló a la obesidad infantil como «el mayor problema médico» al que nos enfrentamos y hay que abordarlo de forma conjunta desde el ámbito familiar y en los centros educativos.

Para Jorge del Diego Salas los comedores escolares en Andalucía «están bien pero son mejorables» y señaló que en la comunidad andaluza «parte de una buena base que no ha nacido ahora, sino que se ha ido haciendo un trabajo legislativo de hace mucho tiempo con la Ley 17-2011 de seguridad alimentaria y nutrición. Partimos de una situación buena sobre la que tenemos que mejorar mucho», comentó.

¿Qué sobra y qué falta?

María Lafuente, de la OCU, hizo referencia al último estudio elaborado en 2023 por su organización sobre comedores escolares y que arrojó el esclarecedor dato de que ninguno de los 622 menús analizados en toda España cumplía las recomendaciones de AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición).

«Sobran demasiadas patatas, pasta, arroz y embutidos, faltan legumbres y la cantidad de carnes, pescados y verduras se ajusta a lo recomendable pero en el caso de las verduras se abusa de los purés y en el de los pescados habría que consumir más pescado azul. Por último se abusa del platano, manzana y pera y muchas veces se sustituyen por lácteos con alto nivel de azúcares», comentó.

Carlos Bautista, delegado territorial de Salud de la Junta de Andalucía en Málaga.

Carlos Bautista, delegado territorial de Salud de la Junta de Andalucía en Málaga. / Álex Zea

Pedro Navaro indicó la importancia de que se complemente lo que se come en el colegio con la comida en casa. Navarro abogó por eliminar de la dieta de los escolares elementos tan nocivos como las bebidas azucaradas, las energéticas, la sal, las grasas saturadas y apostar por elementos ricos en Omega 3 y Omega 6. «Tenemos que intentar acercarnos a la dieta mediterránea, a los guisos de cuchara, que incluyen todo (hidratos de carbono, proteínas, sales, etc.)». Por último el presidente del Colegio de Médicos de Málaga destacó la importancia del ejercicio físico y del desayuno, comida muy importante para que los niños desarrollen su labor intelectual en el colegio.

El delegado de salud en Málaga, Carlos Bautista, puso encima de la mesa la conveniencia de que se organizaran en los colegios talleres de cocina para padres, hijos y maestros, «sería una forma estupenda para cocinar bien, de forma saludable y que esté rico», señaló.

Bautista reivindicó los productos de proximidad malagueños como base de una alimentación saludable y sana con productos como el pescado, rico en omega 3, o los aguacates y los tomates, fuente de grasas saludables, minerales y vitaminas.

«Hemos hablado mucho de alimentos pero no de rutinas que se repiten continuamente - subrayó Jorge del Diego- no hemos hablado de que sobra esa repetición, de que sobra esa rutina, de que sobra a veces ese aburrimiento a la hora de comer». Estamos hablando de niños y de adolescentes y de enseñar a comer a una población desde los 3 a los 18 años, y esa innovación la necesitamos». En este sentido el director de Salud Pública de la Junta avanzó que «muy pronto» se va a elaborar un decreto que garantice la oferta alimentaria en hospitales, centros públicos y privados y colegios «que prioricen la cocina y el producto de proximidad además de los productos ecológicos». «Además -subrayó- tenemos mucho que avanzar y en algunos momentos, tenemos que pasar de la recomendación a la obligatoriedad».

Comida y hábitos saludables, objetivos de los comedores escolares

Enrique Medina, presidente de la FDAPA. / Ález Zea

Cocina o no en el centro

El siguiente tema de debate fue si sería conveniente que la mayor parte de los colegios volvieran a tener su propia cocina, como pasaba hace algunos años.

Enrique Medina opinó que para FDAPA la modalidad más adecuada, por donde hay que apostar «es la cocina propia, ya sea con gestión en los centros o la gestión por empresas, pero la cocina siempre dentro del cole».

Aproximadamente ahora mismo son 1.200 colegios andaluces los que tienen instaladas líneas frías de comedor (reciben la comida de cocinas exteriores y solo hay que calentar los platos). El director de salud Pública de la Junta de Andalucía calificó de «muy complicado» volver estructuralmente a una cocina propia del colegio» y añadió que se opte por la opción que se opte lo que hay que conseguir es «que no haya diferencias entre unas y otras modalidades». Desde un punto de vista de evaluación, de renovación de menús, de tipos de alimentos, de calidad nutricional, de equilibrio, todos, independientemente de dónde vengan, tienen que ser exactamente iguales», remarcó.

Jorge Del Diego, director general de Salud Pública.

Jorge Del Diego, director general de Salud Pública. / Álex Zea

Educar en nutrición

La educación en nutrición ¿se hace indispensable en el entorno educativo ? Enrique Medina responde con un sí rotundo ya que cree que si se educa en comida saludable a todos los actores (familias, niños y centros) «será mejor para todos, y en general para la sociedad que tenga en cuenta el ejercicio físico y la alimentación saludable como otra vertiente más de la parte educativa».

Desde la OCU, para María Lafuente, a los comedores se les debe dar la importancia que tienen los colegios. «Y que no sea solo un servicio de alimentación. Sino que sea un lugar, de hábitos saludables para los niños y para los padres».

En esa labor educativa de los hábitos saludables, Jorge del Diego Salas reivindicó la figura de la enfermera escolar «que va a permitir trasladar muchísima parte del trabajo de salud pública directamente a los centros educativos».

Los invitados dieron su opinión sobre cómo afecta a la gestión de los comedores escolares la subida tan acentuada que han tenido todos los alimentos desde hace aproximadamente dos años: «Afecta -comentó María Lafuente- la subida de los precios ha influido en la alimentación de las familias». En la OCU hemos visto cómo se han desplazado productos saludables y sanos por otros no tan beneficiosos para nuestra dieta: ha descendido el consumo de tomates, judías y hortalizas frescas. El aceite de oliva virgen pasa a ser de orujo y la leche ha cambiado de entera a semidesnatada».

Conclusiones. Muchos retos por delante

En el capítulo de conclusiones, María Lafuente abogó por menús escolares más equilibrados «con más productos ecológicos, de proximidad y con fibra integral y donde haya más legumbres». La representante de la OCU indicó que el menú escolar «debe ser complementario de la alimentación en el entorno familiar».

Jorge del Rosal se mostró optimista en la pronta aprobación del Real Decreto de Desarrollo de los artículos 40-41 de la ley 17 de 2011 para «poder tener herramientas no solamente para la promoción de la salud sino para tener también cierta capacidad de modificación de comportamientos de las empresas cuando no estén cumpliendo realmente con su responsabilidad».

Pedro Navarro apostó por una terna «muy sencilla» de aspectos para conseguir unos escolares sanos «que lleven una dieta equilibrada con fruta, verduras, legumbres, cereales ricos en fibras y proteínas magras, que hagan ejercicio físico y duerman lo suficiente».

«Concienciar en los hábitos de vida saludables con una educación preventiva en la salud es una de las líneas que hemos emprendido en FDAPA y que se traducen, por citar un ejemplo, en los talleres tanto de cocina para menores como de familias que llevamos a cabo», señaló Enrique Medina a modo de conclusión.

Por último, Carlos Bautista se mostró partidario de educar a la sociedad en general «y de forma constante y con mensajes sencillos sobre las bondades de la alimentación y de los hábitos saludables y también de tener potestad para prohibir y no solo recomendar».