Entrevista | Felipe Romera Director general del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA)

«El IMEC abre una nueva etapa en el PTA; con esta inversión única la microelectrónica será algo principal»

«En Málaga hay un ecosistema muy vertebrado y todos reman en la misma dirección; es una de las razones por las que el IMEC nos ha elegido»

«Se necesitarán al menos un par de años, igual más, para desarrollar el centro»

«La prioridad es fortalecer a Málaga como centro de infraestructuras de diseño de chips»

El PTA de Málaga acogerá el segundo centro del IMEC, referente mundial en microelectrónica, con 450 empleos

Felipe Romera, director general del Parque Tecnológico de Andalucía ‘Málaga TechPark’.

Felipe Romera, director general del Parque Tecnológico de Andalucía ‘Málaga TechPark’. / Gregorio Marrero

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

El año 2023 fue tremendamente exitoso para la Málaga tecnológica, con acontecimientos tan relevantes como la llegada de Google, pero lo cierto es que 2024 ha arrancado también de forma inmejorable. La capital, que aspira a convertirse en uno de los grandes referentes europeos en el campo de la microelectrónica, ha recibido esta semana el anuncio de que el prestigioso centro IMEC de Lovaina (Bélgica), considerado uno de los referentes mundiales en este campo, instalará aquí un centro de investigación y desarrollo (I+D) que contará con 450 investigadores. El futuro edificio estará situado en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), en una gran parcela de 46.000 metros cuadrados en la zona de la ampliación y una superficie edificable de 32.000 metros. El director del PTA, Felipe Romera, analiza en esta entrevista lo que supondrá para el parque la llegada del IMEC, que cuenta con más de 5.000 investigadores de 95 países y más de 600 socios industriales, entre ellas las grandes empresas internacionales del sector.

El anuncio de la llegada del IMEC es todo un espaldarazo para el PTA y para la Málaga tecnológica. ¿Cómo valora esa elección y qué repercusión tiene?

Es una gran satisfacción. Creo que nunca volveremos a tener un proyecto como éste, por decirlo así. Es una inversión única con el centro de investigación en microelectrónica más referencial del mundo. Eso lo dice todo. Marca un antes y un después para el parque. En microelectrónica, el PTA no hacía todavía prácticamente nada, más allá de algunos pequeños proyectos. Así que, de pronto, que el IMEC venga al parque cambia totalmente la situación. Es una nueva etapa de mucho valor y que tenemos que empezar a desarrollar. La microelectrónica se posiciona ahora como uno de los principales campos de futuro del parque, si no el que más. Es una inversión fantástica, la mejor que hemos tenido y posiblemente no consigamos un proyecto de tanta dimensión.

¿A qué se va a dedicar el IMEC en este futuro centro?

La microelectrónica es un desarrollo de la electrónica surgida en los años 50 o 60 del siglo XX con el descubrimiento del transistor, un dispositivo que, en aquellos tiempos se fabricaba de uno en uno y que hoy se ha convertido en el elemento más relevante, con mucha diferencia, de entre todo los inventos del pasado siglo. Nos ha cambiado totalmente la vida en la que estamos. Imagine vivir sin internet, sin teléfonos móviles.... un móvil puede llevar miles de millones de transistores en su interior. Pues todo eso lo ha permitido la microelectrónica, que sigue avanzando, por ejemplo, con el desarrollo de la Inteligencia Artificial. Digo todo esto para centrar un poco el tema. Entonces, el centro del IMEC en Málaga va a estar dedicado a la producción de I+D, aunque con infraestructuras que van a permitir la elaboración de prototipos y pequeñas series de fabricación. Este centro se dedicará a investigar sobre el futuro de la microelectrónica, o sobre aplicaciones concretas, en los que se introduzcan nuevos diseños. Estamos hablando exactamente de esto. Se va a desarrollar en Málaga el mayor centro de I+D totalmente ligado al sector más relevante de crecimiento que tiene el mundo, la microelectrónica, que es la tecnología base de todas las tecnologías digitales: la Inteligencia Artificial, el Blockchain, la ciberseguridad...

Todo eso, además, en un momento donde Europa está muy interesada en impulsar su propia industria de microchips, para evitar dependencia de otras zonas del mundo.

Efectivamente, hay una relación muy relevante con esto que comenta. Europa y Estados Unidos se han dado cuenta de que los procesos de diseño y fabricación de microchips son tan relevantes e importantes que han decidido acompasar con mucho dinero, con muchísimo dinero, el desarrollo en su territorio. Son lo que se llaman las Chips Act. Por eso, que el centro más relevante del mundo de investigación esté en Málaga es ya, de entrada, algo muy grande.

Imagino que este éxito es fruto de mucho trabajo discreto y conjunto por parte de las distintas administraciones y del propio sector tecnológico.

Ha sido un éxito de la cooperación entre los diferentes actores que han decidido apostar por la llegada del centro a Málaga. El tema lo inició la Fundación Innova IRV a través de su CTO, Mario Nemirovsky, que tenía relaciones con el IMEC y con su gente. Se entró así en un proceso muy interesante donde se iniciaron las primeras reflexiones al respecto, porque el IMEC estaba buscando una segunda sede en la zona del sur de Europa. Y ahí se comenzaron a ver las posibilidades de Málaga, en un proceso que ha llevado más de un año. Pero claro, esto podría haberse hecho si no existiera además una gran cooperación institucional. Es la clave de todo. Si el Gobierno y la Junta de Andalucía no se ponen de acuerdo en este tema, no hubiera salido. El Gobierno, la Junta, el Ayuntamiento, Innova IRV, el propio PTA, la Universidad de Málaga... sin todos trabajando en la misma dirección, esto hubiera sido imposible de conseguir.

Sin mencionar nombres, ¿ha tenido mucha competencia Málaga para ser la elegida por el IMEC como segunda sede?

Sí, porque se sabía que estaba buscando un emplazamiento y el IMEC, lógicamente, era objeto de deseo por parte de muchas ciudades. En Lovaina, por ejemplo, ha transformado completamente la ciudad en sus 30 años de trayectoria, tanto por la riqueza de su propia actividad como por las empresas que hay a su alrededor. El IMEC es un centro de investigación y desarrollo que trabaja para los grandes fabricantes de microelectrónica y semiconductores del mundo. Nosotros, como digo, llevamos mucho tiempo trabajando este tema. Primero, el IMEC tenía que comprobar si teníamos un espacio disponible adecuado, ver sus características. Y la verdad es que, cuando vinieron a verlo, se quedaron muy contentos al conocer todo el ecosistema malagueño, porque veían que todos remábamos en la misma dirección. El Ayuntamiento y la Junta han ayudado mucho, y el Gobierno, a través del PERTE Chip, ha resultado también un apoyo fundamental. Podíamos haber perdido, pero nuestra propuesta es la de un ecosistema muy vertebrado, y ésa ha sido una de las razones por las que el IMEC ha decidido venir a Málaga y no a otro sitio.

Una imagen de la sede de IMEC en Lovaina, Bélgica.

Una imagen de la sede de IMEC en Lovaina, Bélgica. / L. O.

El desembarco del IMEC, ¿servirá además para atraer nuevas inversiones a Málaga?

No lo dude. Con esto esperamos a desarrollar una de las nuevas líneas del ecosistema tecnológico de Málaga, el de la microelectrónica, y va ser muy potente, quizá más de todo lo que tenemos actualmente. Igual ahora, lo que hemos conseguido en 30 años de vida del PTA, podemos conseguir resultados muy importantes en menos años. Es lo fundamental de tener un elemento tractor como el IMEC, que es el centro más importante del mundo en su campo. Eso vale muchísimo.

El espacio que han reservado en el PTA para este centro es muy amplio.

Es un conjunto de parcelas que hemos agrupado en un terreno de casi cinco hectáreas (46.000 metros cuadrados). Va a ser un centro que tendrá muchas infraestructuras, y por eso era necesario mucho espacio.

¿En qué horizonte temporal podría estar desarrollado el centro del IMEC en Málaga?

Es un proyecto complejo, hay que diseñar la instalación, obtener las licencias, empezar la construcción. Es algo que necesitará por lo menos un par de años. Antes es imposible. Igual es más. Es una infraestructura muy potente, y habrá que ir dando los pasos y cumpliendo etapas poco a poco.

La Fundación Innova IRV, por otro lado, está también desarrollando un proyecto de centro de diseño de microchips en Málaga, denominado DKULPIOT, que ya recibió el pasado verano luz verde de la Comisión Europea.

Sí. Ése es un proyecto aparte, una iniciativa también espectacular, que contempla una inversión de 120 millones de euros para establecer en el PTA una zona de diseño de chips para colaborar con las empresas españolas que se dedican a este ámbito.

Nuestro objetivo sigue siendo llegar a 50.000 trabajadores. En 30 años hemos llegado a casi 25.000. El IMEC puede ayudar a alcanzar la meta en menos tiempo

La apuesta de Málaga por los semiconductores parece fuerte, y más encaminada al mundo del diseño, dado que el otro campo de esta industria, las fábricas de microchips, sí parece un terreno más inaccesible.

No es que las fábricas no nos pudieran interesar, pero nuestra prioridad actual es fortalecer a Málaga como un centro de infraestructuras de diseño de chips, que es una de las cosas más valiosas que pueden existir en el ámbito de la microelectrónica. Puedes tener una fábrica, pero si no tienes diseño pues tampoco tienes producto que sacar. En el campo de las nuevas tecnologías, tanto las fábricas como la capacidad de diseño son los elementos verdaderamente relevantes.

Siempre ha comentado que su sueño es que el PTA llegue a los 50.000 trabajadores. Con el IMEC y la apuesta por el vector de la microelectrónica, ¿es más factible esa meta?

Los 50.000 trabajadores ha sido siempre nuestro objetivo como parque ¿Cómo puede contribuir el centro del IMEC a ello? Pues haciendo que lleguemos a esa meta en menos tiempo. En 30 años, el PTA ha conseguido alcanzar los casi 25.000 empleados. Lo que pasa es que resulta más difícil duplicar esta cifra que haberla alcanzado.

¿Se van a poner disponibles este año nuevos espacios para la llegada de empresas al PTA?

Tenemos ya disponible el edificio Rosalind y para después del verano esperamos contar con otro. En el PTA hay espacio para albergar nuevas empresas. Y contamos con licencias para unos cuantos edificios más.

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