Una ‘ciudad del gimnasio’, al aire libre en Santa Inés

El padre José Pablo Tejera, un veterano y recordado jesuita, contaba que cuando su padre vio por primera vez un partido de fútbol -probablemente a comienzos del siglo pasado- se preguntó indignado por qué no se arreglaba la fiera disputa que veía en el campo repartiendo balones a todos los jugadores.

No sólo el deporte ha cambiado mucho desde entonces, es que forma parte de la vida de la mayoría. Como ejemplo, la transformación que estos días está teniendo una gran parcela sin nada que contar en el Oeste de Málaga.

El espacio se encontraba entre los desaparecidos cortijos de Roldán, al norte y Los Remates, al sur y muy cerca de la Finca La Palma y la Colonia Santa Inés.

Los Remates, por cierto, construido durante la II República, fue diez años atrás una fuente de preocupación para los vecinos por su estado ruinoso y por haberse convertido en un punto de consumo y venta de droga; en nuestros días, cómo ha cambiado la historia, es una residencia de ancianos.  

También llegó el momento del cambio para esta parcela rectangular que verdeaba en primavera, escoltada por las calles Antonio Raíz (un cantero del siglo XVIII que trabajó en la Catedral) y Diego López de Zúñiga (virrey del Perú en el siglo XVI), que es donde se encuentra el joven distrito municipal Teatinos-Universidad.

La parcela en cuestión, por cierto, estaba calificada para albergar viviendas en el PGOU del 97 y pasó a equipamiento en el de 2011. 

Con el cambio ganan sin duda todos los vecinos de la zona, porque además lo que ahora mismo se está construyendo es una mezcla entre zona verde -paseo con árboles, como mínimo- y un enorme gimnasio al aire libre, sin duda uno de los más grandes de Málaga. 

Esta semana estaban en pleno trajín. Descuiden que toda esta ‘arboladura de herrajes’ que ahora mismo se está plantando recibirá pronto su correspondiente definición en inglés para aclararnos la vida. 

Pero mientras la lengua de Shakespeare acude en auxilio de la pobre y minoritaria lengua española, en la parcela se están desplegando aparatos suficientes para fortalecer los brazos, las piernas, los hombros, la barriga cervecera... y para emular a la ardilla de la España antigua, que será capaz de atravesar de norte a sur el solar sin pisar el suelo, saltando de aparato en aparato. 

Contemplando tantas futuras flexiones, levantamientos, estiramientos y sentadillas, en este rincón de la ciudad se forjará la próxima generación de gimnastas de Málaga. Y de cualquier edad.

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