Sanidad

El Hospital Regional registra 17 agresiones a sanitarios en tan solo dos meses

Los profesionales del centro se han concentrado para mostrar su repulsa ante el último caso de violencia en el que dos mujeres atacaron física y verbalmente a cuatro trabajadores

Concentración en el Hospital Regional para mostrar la repulsa ante el último caso de agresión al personal

Concentración en el Hospital Regional para mostrar la repulsa ante el último caso de agresión al personal / A.T.

Arancha Tejero

Arancha Tejero

La madrugada del pasado 29 de febrero dos mujeres atacaron verbal y físicamente a cuatro profesionales del servicio de Urgencias del Hospital Regional Universitario de Málaga. Con este último caso, ya son 17 las agresiones hacia trabajadores de este centro hospitalario desde que comenzó el año, es decir, en tan solo dos meses.

“El hospital no va a tolerar ninguna agresión y denunciaremos toda las agresiones tanto físicas como verbales”, ha afirmado con rotundidad el director gerente del Hospital Regional, Jose Antonio Ortega, durante la concentración convocada este lunes en la puerta de las urgencias del centro para denunciar el último ataque y mostrar la “tolerancia cero” por parte del hospital ante cualquier agresión.

El director gerente, preguntado por las posibles causas que puedan motivar estos ataque, ha querido hacer hincapié en que no existe ningún motivo que pueda justificar la violencia. “No se puede justificar ni siquiera por el tiempo de espera”, ha apuntado Ortega, que insiste en que cualquier intento de justificación sería como intentar excusar una violencia de género. “No hay ninguna causa, ni social ni de ningún tipo, que pueda justificar que una persona sea agredida, porque si justificamos la agresión a las personas entonces ya hemos perdido el norte”, ha defendido el director gerente del hospital. 

Tiempos de espera

En cuanto a los tiempos de espera en las urgencias hospitalarias, el doctor Ortega ha asegurado que, desde el punto de vista de los profesionales, el servicio está “perfectamente cubierto” y “los profesionales trabajan estupendamente”. En este sentido, ha aclarado que la demora para ser atendido en esta unidad se debe a la complejidad del caso. “Cuando uno acude a una urgencia hospitalaria,  puede estar una, dos, tres, cuatro o cinco horas dependiendo de la complejidad por lo cual uno acude. No es lo mismo acudir por una patología banal, por la que me dan el alta rápidamente, que una patología que necesite un TAC de cráneo o una resonancia magnética”, ha señalado el doctor Ortega. 

No es lo mismo acudir por una patología banal, por la que me dan el alta rápidamente, que una patología que necesite un tac de cráneo una resonancia magnética

Según los datos aportados por el propio gerente, en lo que va de año se han producido nueve agresiones físicas y ocho agresiones verbales. Una cifra que reconoce que “realmente preocupa”, teniendo en cuenta que se trata de un dato elevado para tan poco espacio de tiempo.  “El año pasado fueron en total 66 agresiones de las cuales 23 fueron físicas y 43 verbales. Y este año, por lo que llevamos, sí me preocupa que realmente parece que es el momento más importante de agresiones físicas”, ha revelado Ortega. 

Concentración en el Hospital Regional para mostrar la repulsa ante el último caso de agresión al personal

Concentración en el Hospital Regional para mostrar la repulsa ante el último caso de agresión al personal / A.T.

Ante esta tendencia creciente de agresiones, el gerente se pregunta cómo ha podido cambiar tanto la actitud de la población para pasar del gran reconocimiento y apoyo a la labor de los profesionales sanitarios durante la pandemia, a los ataques físicos y verbales. “Lo que realmente llama la atención es que hace muy poco de la pandemia en la que a las 8 de la tarde se salía y se aplaudía a todos los sanitarios por el trabajo y el esfuerzo que estaban haciendo”, ha recordado Ortega, que señala que debe ser “la propia sociedad” la que tenga que analizar cuáles son los factores sociales que llevan a esta situación, pero sin justificar en ningún momento que se ataque a un profesional que "está trabajando en beneficio de la salud de todos los ciudadanos".

Medidas de prevención

Respecto a las medidas que se están tomando para tratar de prevenir este tipo de agresiones, el director gerente ha asegurado que “se está haciendo un esfuerzo importante tanto a nivel de seguridad en los hospitales como de seguridad privada, con botones antipánico en consulta y la mejora de todos los circuitos de los pacientes”. 

El Plan de Prevención y Atención de Agresiones de la Consejería de Salud y Consumo, que tiene como objetivo intentar reducir este tipo de agresiones, ofrece asesoramiento y acompañamiento tanto psicológico como jurídico a las personas afectadas. Asimismo, el director gerente ha señalado que él mismo se reúne con cada uno de los trabajadores agredidos y resalta que todos ellos son “profesionales en mayúsculas”, que le manifiestan su compromiso tanto con el hospital como con el Servicio Andaluz de Salud (SAS).

Concentración en el Hospital Regional para mostrar la repulsa ante el último caso de agresión al personal

Concentración en el Hospital Regional para mostrar la repulsa ante el último caso de agresión al personal / A.T.

“Es cierto a nadie le gusta ser agredido, ni verbalmente ni, mucho menos aún, físicamente. Pero la actitud de todos ellos es de compromiso y la gran mayoría continúan trabajando al día siguiente”, destaca el gerente del centro hospitalario, que ha concluido que tanto los profesionales médicos, como los enfermeros, celadores y administrativos “estamos por y para ayudar a las personas que enferman y que vienen al hospital y no es de recibo que sean agredidos por estas personas”.

Última agresión

El último caso de agresión, y por el que se ha convocado la concentración de este lunes, ocurrió durante la guardia de la madrugada del 29 de febrero, cuando dos mujeres atacaron a cuatro profesionales, un celador, dos técnicos de cuidados auxiliares de enfermería y una enfermera. Ambas mujeres, madre (59 años) e hija (26 años) fueron detenidas por la Policía Nacional, después de haber causado lesiones leves a los profesionales sanitarios, tales como contusiones en brazos o arañazos en la cara.

Desde la Consejería de Salud y Consumo han recordado que la agresión física o intimidación grave contra personal sanitario en el ejercicio de su función pública asistencial “está considerada como delito de atentado por los tribunales de justicia, y así se han dictado sentencias en estos casos, castigándose con penas de uno a tres años de prisión”.