Suspenden el juicio a los dos guardias acusados de mentir en el caso de Lucía Garrido

La Audiencia de Málaga suspendió ayer el juicio que tenía previsto celebrar contra dos guardias civiles acusados de un delito de falso testimonio por presuntamente mentir durante el juicio celebrado en 2019 por el asesinato de Lucía Garrido, hallada muerta en la piscina de su finca de Alhaurín de la Torre en 2008. La vista oral debió comenzar ayer y se habían habilitado varias sesiones en marzo y abril, pero fuentes judiciales indicaron a EFE que se ha suspendido y no se ha concretado nueva fecha. En el banquillo de los acusados se sientan los dos agentes, biólogos y que ostentaban el cargo de comandante y capitán, y se enfrentan a una petición fiscal de dos años de cárcel e inhabilitación especial durante doce años para desempeñar las funciones de guardia civil y de perito judicial, según el escrito acusatorio del fiscal.

La acusación pública mantiene que los procesados declararon en el primer juicio y que «por razones o estímulos que no se han podido determinar» ocultaron información o deformaron la realidad. Según el fiscal, desacreditaron las conclusiones de sus compañeros en un informe de 2016, «todo ello con el único objetivo de sembrar dudas en el jurado y provocar un veredicto de no culpabilidad». Ambos declararon juntos y por videoconferencia, de forma que a lo largo de la declaración uno y otro tomaban la palabra espontáneamente sin que en ningún momento se corrigieran entre sí o exteriorizaran alguna discrepancia entre ellos. Ratificaron los resultados del primer proceso analítico y otro informe de mayo de 2009, pero «comenzaron a faltar a la verdad al negar, hasta en cuatro ocasiones, que conocieran el origen y el contenido del informe de identificación de ADN», según la Fiscalía.

Crearon dudas sobre las muestras encontradas en una llave en el lugar del crimen, pese a que eran conocedores de que se habían conservado y de que en 2015 fueron analizadas de nuevo con mejores técnicas. Gracias a esto se pudo extraer una prueba de ADN que, cotejada, obtuvo una coincidencia entre el perfil genético encontrado y el ADN de uno de los acusados, el presunto autor material, por lo que los expertos que hicieron el análisis realizaron un informe en 2016 que remitieron al juzgado. Los acusados eran conocedores de este informe, pero durante el juicio, celebrado dos años más tarde, desacreditaron las conclusiones de los compañeros y presuntamente faltaron a la verdad negando que conocieran el contenido de dicho estudio.

En el primer juicio de Lucía Garrido fueron juzgadas cuatro personas por el asesinato (el exmarido, dos guardias civiles, como presuntos autores intelectuales, y una cuarta persona como supuesto autor material) y fueron declarados no culpables entre otras cuestiones por dudas sobre el ADN de la llave.

Posteriormente, el TSJA revocó la absolución respecto al exmarido y al presunto autor material. El juicio se volvió a celebrar y el exmarido fue condenado a 24 años de prisión como autor, en concepto de cooperador, de un delito de asesinato sobre su mujer y a 22 años el autor material del hecho.