Crónica

Bochorno, pitos y necesidad de cambios (0-5)

El Málaga CF se llevó una 'manita' en La Rosaleda ante el Ibiza de Paco Jémez tras una segunda parte de auténtica vergüenza de los de José Alberto, más señalado que nunca

Manuel García

Manuel García

Noche bochornosa en La Rosaleda. Es triste decirlo, pero no es la primera vez que la afición blanquiazul puede sentir vergüenza de su equipo esta temporada. La diferencia con las anteriores, que esta vez fue en casa, lo que provocó el hartazgo y los pitos del respetable hacia los jugadores y el entrenador, José Alberto López. Lo que ocurrió en los primeros 15 minutos del segundo tiempo es difícil de explicar tras ver la primera parte. El conjunto blanquiazul se fue por detrás en el marcador al descanso (0-1) pero la sensación era de que el partido era totalmente remontable. Lejos de eso, el Ibiza de Paco Jémez asestó tres cornadas en siete minutos para destrozar a un Málaga incapaz y cabizbajo. Goldar completó el esperpento. 0-5, tal como suena, sin anestesia. ¿Es el momento de tomar decisiones?

Era el día de demostrar que lo del encuentro frente al Sporting no fue un espejismo, pero la cosa no pudo empezar peor. El primer mazazo llegó a los 11 minutos de partido. Antes había avisado Guerrero con un remate en boca de gol que se marchó muy poco, y a la segunda ocasión clara el Ibiza no perdonó. El pichichi de los isleños, Sergio Castel, cazó un balón suelto libre de marca en el segundo palo y soltó un zapatazo que se estrelló en el larguero y acabó dentro de la portería de Dani Martín.

El conjunto blanquiazul no estaba mal en el partido, pero todas las acciones morían en los metros finales. Los de José Alberto estaban siendo intensos en la presión, conseguían robar balones en campo contrario, el trabajo era impecable, hasta que las ideas se nublaban en la última parte del campo. Roberto estaba siendo un tormento para los centrales, Kevin y Paulino desbordaban y el Málaga era mejor desde el tanto rival, pero el empate no llegaba. Pese al dominio, el meta rival no tuvo que hacer ninguna intervención de mérito en los primeros 45 minutos.

El equipo malagueño llegaba al descanso por detrás en el marcador, aunque con la sensación de que estar metido todavía de lleno en el partido. El ímpetu blanquiazul ya había forzado cuatro amarillas en el rival, tres en su zaga. De momento esto no era suficiente para devolver las tablas al electrónico.

Descalabro absoluto

No movió ninguna pieza en el descanso José Alberto, señal de que le estaba gustando lo que veía. Y sin tiempo casi para asentarse sobre el césped al Málaga le cayeron dos mazazos prácticamente consecutivos que dejaron el partido sentenciado a falta de 40 minutos para concluir la contienda. A los 50 minutos, el Ibiza aprovechó un error de Ramón en la salida para abrir diferencias. Tras el robo, Castel la dejó pasar y Herrera no perdonó desde dentro del área (0-2). Y solo tres minutos más tarde, Escobar se coló en el área ante la pasividad de la defensa blanquiazul y batió a Dani Martín por bajo. Solo hubo que esperar cuatro minutos más para la puntilla. Herrera, ahora de falta directa tras tocar el balón en un la barrera, superaba de nuevo a Martín y hacia el cuarto. En un visto y no visto, nueva debacle en casa.

La cosa no quedó ahí. El desastre aún fue mayor tras el tanto de Goldar a la salida de un córner a 10 minutos del final. 0-5... poco más que añadir. Solo los 200 aficionados del equipo balear pudieron disfrutar de semejante espectáculo. Las gradas se fueron vaciando antes de la cuenta y los pocos que quedaron para ver el pitido final estallaron contra los jugadores y el entrenador, que queda muy tocado. Hasta la fecha, José Alberto ha estado respaldado por el club, tras esta paliza histórica en casa, veremos...