¡Cuidado con Enric Gallego!

El CD Tenerife será este sábado el primer rival del Málaga CF en el año 2023. Después de un 2022 para olvidar en todos los aspectos, el malaguismo espera que el choque frente a los chicharreros signifique el inicio de una nueva era para la entidad de Martiricos, cuyo único objetivo de aquí hasta el próximo verano es tratar de salvar la categoría para después hacer borrón, cuenta nueva y volver a intentarlo en el venidero curso 2023/2024.

No anda en su mejor momento tampoco el rival de esta tarde en Martiricos. El CD Tenerife coqueteó la pasada temporada con el ascenso de categoría, incluso jugó el play off, del que cayó en la primera ronda, eliminado por el Girona. Este curso está lejos de la zona alta, pero con una plantilla que en cualquier momento puede devolver a los de Santa Cruz a la lucha por estar entre los mejores.

Uno de sus jugadores más importantes es el catalán Enric Gallego, una especie de Rubén Castro versión CD Tenerife. Y es que el de Martorell es otro de esos veteranos (como Yuri en la Ponferradina o Jorge Molina en el Granada) que dan lustre a la categoría de plata del fútbol español por su experiencia y su olfato goleador.

El veterano ariete del Tenerife de 36 años, que debutó en Primera a los 32, es la principal amenaza del rival de este sábado del Málaga CF. Al menos con los números en la mano. Y es que Gallego es el máximo goleador de su equipo (4), el que más veces dispara a puerta (15) y el que más faltas recibe por parte de las defensas rivales (61). A todo esto hay que sumarle dos asistencias para unas estadísticas brillantes a estas alturas de curso.

La historia personal de Gallego es, además, muy «especial». La constancia y el trabajo son las virtudes que le han hecho llegar a ser un jugador de primer nivel. Antes de dar el salto del Extremadura al Huesca, club que le brindó la oportunidad de debutar en la elite del fútbol español, el atacante catalán se ganaba la vida como camionero, albañil y también alquilando bicicletas. Compaginaba el trabajo con el fútbol, que en aquella época no era más que un hobby para el ariete natural de Martorell.

Tuvo que esperar hasta los 27 años para poder vivir del fútbol. Algo muy poco habitual. Tras ser un nómada en varios clubes de la geografía catalana como el Badalona, el Olot y el Cornellá, puso rumbo al Extremadura de Almendralejo, club en el que logró el ascenso desde Segunda B a Segunda.

El ariete de 1.90 metros se convirtió en el máximo goleador de la primera vuelta en categoría de plata con 15 goles en solo 19 partidos con el cuadro azulgrana extremeño. Esas cifras fueron las que le brindaron la oportunidad de dar el salto al fútbol de máximo nivel de la mano del Huesca, que trató de evitar ese curso sin suerte el descenso de categoría.

Tres experiencias en Primera

Gallego, tras acabar con los oscenses, continuó su periplo en Primera División, primero con el Getafe y después con el Osasuna. Fue el pasado curso cuando recaló en las filas del CD Tenerife, para convertirse así en una pieza clave en los esquemas del cuadro chicharrero.

Ahora, a sus 36 años de edad cumplidos el pasado mes de septiembre, Enric Gallego es la gran referencia en la vanguardia del Tenerife. El catalán es un fijo para Ramis, su técnico, que lo ha utilizado en 20 partidos, siendo titular en 18 de ellos. Si el Málaga CF quiere ganar al Tenerife este sábado, deberá tener un cuidado especial con Gallego por lo que aporta con los pies, por su juego aéreo y por lo que le supone al resto de compañeros, con sus movimientos sin balón.

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