Andrés Liétor está fugado. O, por lo menos, por eso ha decretado una orden de busca e ingreso en prisión un Juzgado de lo Penal de Madrid, el que se encarga de ejecutar las sentencias firmes, informaron ayer fuentes oficiales, las del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad madrileña. De momento, hay tres fugitivos de la Justicia en el seno de Malaya, aunque Liétor no se ha ido por este caso, pues aún no es firme: éste se suma al ilustre Carlos Fernández, exportavoz municipal del PA; y al enigmático José Manuel Carlos Llorca, buscado también por los casos Forum y Ballena Blanca. De la lista se cayó el 3 de octubre pasado, un día antes de conocerse la sentencia del caso Malaya, el exconcejal marbellí Javier Lendínez, quien estuvo un lustro en la isla indonesia de Bali pero volvió para hacer frente a los cargos.

El caso más destacado es el de Fernández, quien se enteró de las detenciones del segundo golpe del caso Malaya, en julio de 2006, mientras hacía el Camino de Santiago. Le dijo al juez Miguel Ángel Torres que iba a entregarse en Marbella, pero salió de España por la frontera de Portugal y nunca más se supo de él: hay quien dijo haberlo visto cenando en Buenos Aires, y algunas fuentes lo situaron en Marruecos o Túnez, pero la policía tiene constancia, como señaló en un informe de 2008 la Udyco, de que entró en Argentina por el aeropuerto de Ezeiza. Desde entonces, no ha vuelvo a aparecer por Málaga. Incluso se llegó a especular con que cada Nochevieja acude a visitar a su familia en un velero que desembarca en las playas de Marbella, pero nadie sabe nada cierto y la policía sólo espera a que cometa algún fallo que les permita echarle el guante.