Teléfonos móviles viejos a cambio de una nueva vida

Los deportistas del Avatel Marbella Basket empezaron en 2020 a demostrar su solidaridad, esfuerzo y compromiso como colectivo en las pistas de la Costa del Sol y ahora hacen otro tanto fuera del parqué.

La entidad deportiva surgida de la fusión de tres equipos para fomentar el baloncesto de cantera en Marbella se ha sumado al programa ‘La selva nos llama’, con el que el Instituto Jane Goodall (en homenaje a la célebre etóloga británica) trata de concienciar sobre el impacto del consumo tecnológico en los ecosistemas.

Avatel Marbella Basket recoge, a través de una urna de cartón reciclado en el Pabellón de Deportes Carlos Cabezas, teléfonos móviles obsoletos para apadrinar chimpancés en África.

Con los 30 primeros dispositivos, se hará cargo, durante un año, de Zezé, un simio de cuatro años de edad que, intentando defender a su madre del ataque de unos cazadores furtivos en Angola, perdió el ojo derecho después de que uno de los batidores le golpeara con un machete.

«Los cazadores furtivos cazan a los chimpancés para comérselos. Normalmente cazan a los miembros adultos, de mayor tamaño. Los pequeños quedan abandonados y malheridos», explica Ramón Juan, uno de los integrantes de la directiva de la entidad deportiva y que propuso la campaña.

Zezé habita ahora en un santuario para chimpancés en el Congo en el que el Instituto Jane Goodall vela por el bienestar de unos 150 primates, algunos de ellos lisiados tras los enfrentamientos con los cazadores ilegales.

Objetivo de la campaña

El objetivo de la entidad local es lograr 30 teléfonos móviles más para apadrinar a otro primate.

«No queremos parar. Queremos seguir durante esta temporada. Incluso en los campus de verano queremos aprovechar que hay mucha afluencia de jóvenes que nos pueden dar bastante empuje en esta iniciativa», señala Juan.

La iniciativa del Avatel Marbella Basket, que cuenta con cerca de 400 jugadores federados y que organiza las actividades extraescolares de baloncesto de los colegios de Marbella, con más de 300 menores, es «difundir no sólo los valores intrínsecos al deporte, del baloncesto en particular, a los niños, sino abrirlos a iniciativas relacionadas con la conservación del medio ambiente y de los animales», señala el representante de Avatel Marbella Basket.

«Con tanta vorágine que tenemos en el día a día, a veces nos olvidamos de iniciativas de este calibre, que nos aportan mucho valor y que son tan importantes», agrega.