Protesta

«Queremos seguir trabajando, no depender del desempleo»

La comisión de Transformación Económica del Parlamento andaluz aprobó el jueves instar al Gobierno autonómico a apoyar la fabricación de material sanitario en Alozaina y Cuevas Bajas

Decenas de vecinos de Alozaina se echaron a la calle para reivindicar sus puestos de trabajo. | JOSEMI SEPÚLVEDA

Decenas de vecinos de Alozaina se echaron a la calle para reivindicar sus puestos de trabajo. | JOSEMI SEPÚLVEDA / c.PAREDES / a.gONZÁLEZ. Alozaina

Celia Paredes

«Nosotros queremos seguir trabajando aquí, no queremos depender de un subsidio ni de un desempleo». Así de simple y claro es el deseo de Santiago García, propietario de la empresa textil Texlencor, en Alozaina, que se vio empujado al cierre y por consiguiente al despido de su plantilla de 60 trabajadores «de la noche a la mañana» debido a la cancelación del pedido de un millón de batas de protección que había efectuado el Servicio Andaluz de Salud (SAS) a través de la empresa Cardivais, cuando la pandemia interrumpió la producción en Asia.

En cuanto el mercado asiático reanudó la fabricación, el SAS paralizó el pedido del millón de prendas porque supuestamente los almacenes de abastecimiento ya estaban completos.

García afirma que la solución fácil ha sido echar al personal a la calle en lugar de «hacer frente a la realidad» que no es otra que los costes de producción. «No podemos depender únicamente de los países de fuera, lo que pedimos es que al menos el 50% se compre en Andalucía donde hay empresas que pueden hacerlo perfectamente», reclama el empresario, quien asegura que la región y los andaluces pueden abastecerse por sí mismos sin tener que depender de proveedores extranjeros.

En esto mismo coincide el alcalde de Alozaina, Antonio Pérez, quien insiste : «No podemos cometer los mismos errores otra vez». La empresa Texlencor «vivió un apogeo en los años 70 y 80 en la comarca, pero la deslocalización de la producción a países como China significaron su declive», explica el regidor quien ya ha pedido a las administraciones públicas que declaren la producción de equipos de protección sanitario de interés estratégico, lo que permitiría tener un mínimo de productos básicos garantizados en España, en lugar de comprarlos a China solo por que los costes de fabricación sean menores. Eso permitiría mantener los puestos de trabajo y seguir creando riqueza en el municipio.

El dueño de Texlencor dice no estar nada cerrado y que actualmente se encuentran en periodo de conversaciones. De hecho , han remitido cartas al presidente de la Junta de Andalucía y a todos los organismos pertinentes que puedan escucharles y entender la situación por la que están pasando. «Puede darse el caso de que en unos meses nos vuelvan a contactar para reactivar la producción, pero está claro que con las personas no se puede jugar de esta forma», recrimina.

La producción de un millón de batas que se han confeccionado durante unos 9 meses y que supuso a Texlencor contratar a 60 personas con dos o incluso tres turnos en un pueblo de 2.000 habitantes

«Nosotros hemos estado muchos años trabajando en esta cooperativa haciendo prendas. La fábrica se cerró por falta de carga de trabajo y hemos estado vagando de un trabajo a otro y en el desempleo muchos años. El día que nos llamó Santi fue como si nos tocase la lotería. Volvieron las ilusiones pero ahora es como si nos hubiesen dado un puñetazo», explican Juana Chaves y José Miguel Rodríguez, un matrimonio afectado por el cierre de la fábrica textil.

Por ellos y por el resto de trabajadores, el pueblo de Alozaina se movilizó en defensa de los puestos de trabajo y para pedir al SAS una rectificación con el objetivo de conseguir la continuidad de la empresa. También están llevando a cabo una recogida de firmas en change.org

Una esperanza rota

En 2020 Texlencor contaba únicamente con dos empleados y se vieron abocados al cierre debido a la mala situación del sector textil a causa de la escasez de demanda. Sin embargo, cuando Cardivais, la empresa malagueña de fabricación de productos sanitarios con sede en el PTA subcontrató parte de la producción a varias empresas, entre ellas a esta de Alozaina, para fabricar batas de protección para el SAS ante una situación excepcional y una crisis sanitaria sin precedentes donde se terminaban las reservas, volvió a surgir la esperanza. La producción de un millón de batas que se han confeccionado durante unos 9 meses y que supuso a Texlencor contratar a 60 personas con dos o incluso tres turnos en un pueblo de 2.000 habitantes.

«No podemos depender únicamente de los países de fuera, lo que pedimos es que al menos el 50% se compre en Andalucía donde hay empresas que pueden hacerlo perfectamente», reclama el empresario

Pero a finales del año pasado, el SAS comunicó a Cardivais que en 2021 cancelarían el pedido porque la intervención estaba poniendo reparos, al no haber habido concurso público de por medio, y porque ya tenían sus almacenes llenos de nuevo con la reanudación del abastecimiento por parte de otros proveedores, según cuenta el director de operaciones de Cardivais, Francisco Roca.

Apoyo parlamentario

El pasado jueves, la Comisión de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades del Parlamento de Andalucía aprobó por unanimidad una Proposición No de Ley (PNL) presentada por el PSOE de apoyo al sector textil sanitario de Alozaina, Álora y Cuevas Bajas. La propuesta contó con enmiendas del PP y de Cs, que fueron aceptadas.

En concreto, la comisión aprobó que el Parlamento de Andalucía instará al Consejo de Gobierno andaluz a apoyar la producción del sector textil sanitario en Andalucía en general, y en Alozaina y Cuevas Bajas en particular, promoviendo que otras administraciones adquieran estos productos, sirviendo de impulso para la reactivación económica de Andalucía y de garantía de abastecimiento de productos de primera necesidad y de carácter estratégico.

También salió adelante instar al Consejo de Gobierno a realizar las gestionas oportunas para declarar Producto Estratégico el material sanitario; y, además, a que ponga en marcha una estrategia específica para apoyar a aquellas empresas andaluzas que promuevan el empleo, especialmente de mujeres, vinculado a la fabricación de material sanitario, evitando que se vuelva a producir una deslocalización como la sufrida durante la pandemia de coronavirus hace justamente un año.

De igual modo, fue aprobado que el SAS, «con absoluto respeto a la legislación sobre contratación vigente y de acuerdo con sus necesidades» promoverá la industria andaluza en la contratación de productos sanitarios, tal y como viene realizando, con la finalidad de garantizar los equipos de protección necesarios a sus trabajadores sanitarios.

El parlamentario socialista que defendió la proposición no de ley, Francisco Conejo, recordó que hace un año, en plena pandemia, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, «abogó por el autoabastecimiento de material sanitario fabricado en Andalucía para no depender de mercados exteriores ni de otras comunidades autónomas y aseguraba que el futuro de la economía de la comunidad pasaría por apoyar de manera firme y decidida al tejido empresarial desde todas las administración públicas». En sus manos está ahora que el futuro del sector textil, de decenas de empleos y de familias de Alozaina no penda de un hilo.