Sequía

Alozaina clama al cielo

El municipio de la comarca de la Sierra de las Nieves saca el domingo en procesión a San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, para pedir al santo que interceda para que llueva lo más pronto posible ante la severa y persistente sequía que padece el olivar

Los olivareros ruegan a San Isidro que bendiga los campos con la lluvia.

Los olivareros ruegan a San Isidro que bendiga los campos con la lluvia. / Jose Miguel Sepulveda

Josemi Sepúlveda

Es el grito desesperado de un pueblo cuyo principal motor económico es la aceituna de mesa, la apreciada y valorada Aloreña. En un gesto de fe y desesperación, este pasado domingo, las familias de esta localidad sacaron a la imagen de San Isidro para pedirle lluvia ante los malas previsiones de futuro de su principal sector.

La necesidad y la fe se unieron en una procesión rogativa que llevó al santo hasta los campos para enseñarle la preocupante situación. Delante del santo los vecinos gritaban e imploraban "Agua, San Isidro mira nuestros campos" a la vez que sonaban cencerros y rociaban agua delante de las andas. También rezaban "San Isidro bendito patrón de agricultores bendice nuestros campos y nuestras labores".

La tradición de las rogativas se remontan a la Edad Media. Los hombres y mujeres del campo siempre están pendientes del cielo porque la riqueza de la lluvia hace prosperar a estos pueblos. Por lo tanto la rogativa a Dios, por intersección de San Isidro, tiene este sentido. Es verdad que en una sociedad con grandes avances y medios tecnológicos nos puede parecer que este medio no tenga valor. Pero tiene un valor profundo antropológico pues une a todos bajo los buenos deseos de la comunidad, explica José Luis Bellón, párroco de la localidad, profundamente preocupado, que recogió e hizo suya esta petición de la dirección de la cooperativa agro-olivarera Copusan, que asocia a la mayoría de los olivareros de la comarca.

A pesar de que el olivo es uno de los árboles con mayor resistencia a las sequías comienzan a resentirse en uno de los momentos más importantes en su ciclo vital anual: la floración. Hace unas semanas que estos árboles explosionaron con su floración, la trama, que serán las futuras bolitas verdes y que si no llueve pronto y de manera abundante las aceitunas no prosperarán causando un desastre económico a las familias de este municipio. Según el presidente de Copusan, Antonio Dueñas "la situación con la que nos encontramos es pésima total, más claro agua".

Producción

El olivo tiene como característica una alternancia en su producción de aceitunas, un año da una cosecha amplia y al siguiente aporta una cosecha moderada "este año todos los olivos están cargados de trama no hay más que salir a pasear por el campo y en algunas zonas ya se pueden ver las pequeñas aceitunas, que si no reciben agua - aclara-, acabaran secándose, cayéndose al suelo y por tanto perdiendo un año que podría ser excelente. Podríamos tener uno de esos años buenos en la producción pero como desde ahora a junio no llueva lo vamos a perder todo", declara el presidente de Copusan, una cooperativa que recepciona normalmente en cada campaña entre 2,5 millones a 2,7 millones de kilos de Aloreña. La anterior campaña solo recibieron un poco más 800.000 kilos de aceituna verde y este año si no llueve "el pueblo va a perder muchos millones de euros. Una ruina, un desastre". Pero el olivo, sin agua, se va a resentir y esta situación de baja producción del olivar va a repercutir en los próximos años.

Copusan, suministra millones de botes en distintos formatos a medianas y grandes empresas del sector Horeca y de la distribución alimenticia, etiquetadas con las propias marcas o bajo otras conocidas marcas. Un negocio que peligra pues los grandes supermercados "pueden buscar nuevos mercados. Aunque ya estamos trabajando en alternativas para no dejar desabastecidos a nuestros clientes", afirma Dueñas.

Este año hidrológico en Alozaina se han registrado la ridícula cantidad de 366 litros por metro cuadrado. El futuro del olivar, sustento de muchas familias pecheras, depende del cielo al que en la pasada tarde del domingo 30 de abril, con una elevada temperatura, miraron los olivareros de una de las joyas gastronómicas de la provincia con denominación de origen protegida.