Opinión

Cartas al director

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Ministros quemados, no pringados

Uno de los resúmenes más importantes, al menos para las personas de bien, de la actual remodelación ministerial del PSOE, es que salen algunos ministros quemados, pero no muchos pringados, por la moción de censura unánime de los demás partidos del Parlamento, como fue el caso del anterior Gobierno del PP. Más grave aún: el PP tenía la mayoría absoluta y, por tanto, la responsabilidad absoluta, mientras que el PSOE ha tenido que conformarse, porque así se lo ha impuesto por dos veces el pueblo español, con gobernar en minoría y admitir también como socio de gobierno, entre otros tampoco fáciles cuyo voto parlamentario necesitaba, al ya por fortuna ido Iglesias, con el que Sánchez declaraba, con toda razón, como se ha visto, no poder ni dormir tranquilo. Por si todo eso fuera poco, Sánchez, como en los demás países, ha tenido que bandear una crisis sin precedentes, la más grave, sanitaria y económica, de los últimos tiempos, que a tantos dirigentes ha quemado. Ojalá mejore con él o con otro timonel -al que no excluye mi optimismo; soñar es barato- nuestras vidas. Pero lo que la experiencia más reciente muestra ser muy temerario es imaginar racionalmente que podamos mejorar con la vuelta de un PP, aunque se mude de sede o, una vez más, de presidente; por más que su portavoz tenga el valor de proponerlo ya hoy. Recuerde este Almeida que «Lo que Fulano dice de Zutano dice más de Fulano que de Zutano». Olvidar la experiencia tan reciente sería nuestra mayor locura.

Diego Mas. Málaga