Opinión | Crónicas de Málaga

Queda inaugurada la temporada electoral

La lucha en la capital se centra por ver quién será el número dos de la lista del PP en la capital

Imagen del Ayuntamiento de Málaga.

Imagen del Ayuntamiento de Málaga. / José Antonio Sau

Quedan poco más de 18 meses para las próximas elecciones municipales: serán, Dios mediante, en mayo de 2023. Y, de momento, todo el mundo niega que se hagan encuestas de partido. El lunes pasado, en la Cadena Ser, Elías Bendodo, consejero de Presidencia del Gobierno andaluz, además de darle una larga cambiada a Ayuso por venir a Andalucía a decirle al presidente de la Junta que vuele libre, dijo que el mejor candidato a la alcaldía de Málaga es Paco de la Torre. Más o menos ya lo sabíamos: que el alcalde repetiría como cabeza de cartel del PP. La pelea va a estar en el número dos. Susana Carillo, actual portavoz del equipo de gobierno, ya ha dicho que vuelve al sector privado y, desde ahí, seguirá trabajando por que vengan a la ciudad proyectos de innovación y relacionados con la alta tecnología. Lo del alcalde de Estepona parece que es una querencia de De la Torre que no ha terminado de cuajar, y mira que lo ha intentado. Y se habla de otros muchos. Habrá que ver. Yo he escuchado los nombres de algunos gerentes. De algún gerente, más bien. Lo cierto es que, después de que PP y Cs no consiguieran sacar adelante esta semana los presupuestos andaluces, el escenario electoral en Andalucía es inminente y Pedro Sánchez, el rey mago que repartirá los fondos europeos a quien le dé la gana (buena parte será, no lo duden, para Cataluña y otras regiones periféricas o realidades nacionales marca ACME), podría aprovechar para hacer lo mismo si la situación económica, engrasada por la situación del coronavirus en Europa, sigue empeorando. Las municipales no se pueden adelantar, pero habrá espectáculo, no lo duden: el alcalde siempre da juego y es el rival a batir, Daniel Pérez, ahora secretario provincial del PSOE, tendrá una nueva oportunidad de asaltar la Casona del Parque y en Cs parece claro que la cabeza de cartel será Noelia Losada, quien está enfrascada en un intento por diferenciar el discurso naranja del del PP, de forma que en sus áreas, sobre todo en Cultura, está hablando de patrimonio más que de museos franquicia, y tiene posiciones heterodoxas en relación al Astoria, por ejemplo, y en cuanto a Urbanismo, sobre la Torre del Puerto. Parece haber emprendido un camino similar al de Pérez: del sí al hotel al quizás no. El no queda, por cierto, cerca de ahí. Falta saber qué pasará en Unidas Podemos. Parece que Paqui Macías quiere liderar la lista. ¿Están en IU contentos con la confluencia en Málaga? Habrá que verlo en las próximas semanas. En fin, las luces de la candela electoral, esa hoguera de las vanidades que habría dicho el irreverente Tom Wolfe, ya está encendida y brilla como una pepita de oro en la penumbra de una cueva. Lo que nos queda de aquí a mayo de 2023 es venta de gestión, de la poca que se haya podido hacer de asuntos ordinarios y la mucha que, sin duda, se ha efectuado en cuanto a temas relacionados con la pandemia. En el PP andaluz, por cierto, los vientos son favorables a Juanma Moreno, que ya controla el cortijo en la Administración autonómica y en toda la región y cuya moderación ha recibido el premio de la confianza, al menos entre sus correligionarios. Flaco favor, le hicieron, por cierto, los del PP nacional trayéndole aquí la candela de papeles en la que se ha convertido la lucha por el poder de la formación en Madrid.

En clave de ciudad, de gestión pura y dura, el edil de Urbanismo, Raúl López, dijo el lunes en la radio que habrá una escenificación sobre el pacto del Guadalmedina entre la Junta y el Ayuntamiento antes de las próximas autonómicas, acuerdo que adelantamos aquí. Hay a quien no le gusta escuchar que el río es una cicatriz hídrica. Bueno, es que estando como está, sí lo es, le pese a quien le pese. Es indigno que el Guadalmedina continúe así. Cuando cambie su fisonomía con una intervención ya sea más o menos amable, tal vez deje de serlo. A mí me gustaría ver el cauce renaturalizado al 100%, como defienden los ecologistas, pero lo que hay ahora es indigno de una ciudad como esta. Hay que actuar. La idea de Junta y Ayuntamiento pasa, según parece, por renaturalización al norte de Armiñán y puentes plaza y soterramiento del tráfico de las dos avenidas aguas abajo: 250 millones de euros, salvo rebaja de última hora. Es difícil que eso pueda llevarse a cabo, pero a ver cuál es la letra menuda del acuerdo que será, sin duda, al menos un avance sobre lo que ya hay ahora.

Por otro lado, parece que se lanzan las promotoras a construir edificios de ‘coliving’ para los llamados nómadas digitales. Se ha anunciado en octubre uno en el PTA y esta semana se ha dado licencia para otro en Hacienda Cabello. El auge tecnológico que parece vivir la ciudad (eso dicen) podría favorecer este tipo de construcciones para quienes vienen a currar para el mundo desde Málaga o para quienes enganchan en una empresa de esas punteras, ya sea en el PTA o fuera. Hay quien dice que todo esto genera un auge de los precios del alquiler. Estoy casi seguro de que así es. Me llamó la atención que uno de estos de edificios de ‘coliving’ tuviera un portal separado. Eso podría hacerse también, tal vez, con las viviendas turísticas, ¿no? Ya ocurre en otros sitios. El pasado viernes, por cierto, se encendieron las luces de Navidad en todos los distritos. Si son de su agrado, disfrútenlas. Traten de ser felices.