Opinión | Tribuna

Tirando del Copo

De niño en la playa veíamos sacar el copo y nos arrimábamos y tirábamos como podíamos para ayudar. Los pescadores siempre repartían algo de pescaíto por la ayuda. Esa práctica tan típica en Málaga y ya no permitida (por la protección de los alevines de peces que viven en la orilla) viene a ilustrarnos sobre la situación en la que estamos por la crisis pandémica. Este Gobierno y todos los ciudadanos nos hemos puesto a ‘tirar del copo’ de la recuperación sanitaria, social y económica. Bueno, todos no. El PP de Pablo Casado y Juanma Moreno no sólo no se han arrimado a tirar del copo, sino que han hecho lo posible para que entre todos no sacáramos al final la codiciada pesca. El Gobierno lo ha hecho todo teniendo a la oposición del PP en contra, hasta incluso pactos, como el reciente de la reforma laboral, la primera con consenso de todos los agentes sociales desde la transición. Siempre en contra, de la compra de vacunas, de que vinieran los fondos europeos, de los acuerdos y pactos, incluso incumpliendo de forma reiterada la Constitución no renovando el poder judicial. Mientras el Gobierno, tirando del copo, como todos.

Así la política de compra y distribución de vacunas ha supuesto un éxito a nivel internacional, no sólo del Gobierno, sino de España en su totalidad, gracias también a la responsabilidad de la población española y malagueña en particular. Es para estar orgullosos de nuestro país y de nuestra sanidad pública. Y la negociación y llegada de los fondos europeos, que marcarán una mejora económica y social sin precedentes. El esfuerzo ha sido continuo.

Y en Málaga no ha sido poco. 750 millones de euros invertidos por el Gobierno en ERTES en la provincia para proteger a trabajadores y empresas, 226 millones de ayudas para autónomos sólo en 2020 (por primera vez en la historia con ayudas directas), 3.200 millones en financiación ICO, entre otras muchas medidas para el tejido productivo.

Pero este Gobierno es consciente de que el pescaíto no llega a todas las familias. Una sociedad en la que se pase hambre o necesidad no se puede considerar avanzada. Por eso hemos aprobado el Ingreso Mínimo Vital, que en la provincia llega ya a más de 18.000 familias. Y cuidamos a las familias también por las prestaciones por permisos por nacimiento y cuidado de menor con 72 millones de euros en la provincia contabilizado hasta septiembre. Eso entre otras muchas prestaciones.

Pero aún ha habido dinero también para inversiones como el nuevo acceso a Benalmádena, el metro de Málaga, las obras de mejora del aeropuerto, la nueva depuradora de Nerja, las inversiones y mejoras en el puerto de Málaga, y la mejora continua de la red de carreteras del Estado.

Hemos invertido en seguridad para que nuestra provincia sea más segura, ampliando las plantillas de Policía Nacional y Guardia Civil (a los que por fin con este Gobierno se ha avanzado en la equiparación salarial).

Hemos aprobado la declaración de la Sierra de las Nieves como Parque Nacional, después de muchos años para conseguirlo, asunto de vital importancia para nuestra provincia, que viene a reconocer un espacio natural único en el mundo.

Y nos hemos comprometido con un proyecto tan ilusionante como la Exposición Internacional de 2027 para Málaga. El apoyo es firme y el Gobierno va a trabajar intensamente para que Málaga sea la candidata elegida. Y es que las mayores inversiones en la provincia de Málaga siempre han venido con gobiernos socialistas.

Como decía el gran Manuel Alcántara «Hay propósitos que no se cumplen jamás y se renuevan de año en año, de día en día. A veces duele el hecho de su no realización, es cierto, pero tienen la ventaja de que acompañan mucho. Por el contrario, otros proyectos logran cumplirse y hacerse realidad y entonces se mueren de repente y dejan de ser proyectos. El hueco que dejan lo ocupan inmediatamente otras aspiraciones, otros deseos, otros propósitos; que el caso es ingeniárselas para vivir con esperanza». La esperanza se da cuando se avanza, cuando se consiguen retos, cuando «se mueren los proyectos» al cumplirse. La esperanza, como los proyectos, mejor si son compartidos. Como hacíamos de niños en la playa con los pescaores, con ilusión de echar una mano, de ser útiles. Seguiremos trabajando para salir de esta, esperando que los que no quieren, alguna vez se arrimen. Siempre hay un hueco para ayudar, sin excusas. Como cuando tirábamos del copo.

Subdelegado del Gobierno en Málaga