Opinión | MÁLAGA DE UN VISTAZO

Lo que mola

Proyecto municipal de la parcela de Repsol.

Proyecto municipal de la parcela de Repsol. / josé antonio sau. málagaj.a.s.

Parrilla de salida electoral y un enjambre de políticos buscando hueco para liderar cabeza. Comienzan los proyectos, promesas, alardes de transparencia, gestión, programas…, para que al llegar a la meta cuatrienal, poco esté realizado, o se haya desbaratado, tergiversado, malgastado, desaprovechado…y, otra vez, los programas cual papel mojado. Desconozco la proporción de aciertos y desatinos de cada gobierno municipal, autonómico o estatal y aunque existen proyectos transformadores en su ámbito con cada gobierno, desgraciadamente las pifias suelen recordarse con mayor intensidad porque hieren a perpetuidad, si no se remedian.

En estos lodos preelectorales mola mucho pavonear lo pro en democrático, igualitario, tolerante…, y así, por ejemplo, sorprende que ningún proyecto de ciudad se someta a consulta popular (Torres Repsol, Guadalmedina, plan de movilidad, bicis públicas, Astoria…) pero haya salido una propuesta para la Torre del Puerto. Intuyo que gran parte de la población no tiene ni ganas de informarse para forjarse una opinión o se deja llevar por la corriente, así ocurrió con el brexit (los europeos nos estamos olvidando de las desgracias y penurias que pasaron nuestros antepasados para lograr paz, igualdad, tolerancia, derechos…). Hay una legión de expertos y opinión pública desaconsejándola y otra de políticos y especuladores defendiéndola. Está claro: No construirla. La democracia funciona cuando la población tiene conciencia de que debe realizar un esfuerzo para informarse, ser objetivos, honestos y, además, contar con la responsabilidad de los políticos, que deben jugar limpio, para no sufrir resultados indeseables irreversibles. La participación ciudadana es crucial previa información, debate, ideas y requerir cierto esfuerzo al ciudadano para votar proyectos, por ejemplo, con cuestionarios como los del Proyecto EDUSI (Lagunillas).

Participar y votar con cabeza, no con vísceras.