Opinión | En redes

Elon Musk quiere Twitter

Elon Musk.

Elon Musk.

El dueño de Tesla y promotor de la exitosa empresa aeroespacial Space-X, el adorado Elon Musk, ha hecho un par de movimientos sorpresa en Twitter, acaparando portadas y dando lugar a conjeturas de todo tipo. Primero anunció que ya era el propietario de más del 9% de la compañía. Y poco después lanzó una oferta pública hostil sobre las acciones, para sacarla del mercado y hacerla completamente privada. Es decir, suya.

Diversos medios han amplificado el mensaje de Musk, que se proclama defensor de la libertad de expresión. Olvidan sin disimulo que las relaciones de los multimillonarios con las reglas básicas de la democracia son complicadas. El magnate Rupert Murdoch -protector del expresidente Aznar- es un verdadero emperador en el ámbito de la desinformación y el uso de los medios de manera sucia y torticera. Mark Zuckerberg convirtió Facebook en una maquinaria implacable de diseminación de noticias falsas y mensajes de odio. Y respecto a Jeff Bezos, que adquirió The Washington Post, se ha probado que Amazon invirtió enormes cantidades de dinero para impedir la sindicalización de sus trabajadores, un derecho constitucional en todos los países del mundo. Es curioso que su medio haya alertado sobre los riesgos de que una red social pertenezca a una sola persona.

The Wall Street Journal ha señalado que para Musk el problema es la censura, y no el acoso. Aún se pueden recordar los vaivenes en el precio de bitcoin a cada tuit de Musk, que maneja a su antojo a sus 82 millones de seguidores. ¿Es eso lo que busca? Cientos de estudios académicos demuestran que las redes sociales no han servido para mejorar el debate democrático, ni para aumentar el vínculo de los ciudadanos con las instituciones que nos gobiernan. Para la extrema derecha, la idea de libertad de expresión equivale a la posibilidad de difundir bulos, insultar a los adversarios políticos y acosar a quienes les plantan cara con impunidad y anonimato. Lo llaman transgresión, que queda más elegante. ¿Qué puede salir mal?

Una de las visiones más sugerentes la aporta Clare Duffy, para la CNN. Musk es muy popular en esta red social y lo que quiere, sobre todo, es mantener su situación. La red se amolda a su personalidad. Ahora que sabemos en qué se ha convertido Rusia después de años dominada por multimillonarios sin escrúpulos, con los medios entregados a la causa, conviene estar alerta. El inolvidable Tony Benn, siempre crítico con el poder, estaría espantado. Lean lo que decía.

Suscríbete para seguir leyendo