Opinión | TRIBUNA

Laurentino Heras Montoya

Manolo Garvayo: in memoriam

Concentración de los vecinos de El Perchel en la calle Montalbán.

Concentración de los vecinos de El Perchel en la calle Montalbán. / AIM.

Familias, que aún viven en El Perchel, luchan para evitar ser desalojadas de sus viviendas. De los balcones y ventanas de las calles Montalván, Arco, Huerto de la madera, Malpica, Callejones del Perchel… penden numerosos letreros con la inscripción «El Perchel no se vende. No a la especulación urbanística. Viviendas dignas y accesibles». El Grupo madrileño Dazi Capital ha enviado misivas exigiendo a los vecinos el desalojo inmediato, pues no renovará los alquileres (algunos de ellos de carácter indefinido). Son «familias en situación precaria y sin apenas recursos». Dazi Capitalha dejado caer su proyecto: construir viviendas turísticas en los 17.000 metros cuadrados de la superficie adquirida. Esta noticia me ha traído a la memoria, el recuerdo del pintor Manolo Garvayo (luchador incansable por la rehabilitación de este barrio con tradición marinera, personajes ilustres y hombres aguerridos… y «citado por Cervantes en el Quijote»). También del arquitecto Salvador Moreno Peralta, que dejó plasmado en planos «lo que pudo ser El Perchel, de haber sido integrado en la urbe malagueña». Sí, esta noticia me ha traído a la memoria a Manolo Garvayo, al que admiro por su arte. Este recuerdo lo expreso en los siguientes interrogantes:

1. ¿Qué diría Manolo, si estuviera entre nosotros, de esta especulación y exigencias a las familias que aún residen en El Perchel? ¿Qué diría, desde la «La Quinta del Sordo», su estudio todavía ubicado en Callejones del Perchel núm. 6? Digo todo esto porque fue una persona que hizo denodados esfuerzos por la rehabilitación de este barrio ancestral y marinero… pero que la intransigencia política y la piqueta destructiva pudieron más. Hoy el recuerdo del Perchel lo tenemos únicamente en las obras que él nos ha dejado: aguafuertes, telas al óleo, acuarelas, estampas sobre papel a plumilla y aguada, esculturas, etc.

2. ¿Por qué no se acogió la oferta de Manolo Garvayo - «Maqueta de Proyecto de Monumento en memoria del Perchel»- para ser ubicado en lo que hoy es «Glorieta Albert Camus»? Descripción: «sobre dos columnas acabadas en arco, entre una bandada de palomas que vuelan sobre las crestas del mar, una figura femenina, mitad mujer y mitad sirena levanta su mano derecha ofreciendo un puñado de flores, mientras el otro brazo aprieta contra sus senos a una niña, que también ofrece flores» (SUR, 19-06-1960, p.5). De ser acogido, contaríamos con una obra importante, simbólica y bella del artista nacido en el barrio (28-12-1911) y fallecido en el mismo, la primavera de 1983).

3. ¿Es posible dedicar una sala de exposiciones en el Convento de San Andrés, recientemente rehabilitado, para contemplar en ese digno espacio, el extenso mundo fantástico de este hombre de pro? ¿De sus recuerdos, costumbres, escenas trágicas y sublimes, esculturas…? Sería la gran ocasión de contemplar, tanto a propios como a extraños, lo que fue este barrio ya desaparecido y admirado por los malagueños. Cito personajes como: «Juan el Lagartija», «El niño de los pájaros», «El Piyayo» … Recuerdos: «La calle Arco», «Plaza Mamely», «La casa de los pájaros» … Numerosísimas escenas costumbristas: «El copo», «La percha», «La murga» … Esculturas policromadas: 2El Perile», «El pescador»,»Antonio vendedor de muñecas» … Y copiosos libros publicados e inéditos: «Muerte de Ignacio Sánchez Mejías», «Don Quijote de la Mancha», «Las toreras de Maruña’», etc. Manolo Garvayo tenía colgado en su estudio los versos de Neruda: «Déjenme solo con el día. Pido permiso para nacer».

Profesor honorario de la Facultad de Ciencias de la Educación CC de la Universidad de Málaga

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