Opinión | MÁLAGA DE UN VISTAZO

Querer, poder y hacer

Qué difícil a veces hacer lo que uno quiere, por mucho que quiera o incluso aunque pueda, al menos de forma teórica, por capacidad o posibilidad, cuánto cuesta en ocasiones ponerse con algo que nunca se empieza, porque uno se acostumbra o acostumbró a no hacerlo, a posponerlo siempre, a tenerlo en la lista de cosas pendientes como si ese fuera su verdadero lugar y ahí debiera seguir, intacto, señalándonos. Hay elementos de esa lista, de las cosas que siempre queremos hacer y finalmente nunca hacemos, que parece que no serán tachados ningún día, como si nos quisieran recordar - o quisiéramos nosotros-, lo incapaces que en muchas ocasiones somos para llevar a cabo cosas de las que por otro lado somos muy capaces.

Será que nos pasamos también el día realizando tareas que no queremos, pero que a la vez no podemos dejar de hacer, ya sea por obligación, costumbre, responsabilidad o inercia, el día se nos llena o nos vacía de acciones y decisiones que no van con nosotros, que nos alejan o desgastan por el camino. Y cuánta energía se necesita para cambiar el curso del día, para mover la dirección de la rutina, cuánta fuerza de voluntad se requiere para realizar lo que uno quiere. No sé si querer es poder, pero aun queriendo y pudiendo nos son pocas las veces que no hacemos nada. Cuándo -por ejemplo- terminaremos con los incendios que acaban con todo, con medidas preventivas, con recursos a la altura, o cuándo dejaremos que el cambio climático nos cambie por fin a nosotros para empezar a frenarlo. Tal vez no falta energía ni voluntad, y es cuestión de seguir queriendo para cuando llegue el momento, pero a veces uno espera de más y ya no llega nada, a veces es la paciencia la que nos hace perder una a una todas las oportunidades hasta dejarnos sin ninguna.

Suscríbete para seguir leyendo