MÁLAGA DE UN VISTAZO

Adalides de la democracia

Angelines de Lorenzo

Angelines de Lorenzo

Llevamos muchos años de sinsabores políticos, ora A, ora B. Es que da igual, porque parecen buscar en el fondo lo mismo: Poder, posición, influencia…, la gobernanza aderezada de ideales será la excusa, aunque hay muchos políticos que quieren hacer bien su trabajo, pero casi que no les dejan. Confiamos que con cada proceso electoral mejorarán la política y los políticos, pero nada, parece una quimera. Es impresionante la concatenación de despropósitos que nuestro Gobierno acumula, con la soberbia como muestra de superioridad de la nueva ‘casta’, palabra-consigna como otras que tanto gusta invocar para atemorizar a la ciudadanía sobre ciertos gobernantes, gobernados o temas, como las manidas: fascista, comunista, machista, franquista, patriarcado…, si bien, quienes eligen invocar los fantasmas que esconden, parece que se han mimetizado con ellos y se muestran tan intolerantes, intransigentes y excluyentes como los mentados. Lo peor de todo es que no rectifican ante el error y la ignorancia, que camuflan con pertinaz defensa de supuestos valores como si fueran sus ideólogos, aunque no los practican, pues están para darnos lecciones, no para aprenderlas. Nos quieren iracundos, desinformados, adoctrinados preocupados y distraídos… con lo sencillo que es tenernos a todos contentos procurando mantener la paz social y un atisbo de prosperidad. Es vergonzoso y peligroso gobernar con las vísceras. Esto está extendido a cualquier ámbito y color. Tener valía en un cóctel político con según qué compañías y decisiones te la diluye. Así las cosas, ¿Quién quiere entrar en política? Si eres empático, juicioso, crítico, luchador, valiente, honesto, educado, multidisciplinar, comunicador, capaz de formar equipos competentes y pertenecer o liderarlos con humildad y templanza…y priorizas el bien común, aplica urgentemente en un partido sin complejos de sumar talentos y renovarse, o créalo, por favor. Se necesita intelecto, responsabilidad y honor: Adalides de la democracia.

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