Málaga solidaria

Cualificación y empleo juvenil, un sueño que se consigue con esfuerzo

Pedro Fernández García

Pedro Fernández García

Hace un par de meses me sentía decepcionado y desmotivado por la situación de desempleo en la que me encontraba. Creía que lo tenía todo tras cursar un grado universitario y que alcanzar ese nivel de estudios me llevaría a conseguir mi sueño de independencia laboral; pero nada más allá de la realidad: Tendría que afrontar ahora unas oposiciones como vía para conseguir un puesto de trabajo y mejorar antes mi situación económica y soportar así el coste de su preparación.

Me refugié en casa buscando nuevas opciones de empleo hasta que me inscribí en el Sistema de Garantía Juvenil, donde encontré formación relacionada con la hostelería que me llamó la atención. Era un sector que me asustaba debido a sus condiciones laborales y sacrificio pero, a pesar de ello, quise arriesgarme y empezar una nueva aventura, aunque sabía perfectamente que podría encontrarme pequeños obstáculos en el camino.

Con el inicio del otoño comencé dicha formación en la Asociación Arrabal AID dentro del Plan Integral de Cualificación y Empleo (PICE) que la Cámara de Comercio de Málaga desarrolla dentro del Plan de Garantía Juvenil financiado por el Fondo Social Europeo. Este curso se dividía por un lado en una formación transversal, con un total de 65 horas lectivas que contenían temáticas relacionadas con la empleabilidad, el manejo de inglés y la adquisición de competencias digitales y, por otra parte, en un contenido técnico de 120 horas para descubrir las distintas funciones en un bar-restaurante.

Confieso que, al principio, desconocía el término asociación, pensaba que era un grupo de individuos que se reúnen con un fin o un lugar de ocio para personas mayores, pero me equivocaba totalmente. Es mucho más que eso. El apoyo y acompañamiento de profesionales como Estefanía León y su equipo me han brindado no sólo una red de recursos para mejorar mis competencias profesionales, también han favorecido mi desarrollo personal desde su cercanía y comprensión en todo momento.

En este periodo de aprendizaje he descubierto no solo las claves de un oficio sino a nutrirme de todas las experiencias y saberes de cada uno de los participantes junto a todo el equipo de Arrabal-AID. Realmente, todos me han aportado algo y, lo más importante, han contribuido a generar mayor confianza en mí mismo para afrontar con éxito un proceso de selección, dominando la expresión verbal y corporal y distintas herramientas para facilitar el acceso al mercado laboral. La intermediación de la asociación me permitió acceder a entrevistas y ofertas en algunos de los restaurantes más conocidos de la ciudad. No negaré que estaba nervioso e intranquilo, no sabía a quién mirar entre tantas personas cualificadas, pero manteniendo la calma, para mostrar las habilidades adquiridas durante el curso, pude demostrar mis conocimientos hasta el punto de no sólo conseguir un empleo, sino disfrutar hoy de una jornada completa.

Mis últimas palabras de este artículo quiero dirigirlas a quienes como yo hace unos meses se encuentran perdidos o desorientados ante tanto dato o información falsa en internet. Luchar por nuestro futuro sólo depende del esfuerzo y tesón que pongamos en ello y, en momentos de flaqueza, de la capacidad de acudir a los servicios que como el PICE de la Cámara de Comercio de Málaga están para ayudarnos a crecer, por dentro y por fuera. Los sueños se cumplen, pero debemos perseguirlos y luchar por ellos.

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