En corto

La inocentada de Zelensky

Pedro de Silva

Pedro de Silva

Las bromas siempre han tenido mala prensa y, como la peor prensa posible es el silencio, el reto de Zelensky a Putin para zanjar la guerra en combate singular ha pasado casi en blanco. Frente a la siniestra gravedad de Putin, empeñado en entrar en la historia como restaurador de la Gran Rusia, Zelensky, sin perder el humor, ya ha pasado a la historia como creador de una nación. Aunque Putin desde luego no sea un imbécil, en él manda la astucia sobre la inteligencia, una perversión de libro, pues la primera es un instrumento de la segunda, no al revés. Putin, además, debe de ver incompatible el humor con la crueldad extrema de la que quiere hacer gala, cuando en realidad el humor más negro que existe es celebrar con bromas la fiesta de los Santos Inocentes (un crudelísimo infanticidio masivo). El hombre cree que para ser tipo duro hay que ir de serio pero en el fondo también es al revés.

Suscríbete para seguir leyendo