Cartas de los lectores

Maite Santolaria

Agua

Si tuviera 573 millones de presupuesto y un cargo público haría tres cosas:    1) Contrataría arquitectos paisajistas para que diseñaran varios proyectos de jardines con plantas crasas, de las que necesitan poca agua y así sugerir pasar a un tipo de jardín sin césped que necesita mucha y constante. Paisajes digamos más autóctonos con materiales como el barro, el canto rodado, pérgolas, la madera, marquesinas… Y les pediría que utilizaran plantas de todos los desiertos del mundo, que las hay bellísimas, verdes y aromáticas. Plantas xerofíticas de los cinco continentes. De esta manera, ahorraríamos un recurso tan valioso como es el agua. Propondrían ideas (a través de la televisión pública…) para cambiar a otra estética diferente a la utilización del césped. Y de paso nos ahorraríamos el ruido del cortacésped a las 8 de la mañana y a la hora de la siesta.   2) Organizaría un equipo de ingenieros para que diseñaran un artilugio con buen diseño que, colocado al lado de la alcachofa de la ducha, calentara el agua de forma instantánea. Lo vendería a precio de costo y así nos ahorraríamos mucha agua. Miles de hogares dejando el grifo abierto hasta que ésta sale caliente… no es rentable.   3) Buscaría manantiales por el campo, con agua buenísima, que se pierde. Guardar/ canalizar…   Señores... ¡que no tenemos agua! Y aquí estamos con discusiones bizantinas como en aquel Bizancio, con el turco a la puerta y dentro de la ciudad, debatiendo sobre el sexo de los ángeles.   Estas pequeñas sugerencias son granos de arena frente a la privatización del agua o a la rotura de pantanos, pero sea cara o barata, hay que medir y cuidar su consumo.   Desde aquí insto al director del periódico para que abra una sección con ideas sobre cómo invertir 573 millones de euros (presupuesto del Ministerio de Igualdad), en algo productivo para nosotros y para nuestros descendientes. ¿Sostenible?