Málaga solidaria

La inversión de impacto, una oportunidad para la economía social

José Antonio Naveros

José Antonio Naveros

El concepto de inversión de impacto que estos días convierte a Málaga en capital mundial de la economía social conlleva hablar de futuro, del modelo de sociedad que queremos construir y de los pasos que tenemos que dar hoy para consolidar mañana el Estado del Bienestar con una perspectiva más inclusiva e integradora, para que nadie quede atrás. Confieso que a veces nos complicamos en exceso para explicar el verdadero alcance de esta herramienta financiera, que a grandes rasgos puede explicarse como aquella inversión que más allá de la lógica rentabilidad económica busca también un beneficio colectivo, una repercusión positiva para el conjunto de la sociedad. Es decir: ganancia sí; pero con impacto positivo en el medio ambiente y en la sociedad.

A modo de ejemplo, tienen cabida todas esas inyecciones dinerarias promovidas por fondos de inversión, plataformas de microfinanzas, aceleradoras de startups sociales, comunidades de ahorro colectivo y otros sistemas que aplican criterios sostenibles para un mejor aprovechamiento de los recursos naturales, que reducen los efectos contaminantes y contribuyen a combatir los efectos del cambio climático. Además del respeto al medio ambiente, las causas sociales que afectan a las personas, especialmente aquellas en situación de mayor vulnerabilidad, constituyen el otro gran eje sobre el que gira la inversión de impacto. Combatir el desempleo y favorecer la inclusión social, romper la brecha digital, garantizar la igualdad de oportunidades y el acceso a la educación o fomentar el envejecimiento activo son algunas de las múltiples luchas que pueden salir beneficiadas con la aplicación de esta fórmula.

La celebración de la cumbre #GSGSummit de la mano de Spainnab con un millar de líderes sociales y económicos, los encuentros previos organizados por el Centro de Innovación Social La Noria de la Diputación de Málaga o los conversatorios que en breve se pondrán en marcha en el Centro InnoSocial Málaga ODS impulsados por el área de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Málaga y la Asociación Arrabal-AID están sirviendo de referencia y estímulo para la consolidación del ecosistema emprendedor y de innovación social de Málaga y su provincia, para transformar nuestra economía y hacerla más social. 

Si bien todo esto es cierto, también lo es que la administración en sus distintos niveles, sobre todo a nivel local y autonómico, debería dar un paso dentro de su ámbito competencial y utilizar la contratación pública para la consecución de objetivos sociales. Falta voluntad política para fortalecer los contratos reservados que permitirían favorecer la participación en determinadas licitaciones a Centros Especiales de Empleo, Empresas de Inserción y programas de empleo protegido. Es momento de apoyar desde el sector público el esfuerzo de estos modelos empresariales y del propio Tercer Sector que, en muchos casos, están detrás de ellos, con una herramienta política como la contratación pública que contribuya de forma decidida a la generación de empleo para las personas más vulnerables de nuestra sociedad. 

En Málaga estamos trabajando, para poner en marcha un proyecto piloto que incentive este modelo de colaboración público-privada, y que ayude a consolidar y avanzar al ecosistema de emprendimiento social de nuestra provincia. 

Bienvenida sea la inversión de impacto, de impacto positivo para la sociedad y el medio ambiente. Esperemos que venga a sumar, a multiplicar los recursos para hacer frente a los numerosos retos a los que nos enfrentamos, a ayudar al cumplimiento de la Agenda 2030. Tenemos desde las entidades sociales que avanzar en la medición del impacto, y poner en valor lo que hacemos y lo que aportamos a la sociedad, y aprender a relacionarnos con estos nuevos actores.

Es el momento, y no podemos dejar pasar esta oportunidad, para reivindicar el papel de miles de pequeñas entidades sociales y emprendedores sociales que pegadas al terreno hacen una labor ingente por mejorar cada día la vida de las personas. No pueden ni deben quedarse atrás, habrá que buscar mecanismos para que todas las causas, todas los actores por muy pequeños que sean tengan su oportunidad y su espacio. Y exigir que la filantropía y la inversión social desde lo público sigan aportando cada vez más porque solo así iremos avanzando hacia una sociedad más justa e igualitaria.

Bienvenidos a todo el ecosistema mundial de inversión de impacto a Málaga. No desaprovechen la oportunidad para conocer e involucrar al ecosistema local. Y sobre todo apoyen el trabajo que ya venimos haciendo y ¡multipliquemos el impacto!