Punto final

Djokovic: nadie como él

El serbio, ganador de veinticuatro grandes, más que nadie, sigue a lo suyo. Intratable, inalcanzable a pesar de la buena pinta de los jóvenes que irrumpen

Djokovic, durante la segunda semifinal de la Copa Davis entre Italia y Serbia en el Carpena

Djokovic, durante la segunda semifinal de la Copa Davis entre Italia y Serbia en el Carpena / Gregorio Marrero

Santiago Aparicio

Cada año da la sensación de que todo puede cambiar. Que casi definitivamente el nuevo orden va a irrumpir en el circuito. La nueva generación llega fuerte y ha echado a un lado a la camada precedente, también prometedora, que ya se disuelve y que pasa por el tiempo sin pena ni gloria o sin capacidad de dar un vuelco al tour, a cada temporada. Al final, desde hace tiempo, es lo mismo. Sigue el de siempre.

A la espera de Rafa Nadal, al que se aguarda con esperanza y con expectación, nadie es capaz de instalarse a la altura de Novak Djokovic, que cerrará el 2024 como número uno del mundo, que habrá alcanzado las 400 semanas en la cima del ranking.

El serbio, ganador de veinticuatro grandes, más que nadie, sigue a lo suyo. Intratable, inalcanzable a pesar de la buena pinta de los jóvenes que irrumpen aunque no lo suficiente como para cuestionar la autoridad del balcánico.

La retirada de Roger Federer y el arrinconamiento provisional de Nadal han dado vía libre a Djokovic. El jugador de Belgrado, de 36 años, icono de la mejor época de la historia del tenis, de un dominio sin igual solo compartido con el helvético y el español en el reparto de éxitos y la que lidera el italiano Jannik Sinner junto a Carlos Alcaraz.

El transalpino y el español, y ocasionalmente también el danés Holger Rune, han relegado al rincón de pensar a otro puñado de prometedoras raquetas a las que no les ha terminado de dar lo bastante para inquietar el reinado de los tres magníficos.

La tiranía de Djokovic, Nadal y Federer, sostenida en el último lustro por el balcánico y el español, perdura desde hace dos décadas. De los 79 Grand Slam disputados en los últimos veinte años, solo catorce de ellos se le escaparon al ‘big three’. Tres fueron para el británico Andy Murray y otros tantos para el suizo Stanislas Wawrinka. Alcaraz ha conseguido amarrar dos recientes. El resto, irrupciones ocasionales que no tuvieron continuidad, desplazados por la voracidad interminable de los tres grandes.

Djokovic, 36 años. Alcaraz, 20. Sinner, 22. Ninguno amenaza ante el mejor nivel del balcánico, con veinticuatro Grand Slam a pesar del año y medio arrinconado por su negativa a vacunarse contra el covid que le dejaron fuera de magnos torneos que podía conquistar.

98 trofeos en el circuito alumbran su recorrido; cinco menos que Roger Federer y once por debajo del estadounidense Jimmy Connors que se retiró con 109, más que nadie en lo que va de historia. Este 2023 añadió siete. Uno más que Alcaraz. Los Masters 1000 de París y Cincinatti, el torneo de Adelaida, el Abierto de Australia, el de Estados Unidos, Roland Garros y ahora el torneo de Maestros.

Se aferran los nostálgicos a la entrada en escena de Nadal, a un anuncio de vuelta a las pistas de tenis que caerá en los próximos días. Casi un año después esperan al balear, en una buena versión, a su mejor nivel, para hacer frente al tenista serbio, para incomodar al balcánico y cuestionar la dictadura impuesta que no parece poder derribar ninguno de los demás rivales, ni los prometedores. Como antes. Como tiempo atrás.

Con más de 50 victorias y solo seis derrotas a lo largo de este 2023 ha aterrizado Novak Djokovic en Málaga para liderar a la selección de Serbia hacia una nueva Copa Davis. Aspira a un nuevo éxito, esta vez por equipos, y acabar como campeón del mundo tal y como sucedió en el 2010, cuando llevó al combinado serbio a lograr la primera y, hasta ahora única, ensaladera de su historia. Volvió a una final tres años después, pero cayó contra el combinado de República Checa.

Va a echar el cierre al 2023 allí. En el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena. Como gran referente, icono del tenis actual. Como número uno inamovible en la cercanía del 2024, año olímpico, en París. La única cita donde le queda por triunfar.

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