Tribuna

Por difíciles que sean los caminos

Cabalgata de los Reyes Magos en Marbella.

Cabalgata de los Reyes Magos en Marbella. / RTVA Marbella

Francisco Moyano

Francisco Moyano

Desde hace dieciocho años, el indicador de la llegada de la Navidad a Marbella, junto con la inauguración del alumbrado, es el bazar de Navidad de Cáritas, con el objetivo de recaudar buena parte del presupuesto que permitirá a las siete Cáritas parroquiales del término municipal hacer frente a la pobreza que no cesa durante todo el año.

El origen de esta organización solidaria y caritativa en Marbella, se encuentra en un programa radiofónico que, en los años sesenta, emitía la emisora sindical Radio Marbella, impulsado por su director, Juan Carlos Reina Lozano. Por otra parte, las campañas navideñas, desde la radio y con la eficaz colaboración de los radioaficionados, tan activos en la época, fue una constante hasta la década de los ochenta.

Como ejemplo ilustrativo de lo que acontecía en aquella pequeña ciudad que era Marbella, nos remontamos al año 1967, cuando la Junta de Festejos municipal estaba presidida por Francisco Palma Sánchez, quien además era presidente el equipo de fútbol Atlético de Marbella. Sería alcalde cuando, tras la muerte del dictador, dimitió de su cargo Francisco Cantos Gallardo.

El vicepresidente era Francisco Lorenzo Cuevas; secretario, Gaspar Fernández Jiménez; vicesecretario, José Montañez Aguilar; tesorero, Enrique Nieto Cantos; contador, Eduardo Asenjo Aramburu. Como vocales aparecían los miembros de la Comisión de Fiestas del Ayuntamiento.

De los diecisiete componentes de la Junta de Festejos, solamente uno era mujer: María del Carmen Romero Conde, conocida como «Carmita» Romero y delegada en Marbella de la Sección Femenina.

Había sido aquel año de 1967 el momento para emprender el ensanchamiento de la carretera de la Costa.

Entre los muchos aspectos de carácter social que se habían producido, el año se inició con la donación a la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación de una talla del Cristo de la Paz, por su propietaria Ana de Pombo. Se dijo que la imagen era del siglo XIII y procedía de la capilla familiar en Ampudia (Palencia). La donación coincidió con el aniversario del fallecimiento del hijo de la donante.

Tanto la Semana Santa, como la feria en honor de San Bernabé, transcurrieron con brillantez. En el terreno educativo se produjo una novedad importante: a comienzos de octubre se procedió a la inauguración del curso escolar en el Instituto Técnico de Enseñanza Media y Laboral; fue el primer año en el que pudieron matricularse para realizar el bachillerato alumnas; hasta entonces solamente lo podían hacer los varones.

Era director del centro el profesor de Química, Vicente Ramón Ortega y la lección inaugural la pronunció el profesor de inglés, Pedro Falcó Molina, disertando sobre la educación en los Estados Unidos.

Prácticamente con el inicio del curso, las jugueterías comenzaron a exhibir el tradicional cartel de «se apartan juguetes». Establecimientos de la época eran Cintrano, Pichi, Rivera, Almacenes Córdoba o la delegación en Marbella de los almacenes Félix Sáenz, de Málaga.

La Junta de Festejos comenzó a preparar la Navidad, donde no iba a faltar la Cabalgata de los Reyes Magos. El presidente de la Junta, Francisco Palma, habló para los medios de comunicación, asegurando que «ningún niño de Marbella quedará este año sin juguetes». Añadió que «los Reyes llegarán a todas partes, por difíciles que sean los caminos». Anunció la salida de la Cabalgata de Reyes, patrocinada por la Obra Sindical de Educación y Descanso, a la que él pertenecía, pero se encontraba presidida por Antonio Robles, delegado comarcal.

Se organizó un belén viviente en el Paseo de la Alameda. Años más tarde esta iniciativa sería retomada por las Hermanas Maldonado, convirtiéndose en un acontecimiento clásico de la Navidad marbellense.

La Junta de festejos calculaba que el reparto de juguetes beneficiaría a unos quinientos niños. Los meses de otoño y de invierno eran duros para la ciudad, de manera que el Ayuntamiento estaba organizando una «embajada artística» a los países nórdicos para atraer al turismo, promocionando la excelente climatología.

Para la segunda quincena del mes de enero organizaron las Fiestas del Sol, con idea de interesar a turistas diferentes a los que acudían a la ciudad en la temporada de verano. El Ayuntamiento publicó diez mil folletos promocionales a color que fueron enviados a países como Portugal, Francia, Bélgica, Italia, Alemania y Holanda. Entonces, como ahora, el estreno de año era tiempo de balance y de propósitos.

Cronista Oficial de Marbella