Málaga de un vistazo

Sol y lluvia

Angelines de Lorenzo

Angelines de Lorenzo

Has dormido del tirón con un sueño reparador y por fin tuviste ganas de dar un salto de la cama sin aplazar la alarma. El espejo no te aparta la mirada como de costumbre, sorprendido de no encontrar las ojeras que ensombrecen tu ánimo a diario. Te vistes sabiendo que un sol deslumbrante te besará la cara y apartas tu primer conato de angustia por disfrutar de los rayos de sol con el diluvio de sequía que nos ahoga, pero te concedes el placer de regodearte a su encuentro. Hoy te saltarás el atasco de exabruptos por ir en bici y poner tu granito de arena en la amalgama de tus convicciones. ¡Qué bonita despierta Málaga!

Para pedalear sin percances ni rodeos hasta el carril bici, atajas (como buen malaguita) por la acera con cuidado. Un tipo fumando, con cascos de móvil, vocifera absorto sobre sus negocios mientras arrastra un perro peligroso que se tira a morder tus ruedas y el tipo te grita como un animal que eres un animal y que estás obligado a ir por carretera; mientras tanto, su animal sin bozal defeca y ahí queda. ¡Esto no te arruinará el día, caramba!.

Continúas y te deleitas con el horizonte, pero atisbas unas obras que lo destrozará… paras a recoger tu optimismo, reanudas y… pinchas; atas la bici a un poste para recogerla con el coche, pero te lo encuentras chocado y sin datos del perpetrador. Un tornado te devuelve al poste, pero la bici no está… ¡Ladrones!.

Vas a explotar, suena el móvil: la Policía Local tiene un informe del accidente, gracias al alma caritativa que vio la fuga del conductor y perdió su tiempo para abrir la puerta a Santa Justa… Sonríes: ¡Gracias altruistas con principios, sois sol y lluvia!