Especial 28F

Reflexiones del 28 de febrero

Escolares hacen sus tareas en un centro educativo.

Escolares hacen sus tareas en un centro educativo. / L. O.

Francisco de la Torre

Francisco de la Torre

La celebración del 28 de febrero de 1980, día en el que el pueblo andaluz mostró una clara voluntad de alcanzar una autonomía que permitiera llegar al máximo autogobierno, y por la vía más rápida que la Constitución de 1978 establece, es un momento muy oportuno para subrayar la importancia de habernos dado entre todos una Constitución que nos garantiza derechos y libertades y cuyos valores de libertad, justicia, igualdad y pluralismo político deben inspirar toda acción de gobierno y de convivencia entre los españoles. Una Constitución que debemos por tanto respetar, reforzar y nunca debilitar.

La Constitución ha permitido cambiar un Estado muy centralista en un Estado descentralizado y la autonomía andaluza es un buen ejemplo de ello, aunque eché de menos, en el inicio del desarrollo del Título VIII de la Constitución y por tanto también en el inicio de la construcción del Estado de las Autonomías, un impulso descentralizador, que hubiera permitido que muchas de las competencias que han quedado en el ámbito autonómico hubieran pasado al ámbito local (inspirándose en el principio de subsidiariedad que orienta la organización administrativa de todos y cada uno de los Estados de la Unión Europea). Siempre he dicho que ya que no se hizo así en los años 80, la única solución a ese déficit descentralizador es la cooperación leal y transparente entre el ámbito regional y local. Felizmente esa cooperación hoy se produce y conocemos que inversiones recibe cada provincia, o conocemos si pueden existir o no Fondos Europeos para tal o cual proyecto, por ejemplo.

Autonomía significa responsabilidad en lo que se refiere a las competencias que cada gobierno regional tiene y saludo con satisfacción la labor del actual Gobierno andaluz que se esfuerza en dar respuesta a los retos que nuestra región tiene y que avanza en su consecución. Del 2019 al 2022 hemos pasado del 74,1% al 74,9% en la renta per cápita andaluza respecto a la nacional y es bueno recordar que desde 2008 al 2018 retrocedió 2,6 puntos del 76,7% al 74,1%.

Nos queda todavía un largo camino por recorrer, pero observo que sobre los atractivos naturales que Andalucía ofrece para retener y atraer talento se trabaja con acierto en añadir políticas impulsoras de equipamientos y de infraestructuras que incrementan la capacidad natural de atracción y de dinamismo del territorio andaluz.

Desde la ciudad de Málaga nos esforzamos en realizar nuestra tarea lo mejor posible y en convertirnos en uno de los polos más dinámicos de nuestra Comunidad. Potenciamos el turismo pero también potenciamos la innovación y la vocación tecnológica de nuestra ciudad, nos esforzamos en dar respuesta al reto de la sequía colaborando con otros municipios, así como al de la movilidad también con una cooperación supramunicipal y al de la vivienda con una visión metropolitana que nos permita ofrecer el máximo de pisos en venta y en alquiler para que los precios no estén tensionados, impulsando al máximo las de iniciativa municipal.

Creo que cada 28 de febrero es inevitable hablar del necesario impulso a la educación en todos los niveles. Comenzando por infantil y primaria, siguiendo por secundaria, bachiller y formación profesional y terminando en la Universidad. El interesante estudio de Historia Económica del Banco de España sobre “Capital humano y desigualdad territorial” nos ilustra sobre las consecuencias de un nivel de alfabetización bajo en el siglo XIX en el Sur de España comparado con el Norte de España, o más aún comparado con los países del Norte y Centro de Europa y las consecuencias actuales en el siglo XX y XXI en relación al desarrollo económico. Ese estudio, que debiera ser libro de cabecera de los gobernantes de todas las administraciones españolas, nos demuestra la necesidad de una reforma y mejora de nuestro sistema educativo, sobre todo en primaria y secundaria, inspirado en lo que hicieron en Finlandia el pasado siglo.

La reforma debiera haberse planteado en los años 80 poco antes de entrar en la Unión Europea para preparar nuestro capital humano en relación al movimiento de personas y capitales. Y todo ello, sin olvidar el valor inmenso que hubiera tenido el incremento del principio de igualdad y cohesión social que se deduce de una educación de calidad para todos.

Finalizo recordando que en Málaga colaboramos con los Gobiernos Nacional y Regional en esta materia impulsando la Formación Profesional dual y facilitando la llegada de centros de enseñanzas media y superior que den más posibilidades de mejoras a nuestros jóvenes y a toda la población con necesidad de aprender o fortalecer sus aprendizajes anteriores. Un buen ejemplo de ello son las facilidades que hemos dado para que llegara el Campus “42 Málaga Fundación Telefónica”, que está abierto desde hace dos años en el Polo Nacional de Contenidos Digitales.