Opinión | Tribuna

Colectivo 'Vecinos de Málaga'*

Ruido, el gran problema de esta ciudad

En un día como hoy, de concienciación sobre el ruido, 'Vecinos de Málaga' pretende concienciar a la sociedad en general y a nuestras instituciones públicas en particular, sobre la importancia del ruido como cuestión de salud pública y de convivencia

Medidor de ruido en calle Tomás de Echeverría, Huelin.

Medidor de ruido en calle Tomás de Echeverría, Huelin. / Álex Zea

Hoy, miércoles veinticuatro de abril de 2024, se conmemora el Día Internacional de la Concienciación sobre el Ruido.

El ruido enferma, daña gravemente la salud de las personas. No es una mera molestia o simple incomodidad. El ruido constituye un auténtico problema de salud pública, serio y grave.

La contaminación acústica es una amenaza y un peligro para la salud humana, como acredita la comunidad científica internacional y así reconoce la Organización Mundial de la Salud o la Agencia Europea del Medio Ambiente.

En Europa, el ruido es el segundo factor de riesgo medioambiental para la salud más importante, por detrás de la contaminación atmosférica.

La exposición al ruido no sólo puede dañar nuestro sistema auditivo, sino que es capaz de provocar toda una larga lista de perjuicios para la salud: trastornos del sueño, alteraciones cardiovasculares, respiratorias o metabólicas; causa afectaciones neurológicas y psiquiátricas diversas, además de agravar las enfermedades que previamente se puedan padecer.

El ruido empeora, acorta y pone en riesgo nuestras vidas. Su impacto negativo sobre nuestra salud física y mental es enorme.

Además, los ciudadanos afectados por el ruido ven a menudo vulnerados y lesionados algunos de sus derechos constitucionales y fundamentales.

Hace apenas un año, en mayo de 2023, se constituyó el colectivo 'Vecinos de Málaga', integrado por asociaciones vecinales de cinco barrios distintos de Málaga: El Palo, Huelin, El Soho, El Romeral de Teatinos y el Centro Histórico - unidas todas por problemas comunes, uno de ellos el ruido. Ruido que padecen muchos vecinos de estos barrios derivado, fundamentalmente, de actividades de hostelería diurna y nocturna (terrazas, bares con música, discotecas, etc.), eventos, festivales o músicos ambulantes.

En un día como hoy, de concienciación sobre el ruido, 'Vecinos de Málaga' pretende concienciar a la sociedad en general y a nuestras instituciones públicas en particular, sobre la importancia del ruido como cuestión de salud pública y de convivencia.

Resulta obligado reflexionar y preguntarse por el estado actual de la situación en materia de contaminación acústica en nuestros barrios.

El Ayuntamiento de Málaga debería ser la primera institución en estar concienciada de la magnitud del problema, sirviendo de ejemplo al resto de la sociedad; sin embargo, la gestión municipal del ruido en Málaga deja mucho que desear.

Este Ayuntamiento fue condenado recientemente, en una sentencia histórica, demoledora y ya firme, con pronunciamiento del Tribunal Supremo incluido, porque su acreditada inactividad frente al ruido, vulneró los derechos constitucionales de un grupo de vecinos denunciantes, afectados por el ruido generado por las actividades de hostelería del entorno de la Plaza Mitjana.

Más de cien calles de la ciudad, entre el Centro Histórico y Teatinos, están declaradas Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS). En algunas de estas calles, se han producido hasta tres declaraciones ZAS en los últimos veinte años, expresión de un problema serio, profundo, duradero y todavía no resuelto.

Las medidas adoptadas al amparo de dicha Declaración ZAS fueron, de manera deliberada, extremadamente tibias y descafeinadas. El ruido no sólo no remite en estas zonas, sino que persiste y se extiende.

El verano de 2022, el barrio de Huelin estalló por los insufribles ruidos originados por la hostelería de la zona, que llevaban padeciendo los vecinos durante años, lo que dio lugar tiempo después al inicio de la tramitación de la Declaración ZAS, no sin descontento vecinal por dejar fuera de la misma, a la calle Río Rocío.

En el Centro, vecinos de la plaza San Francisco reclaman al Ayuntamiento ser protegidos del ruido de las discotecas de la zona y en los barrios del Soho o El Palo el problema del ruido se reproduce en sus calles.

El pasado otoño, comprobamos con asombro, que en pleno corazón ZAS de Teatinos, el Ayuntamiento autorizaba un festival de varios días duración, con grupos y bandas de música atronadora en directo al aire libre, en plena calle, a escasos metros de una residencia de mayores y en una zona próxima al Hospital Clínico Universitario.

La aplicación de las normas y leyes que ya existen, es poco rigurosa y eficaz, como acredita la sentencia Mitjana, pero además, para mayor agravamiento, se ha conocido recientemente, que el Ayuntamiento de Málaga lleva aplicando desde 2014, un “criterio interpretativo” de la Legislación sobre Ruidos, mediante una Instrucción Técnica, de dudosa fundamentación medioambiental, científico-técnica y jurídica, que en su aplicación práctica supondría una desprotección grave de las personas afectadas por el ruido.

El panorama es desolador. Esta situación no es producto del azar, es consecuencia de las políticas medioambientales que se aplican, tiene responsables y sin duda alguna, alguien no está haciendo bien su trabajo. El Ayuntamiento de Málaga no puede eludir su máxima responsabilidad en el control del ruido ni un minuto más.

Queda todavía mucho trabajo por hacer en materia de concienciación sobre el ruido en la ciudad de Málaga. 

*El colectivo 'Vecinos de Málaga' está integrado por las asociaciones vecinales de cinco barrios distintos de Málaga: El Palo, Huelin, El Soho, El Romeral de Teatinos y el Centro Histórico