Centro Histórico

Piden la ejecución forzosa de la sentencia por ruido en la plaza de Mitjana

La Asociación de Vecinos Centro Antiguo y los afectados denuncian que el Ayuntamiento de Málaga no ha cumplido y que el ruido se sigue produciendo

Eugenia Lara, Carlos Carrera, Óscar Agudo y José María Serrano durante la rueda de prensa de esta tarde.

Eugenia Lara, Carlos Carrera, Óscar Agudo y José María Serrano durante la rueda de prensa de esta tarde. / Álex Zea

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El pasado 14 de abril los vecinos de la plaza de Mitjana que ganaron un juicio al Ayuntamiento de Málaga han instado al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 6 a la ejecución forzosa de la sentencia firme que obliga al Consistorio a adoptar «medidas eficaces que eliminen el ruido» en la plaza de Mitjana, informó ayer en rueda de prensa el abogado de los vecinos, José María Serrano

El letrado señaló que desde el punto de vista del Consistorio, el ruido en la plaza quedó eliminado el 14 de marzo de 2020, cuando se decretó el estado de alarma por la pandemia, una postura que consideró «absurda porque no se han tomado medidas que eliminen el ruido sino que se produjo un paréntesis por una cuestión de fuerza mayor, porque cuando acabó el estado de alarma, el ruido volvió incluso más agravado», a raíz de la «manga ancha» a los locales para compensar por los días cerrados.

El abogado recalcó que, en la actualidad, el ruido «sigue permaneciendo exactamente igual» e informó de que tras realizar mediciones acústicas se ha hecho esta petición al juzgado para la ejecución forzosa de la sentencia.

José María Serrano consideró «empezar la casa por la ventana» el que el Ayuntamiento haya indemnizado a los vecinos demandantes cuando es algo secundario y lo primordial es acabar con el ruido en la plaza de Mitjana. 

La Asociación de Vecinos Centro Antiguo hizo este anuncio esta tarde, 26 de abril, Día Internacional de Concienciación contra el Ruido. Su presidente, Carlos Carrera, subrayó que el ruido «es un problema de salud, de vulneración de derechos y Málaga expulsa a los vecinos» y recordó que se produce en numerosos barrios de la ciudad y empuja a una larga «batalla legal». 

A este respecto, informó de que a raíz de haber ganado esta sentencia contra el Ayuntamiento, confirmada en diciembre pasado por el Tribunal Supremo y que calificó de «muy esperanzadora», han sido numerosos los vecinos de varios puntos del Centro Histórico que han acudido a la asociación a informarse por si toman el camino de los juzgados ante los problemas de ruido. 

«Coacciones y falsas promesas»

Uno de los vecinos que ha ganado el juicio contra el Ayuntamiento ha sido Óscar Agudo, que ha recordado que en los años del trámite judicial no han faltado coacciones de algunos propietarios de «locales afectados» ni tampoco «falsas promesas del alcalde». Para este vecino, la actuación municipal para acabar con este problema siempre ha sido una «labor cosmética» y el problema no ha acabado: Se siguen superando los limites permitidos de decibelios en la plaza de Mitjana, recalcó. 

El caso de Torremolinos

También estuvo presente en la rueda de prensa Eugenia Lara, abogada de los vecinos de la plaza de la Nogalera (Torremolinos), que han ganado al Ayuntamiento de esta ciudad un juicio por exceso de emisiones acústicas y debe indemnizar a los perjudicados, aunque explicó que la sentencia aún no es firme. 

Eugenia Lara reiteró que el del ruido es un problema «que afecta a los derechos fundamentales» y lamentó que todavía existe en España «una tolerancia social» frente a él. Además, subrayó que el carácter turístico de un municipio no puede convertirse en «una patente de corso» para vulnerar derechos fundamentales

Medidas para atajar el ruido

Preguntado el abogado de los vecinos de la plaza de Mitjana, José María Serrano, de qué manera puede cumplir de forma efectiva el Ayuntamiento la sentencia, puso como ejemplo el procedimiento que llevó su bufete con los vecinos de El Copo, en Torre del Mar, que se inició en 2001 y el Tribunal Supremo terminó sentenciando en 2008 de forma «demoledora, fundamentalmente porque obligaba a indemnizar hasta tanto no se eliminase el ruido, fijando una indemnización por cada vecino y cada año y se acabó el problema».

De cualquier forma, consideró que bastaría con cumplir la ley y destacó que «el problema no es el uso de los locales sino el abuso de los negocios. Si respetas los límites no debería haber ningún problema y el Ayuntamiento lo que tiene que hacer es que se cumpla esa normativa», argumentó.

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