Con traje negro y banda verde, ese es el uniforme tradicional con el que los hermanacos portan a las sagradas imágenes que ayer Lunes Santo salieron por las calles de Antequera. La cofradía de los Estudiantes, un año más, llevó a cabo su estación de penitencia destacando el orden con el que suelen organizar la procesión y el modo de mecer los tronos al son de las marchas procesionales.

La banda de cornetas y tambores de la Veracruz de Almogía acompañaba al paso de palio del Nazareno de la Sangre, único Cristo que en la Semana Santa de Antequera procesiona bajo palio y que en unos años obtendrá un segundo bordado, correspondiente al de la Virgen de la Veracruz al tener como proyecto a largo plazo la adaptación del palio de la titular mariana al estilo antequerano con cinco varales por lateral.

La madre de los Estudiantes estuvo acompañada por la banda de música de la Veracruz de Almogía; ambas agrupaciones les acompañan desde hace años creando una fusión entre los miembros de ésta hermandad almogiense y los Estudiantes.

Uno de los estrenos de la noche fue el acompañamiento musical en el Lunes Santo del Cristo Verde por parte de la banda de música de Casabermeja, tal y como se pudo comprobar en la procesión del Cincuentenario que se llevó a cabo de manera extraordinaria el pasado 2 de octubre. Ésta banda ya tiene asegurado el acompañamiento junto a esta cofradía durante los años que restan del mandato de la junta directiva, según nos adelantó su mayordomo, David Artacho.

La cofradía, que ha terminado hace cuestión de meses la celebración de sus bodas de oro tras la Reorganización, se presenta con un templo de San Zoilo casi remodelado por completo y con más ilusión que nunca.

A pocos minutos de la hora estipulada para la salida procesional se reunía la junta de aguas para decidir qué hacer con motivo de la lluvia que hizo su aparición en la ciudad del Torcal sobre las cuatro de la tarde.

La decisión fue bastante clara, tras despejarse el cielo, salir pero acortar itinerario recortando calles al llegar al casco histórico tal como sucediera el Lunes Santo del pasado año.

Pasadas las siete de la tarde, la cofradía estudiantil asomaba por las puertas ante una plaza de San Francisco completamente repleta de fieles que esperaban la salida.

Por la mañana, la hermandad realizó una ofrenda floral en la capilla de la Beata antequerana Madre Carmen, intercediendo para tener un buen día de estación de penitencia. A continuación se adentraron en la casa museo ubicada en el mismo edificio para dejar una petición bajo la almohada de la cama donde dicha beata pasó los últimos instantes de su vida.

Tras cruzar la carrera oficial, los titulares fueron pasando uno a uno por la peatonal y céntrica calle Duranes, donde los hermanacos mecieron cada trono al son de la música, viviéndose unos momentos que se intensificaron notablemente cuando los vecinos que se asomaban a los balcones casi rozando a los tronos realizaban petaladas a las sagradas imágenes.

Antes de cerrar el Lunes Santo antequerano, tuvo lugar el tradicional encuentro entre los tres titulares, acto que se realizó en el interior del templo franciscano cuando la banda interpretó la reconocida marcha Rocío ante una vuelta casi imposible del Nazareno en el interior del templo donde todos los fieles aguardaban este ya tradicional encuentro de intensa emoción.

Lazo blanco a favor de la vida y apoyo a la labor de Cáritas

Las cofradías respaldan la vida como organizaciones dependientes de la iglesia Católica. Ejemplo de ello es el detalle de colocar en la campana de cada trono un lazo blanco. Ésta iniciativa la hemos visto durante los dos días de Semana Santa que llevamos y la iremos viendo el resto de días que quedan de la Semana de Pasión.

Otra iniciativa que las cofradías han acordado de manera unánime en conjunto con la Agrupación de Cofradías y Cáritas Antequera es la apuesta por revalorizar la labor caritativa de las distintas hermandades de nuestra ciudad en la Semana Santa de este año.

Muestra de ello es la integración en el desfile procesional de miembros de Cáritas o de la propia cofradía que llevan en sus manos bandejas petitorias para recaudar donativos de la gente que se encuentra viendo en ese momento la procesión en la calle.

La Caridad y la defensa de la vida son dos de los valores representativos de este año.