Cofradías

El Rocío devuelve la alegría al barrio de la Victoria

La Novia de Málaga repara, con su procesión de Pentecostés, la suspensión de la estación de penitencia del último Martes Santo debido a la lluvia - La Virgen sale sobre un trono que estrena nuevas cartelas con las testas en miniatura de los once apóstoles que recibieron el Espíritu Santo, obra de Juan Vega con joyería de Manuel Fenoll, autres también de una réplica de la Patrona, para el frontal - La acompaña la ya nueva banda del Rocío, tras varios y fructuosos años formando jóvenes músicos en su escuela

Ignacio A. Castillo

Ignacio A. Castillo

La Virgen del Rocío recibe a diario a sus vecinos desde el altar mayor de la blanca ermita que preside en el Jardín de los Monos y que, además de ser el lugar de la primera estación del Vía Crucis al Calvario, es centro de peregrinación en el corazón de la Victoria. Sin embargo, ya por fin llegó la hora de que la imagen de la Novia de Málaga devolviera esta visita a quienes tanto fervor le muestran. Porque a la larga pandemia se ha sumado este Martes Santo la obligada suspensión de la estación de penitencia de la cofradía por culpa de la lluvia y este sábado, con motivo de la solemnidad de Pentecostés, se ha producido el deseado reencuentro callejero con un barrio que la ha recibido como bien merece.

Por ello, banderitas, guirnaldas, flores de papel, mantones y reposteros engalanaban cada rincón por donde iba a pasar la comitiva procesional. Todo preparado para el recorrido glorioso de la Virgen que es la alegría del barrio de la Victoria, tan histórico como aún lleno de vitalidad, gracias quizás a sus cofradías, y que, por tanto, tiene corazón para querer y venerar a sus principales devociones en las que asienta buena parte de su identidad. Y a cada una da lo que le toca y cuando precisa.

Y este sábado era el Rocío la que volvía a converger en su procesión anual con motivo de su festividad. Y tanta espera parece haber merecido la pena. La extensa procesión, con niños de Comunión y hermanos portando cirios, no menos de 150, salía poco después de las seis de la tarde desde la casa hermandad de la corporación, a la que la imagen había llegado en la víspera en discreto traslado desde San Lázaro. Varias salvas de cohetes anunciaban la salida. 

Junio 2022 | Procesión de Pentecostés de la Virgen del Rocío

El trono de la Virgen del Rocío pasa sobre una alfombra de sal en Lagunillas. / Eduardo Nieto

La Virgen iba sobre el trono de Pentecostés que este año ha experimentado un notable cambio con la incorporación de nuevas cartelas realizadas por Juan Vega: la del frontal, una réplica de la Virgen de la Victoria, y la de las esquinas y laterales, las testas en miniatura de los once apóstoles que recibieron el Espíritu Santo y comenzaron a difundir el Evangelio en las distintas lenguas conocidas. El estudio de Manuel Fenoll también ha intervenido en las labores de joyería. 

La Virgen, muy alta, con su halo de la coronación canónica, iluminada por los arbotantes dorados del trono del Nazareno de los Pasos, adaptados para la ocasión, y rodeada de flores: Rosas blancas, manzanilla, astrantia, clavel color té, rosas de pitiminí salmón, uvas, nardos, brunia y lentisco tintadas en oro. En la entrecalle de la escueta candelería, con cera rizada, una imagen de Niño Jesús en Majestad.

Tras largos y fructíferos años como escuela musical formando jóvenes, la ya nueva banda del Rocío acompañaba a su imagen titular tras las andas. Una cruceta de corte alegre para cada mecida, empezando por 'Música para mi Virgen', obra de estreno compuesta por Alfonso López Cortés y que, precisamente, ha regalado la formación a la imagen. 'María Santísima de las Penas', de Pantión, fue la marcha elegida para los primeros metros para llegar a Lagunillas, donde los vecinos tenían preparada una alfombra de sal para la Virgen y que pisó con 'Puerta del Cielo', de Fran Criado, cantada con la letra escrita por Alberto Zumaquero. 

La Virgen del Rocío, a su paso por la calle Victoria durante su procesión de Pentecostés

Miguel Ferrary

No era, sin duda, el único lugar donde la imagen iba a recibir muestras de cariño y reverencias. En Alonso Benítez, Huerto del Conde, Coto de Doñana... las calles llevaban días adornadas y los balcones lucían banderas de España y Andalucía con lemas como 'Flor de las Flores' o 'Reina de San Lázaro'. Vivas y guapas, marchas triunfales, pétalos de flores, aplausos... todos los ingredientes indispensables para convertir en muy grandes y sentidas estas muestras de piedad popular. En realidad, las petaladas, en mayor o menor medida, se sucedían al paso de la imagen practicamente desde cada balcón. 

Tras pasar por la calle Victoria y la capilla del Agua, otro momento destacado de la procesión era la estación que la Virgen realizó en el interior de la Basílica de la Victoria. Patrona y Novia cara a cara. Hasta este punto, el trono llegó con 'Azahar Victoriano' y 'Málaga a su Virgen de la Victoria', enlazadas.

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