Semana Santa Málaga

Un barrio que llora a Nueva Esperanza y Nazareno del Perdón

El Nazareno del Perdón y María Santísima de Nueva Esperanza se ven obligados a volver a su casa hermandad por una tromba de agua pocos minutos después de efectuar su salida

Martes Santo 2022 | La cofradía de Nueva Esperanza se vuelve a su casa hermandad

Ana Barranco

Ana Barranco

Con el cielo aparentemente despejado, pocos minutos antes de las cinco y media de la tarde, la cofradía de Nueva Esperanza, de la barriada de Nueva Málaga, decide efectuar su salida procesional. Hay ganas, muchas, después de dos años de pandemia.

Las dudas sobre la decisión de su Junta de Gobierno se disipan en cuanto, por las puertas de la Parroquia de San Joaquín y Santa Ana, algunos hermanos empiezan a sacar la Cruz Guía y aparece el chorro de nazarenos morados y verdes, junto a las mantillas. 

-"Hemos rezado mucho", decían al aire algunos de los monaguillos. 

En la puerta de la Casa Hermandad no cabe ni un alfiler, todo son aplausos hacía la banda musical de La Zamarrilla que se coloca en su lugar tras la Virgen. 

Con decisión, los portadores empiezan a bailar a su Nazareno del Perdón depositando todas sus fuerzas en agarrarse a los varales dorados. 

El Señor de Nueva Málaga ya está en la calle, por fin. Su madre, María Santísima de Nueva Esperanza, le seguiría poco después, pero empiezan a caer del cielo algunas gotas de lluvia. 

Sobre las túnicas oscuras, aparecen lunares y se abre algún que otro paraguas a pesar de la súplica de los hombres de trono de que no se haga: "Si se moja él, nos mojamos nosotros". 

Empieza a caer más y más pero la Virgen sale gloriosa de su casa hermandad. A su paso, por el rostro de la dolorosa parece que las lágrimas que se deslizan por sus mejillas son de verdad. A pocos metros de San Joaquín y Santa Ana, los hombres de trono se dan la vuelta para llevar a su virgen de vuelta a la cofradía. No hay tiempo siquiera para cubrir las imágenes con plásticos, pero las marchas siguen sonando, mientras los llantos ya no pueden contenerse en los ojos. 

La decisión de salir se tomó poco a las cinco de la tarde. El Hermano Mayor de la cofradía, David Vidal, en declaraciones a este periódico, sostiene: "Llamamos a AEMET y AEMET nos dijo un posible chubasco leve y que después de ese chubasco no habría nada". A lo que añade: "Entonces tomamos la determinación de salir a la hora que teníamos prevista". 

El barrio de Nueva Málaga llora por sus titulares. Sandra Domínguez, jefa de sección del Cristo explica sobre su regreso a la casa hermandad: "Llevamos muchos niños, muchos menores de edad y no se puede permitir tampoco que afecte a la salud, tanto riesgo del equipo material, el trono, los enseres, las tallas de las imágenes y también todo lo que es el cuerpo de nazarenos". 

Respecto a la posible afección de la lluvia a los tronos ha dicho: "Sé ahora mismo que como el trono del señor lleva pan de oro y está mojado no se puede tocar porque se puede dañar". 

En el salón de tronos ya se están realizando las labores pertinentes para poder efectuar la apertura de puertas al público hasta las doce de la noche. 

El lamento de los cofrades de esta hermandad ha intentado ser subsanado con las palabras de apoyo del párroco de San Joaquín y Santa Ana, que ha dado palabras de ánimo a los hermanos y hermanas: "Ha sido una salida con muchas ganas que teníamos de estar en la calle (...). Pero bueno nos ha caído un buen chaparrón, así que no podíamos continuar de ninguna manera. Lo único que he hecho ha sido animar". 

Ha añadido: "Muchas lágrimas por parte de hombres de trono, de niños, absolutamente de jóvenes pero bueno. Hemos hecho lo que teníamos que hacer en ese momento".