Semana Santa de Málaga 2024

La cofradía del Rocío y la bendita incoherencia

Barrio, encuentro, pulsos y mucha juventud en una procesión de la cofradía del Rocío con la que Málaga se volcó de principio a fin

La cofradía del Rocío, en la Tribuna de los Pobres.

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

Paula, Lucía, Carmen, Pablo, Ana, Selena, Gonzalo, Laura, Alejandro, Marco, Pablo, Nayma, Juan Jesús, Victoria… Ninguno supera los 12 años y todos participaron en la procesión de la cofradía del Rocío. Con sus túnicas moradas, blancas o con el alba de monaguillo. Caras de ilusión, abono para una devoción naciente y futuro de una cofradía que se ha convertido en fiel reflejo de su barrio de la Victoria. A su alrededor, padres y madres ilusionados seguían el cortejo en los primeros tramos, comprobando que los niños iban bien (que lo iban). Alberto, amigo de muchos de los que salían, no paraba de repetir a su madre que quería salir con la Virgen del Rocío el año próximo. La madre resignada, asentía. Otros, como Laura, se estrenaba este año como nazarena y había conseguido que su madre se apuntara con ella. Iba unas filas más atrás también con su túnica y capirote. Lo que no consiga una hija… Paula y Lucía iban en el ‘corralito’ del Nazareno de los Pasos acompañados de amigos como Pablo y Ana. Los nervios y la ilusión hacían que sus rostros resplandecieran especialmente. Carmen, más veterana, les ayudaba.

La salida desde la casa hermandad es una fiesta para el barrio de la Victoria. Familiares haciendo fotos o esperando para saludar, vecinos que quieren ver un poco al Nazareno o a la Virgen del Rocío en la calle, niños pequeños pidiendo estampas, grupos de amigos encontrándose en la acera... incluso algún turista haciendo fotos a todo lo que le llama la atención, es decir, a todo. Andar por la calle Altozano o la Cruz Verde era dar dos pasos y pararse para saludar a Trini y Puri con su sobrina Nadia; a Raquel con sus hijos Álvaro y Jesús, a Ignacio con su familia, a profesores del Colegio Maristas, a Adolfo detrás del trono de la Virgen o a la vecina María José con su familia de Madrid. Es un lugar de encuentro, de estar en casa con la Virgen y con Jesús, vecinos también de todos y cada uno de los que estaban en la calle. Todos unidos por Ellos y el barrio de la Victoria como casa común.

El sol de la tarde acompañó la subida del Nazareno y de la Virgen del Rocío por el Altozano y la Cruz Verde. Hubo un par de minutos de ciertos nervios cuando se empezó a notar ciertas gotas que caían. Era una fina lluvia de una nube de paso, pero la experiencia del Domingo de Ramos y del Lunes Santo era demasiado reciente.

Pasado el susto, el morado dio paso al blanco, que iluminó las calles al paso del cortejo. Esas túnicas de blanco impoluto, con largas filas de nazarenos, se convertían en el mejor anuncio del paso de la Virgen del Rocío. Mientras el paso del trono del Nazareno era sereno y elegante. Arrancó el Altozano con la marcha ‘Con Pasión’, de la AM Vera+Cruz, de Almogía. En cambio, el trono de la Virgen del Rocía anda con un paso que es pura alegría sobre los hombros de los portadores, con el tintineo de su palio llamando al público. No deja a nadie indiferente.

La cofradía del Rocío, durante su procesión del Martes Santo de 2024.

Puso del trono de la Virgen del Rocío en la Tribuna de los Pobres. / Miguel Ferrary

Tribuna de los Pobres

No me gustan los pulsos. Creo que hacen que se pierda la esencia de la procesión y descolocan al cortejo. Pero… siempre hay un pero. También reconozco que tengo mis debilidades y una de ellas es la cofradía del Rocío. A ella se lo perdono todo. Uno, dos, incluso el tercero. Ya sea del Nazareno o de la Virgen. Qué se le va a hacer. La coherencia está sobrevalorada y hay que entender a cada uno en su momento y el Martes Santo la Tribuna de los Pobres es de la cofradía del Rocío.

Horas antes de que el primer capirote morado de la sección del Cristo se atisbara al fondo de Carretería, ya había una gran cantidad de público cogiendo sitio en la Tribuna de los Pobres. Tras dos días de suspensiones y de una tribuna desangelada, se vestía con sus mejores galas, que no son otras que un público entregado. Pese a los aforos que este año se han hecho para quitar las bullas (bulla: especie autóctona en peligro de extinción por la persecución de la administración municipal), el público llenaba la calle a la espera de los tronos. Unos mataban el tiempo jugando a las cartas, otros hablaban, miraban el móvil, se hacían un ‘selfie’ o comían pipas. Terelu Campos salió por la ventana de un edificio frente a la Tribuna de los Pobres y la gente le aplaudió. Ella lloraba y señalaba al cielo, recordando a su madre, que era fija en este momento. Este paréntesis rosa se acabó cuando llegó el Nazareno de los Pasos en el Monte Calvario. Ya nada importaba. A paso lento, el trono fue poniéndose de cara a la Tribuna de los Pobres, a su tribuna. Tres toques y pulso. Aplausos y vivas. La comunión completa entre el pueblo y una devoción se vive en estos momentos. La religiosidad popular es cuando alcanza su máxima expresión y cala entre los presentes.

La cofradía del Rocío, durante su procesión del Martes Santo de 2024.

Puso del trono del Nazareno de los Pasos en el Monte Calvario, en la Tribuna de los Pobres. / Miguel Ferrary

Tras el Nazareno le llegó el turno a la Virgen del Rocío. Antes hubo un río de nazarenos blancos que le habrían camino e iluminaban con sus túnicas el paso a la Virgen. Llegó refulgiendo con el plata del trono y el dorado de los bordados. De una belleza que deslumbra.

Empezó a sonar ‘Encarnación Coronada’ interpretada por la Banda de Música del Virgen del Rocío mientras que el trono giraba para poner a la Virgen frente al pueblo. Paso a paso, centímetro a centímetro. Los hombres de trono entonaron el ‘Dios te salve’ de la marcha. El canto fue oración y la oración la elevaron al cielo con tres toques de campana. La Tribuna de los Pobres se hizo rica con este regalo de la cofradía del Rocío.

Y me siguen sin gustar los pulsos, pero...

El Rocío, por las calles del Centro. / Semana Santa 2024 MÁLAGA

El Nazareno de los Pasos, de la cofradía del Rocío, en la calle Echegaray / Miguel Ferrary

Y llegó Echegaray

El paso por la calle Echegaray se ha convertido en emblemática en esta cofradía desde aquel año 2010 en que la cofradía abrió esta calle y la ensanchó para el paso de sus tronos. Catorce años después, ambos tronos entran sin apenas órdenes de los capataces . Ya no necesita ese paso medido de antes, porque el trono pra solo. Se ha metido tanto en el ADN de la hermandad, que han sabido hacer fácil lo difícil.

El Señor entró con una curva elegante y bien trazada. Paso suave y mecida precisa. Lento y recreándose. Poco después le tocaría el turno al trono de la Virgen del Rocío, que enlazó las marchas 'La Madre de Dios' y 'Pasa la Candelaria', bien interpretada por la Banda de Música 'Virgen del Rocío'. Pase adelante, paso atrás. Mecidas al ritmo y éxtasis malagueño. Hay que estar.