En pleno debate sobre el juego interior, llega uno de esos partidos en los que parece que la aportación de los pívots será determinante para poder ganar. Este Chalon que se enfrenta hoy al Unicaja es un equipo curioso. En su Liga basa su juego de ataque en la línea exterior y, sin embargo, en la Euroliga, se apoya más en sus hombres de la pintura.

Jean Baptiste, Lauvergne y, sobre todo Shelden Williams, completan su juego interior, pero es que también postean Schlib y Tchicamboud. O sea, que es un equipo que pisa la «pintura» siempre que puede.

Los aficionados del Unicaja deben estar hoy muy pendientes de Shelden Williams. Fue una gran estrella en la Universidad. Número 5 del draft, inicia ahora en Chalon su primera experiencia en Europa con el objetivo de hacerlo bien para dar el salto a un «grande» de Europa la próxima campaña. Es un buen defensor y su único lunar es que tiene problemas para jugar de espaldas.

Lauvergne es una de las grandes sensaciones del baloncesto galo y a pesar de sus 2.11 puede tirar de 3. Sus dos aleros (Schilb y Evtimov) también pueden jugar de «4». Schilb, que sonó con fuerza el pasado verano para el Unicaja, va casi siempre para dentro. Busca contacto en el poste bajo y después da un pasito atrás para tirar o doblar el balón. Tchicamboud es otro de los jugadores importantes del equipo. Es un base muy físico y también con capacidad para penetrar.

En definitiva, que si el Unicaja quiere ganar, el juego interior tendrá que hacerlo muy bien. Hoy serán fundamentales Fran y Gist para frenar a S. Williams y Lauvergne. La defensa sobre sus interiores será fundamental. Además, pienso que Repesa puede utilizar a Lima como falso «3» para defender a Schilb.

Habrá que estar preparados mentalmente para jugar un partido apretado hasta el final en un pabellón en el que el público apoya mucho al Chalon. Ellos siempre que pierden lo hacen por pocos puntos. Sólo el Maccabi ganó con autoridad y fue porque David Blatt supo contener muy bien a sus torres. Ése es el camino.