Alen Omic protagonizó un gesto que le honra, el más deportivo posible, en toda una final de Eurocup. Con la tensión y las pulsaciones a mil por hora y la Fuente de San Luis apretando a los árbitros, el pívot esloveno cambió una decisión al árbitro que beneficiaba al Unicaja. El partido iba mal, muy mal para el Unicaja: 33-25. Lafayette se jugó un triple que no tocó ni aro. El balón fue al tablero y Omic fue a la lucha por el rebote. El balón rebotó en su brazo y se fue por línea de fondo.

Uno de los árbitros le dio banda y saque de fondo al Unicaja, ante la protesta del pabellón. Omic levantó el brazo y rectificó la decisión del árbitro. El trencilla agradeció el gesto y cambió el signo del balón. De Unicaja a Valencia. Faltaba sólo 1:35 para el descanso. Cualquier otro hubiese aprovechado la ventaja. Pero Omic no lo hizo. Asumió que el árbitro se equivocó y lo rectificó. La Fonteta le ovacionó, Un gesto pocas veces visto en una finalísima.

Sin embargo, en el tercer cuarto, el esloveno fue descalificado. Y, de repente, cambió el partido. Alen Omic, que había firmado la jugada más deportiva, saltó a pista y agarró por detrás a Rafa Martínez. Dicho así, es falta descalificante. Pero lo hizo para evitar que Rafa se encarara con Nedovic, que le había hecho falta. Descalificante al esloveno. Y al vestuario. Omic se marchó del partido a 1:53 del final del tercer cuarto.