A Jaime Fernández, el nuevo fichaje del Unicaja, le hicieron ayer, durante su presentación en el Campus Fundación Unicaja, bailar una canción de moda junto a los 400 niños y niñas del segundo turno del campus, y sus monitores. Antes ya había jugado un concurso de tiro junto a un chico y una chica, de lanzamientos de tres, que ganó él. Y hasta tuvo que responder a las preguntas planteadas por los más pequeños. Un cúmulo de circunstancias que, según confesó el propio madrileño, de 25 años, le llegaron a bloquear un poco porque él es «vergonzoso».

Que Jaime diga de sí mismo que es «vergonzoso» no deja de ser muy llamativo. E incluso sorprendente. Porque en la pista, el base es la otra cara de la moneda. Con el balón en sus manos, el nuevo jugador del Unicaja es un caradura de mucho cuidado. Un jugador que va siempre a mil por horas, que es atrevido, que no deja de inventar, de asistir, de penetrar... con él en la cancha siempre pasan cosas. Y, casi siempre, sorprendentes. Éste es su doble perfil. Tímido en su vida personal, pero arrollador cuando se viste de corto. Una tarjeta de visita que le ha hecho fichar por tres temporadas con el Unicaja, que ha pagado su cláusula de 250.000 euros al Morabanc Andorra, su club de procedencia.

El madrileño, bajo un sol de justicia, fue presentado a las 13.00 horas y pronto zanjó el debate sobre si es base o escolta o si actuará como combo, «porque lo importante es estar en la pista, de uno o de dos», dijo. «En Andorra jugué de base, estoy preparado. Con la selección jugué como escolta. En el Estudiantes, cuando fichamos a Edwin Jackson, fui un escolta de un perfil más defensivo, y cumplí. Hoy en día, los jugadores no se definen si eres base o escolta. ¿Qué es Llull o Doncic? Lo importante es estar en la pista y ayudar al equipo», explicó Jaime, «agradecido a la oportunidad del Unicaja y agradecido al Andorra».

El nuevo jugador verde se mostró entusiasmado por empezar ya. «Tengo ganas de vivir el ambiente del Carpena, ponerme esta camiseta, preparar la pretemporada y estar a tope. Málaga es un grandísimo club, un gran equipo, por tradición, es un escalón más en mi carrera, estoy preparado. A darlo todo, centrarme en poder ayudar y espero que sea una gran temporada. Tengo 25 años, llevo ocho años en la ACB y es el momento adecuado de venir aquí, estoy preparado y con muchas ganas y mucha hambre», comentó.

«Mi objetivo es ayudar al equipo, estar preparado, ser uno más, ayudar, y para eso necesito hacer mi juego al 100 por 100, prepararme y es una cuestión de equipo. Casimiro me dio la oportunidad de debutar, era joven y me trató como uno más. Tiene una trayectoria espectacular», continuó el madrileño, que habló sobre ese cariz «vergonzoso» en su vida privada. «Pero en la pista es diferente. Me desenvuelvo de otra manera. Me gusta jugar con descaro, no le tengo miedo a nada. Es mi juego, alegre y agresivo», prosiguió.

Jaime formará un importante núcleo de jugadores españoles, junto a Alberto Díaz, Carlos Suárez y Dani Díez: «Sí, los conozco personalmente, son grandísimas personas y me llevo bien con ellos. Tener una base nacional es muy bueno. Hay nacionales con mucho nivel, se demostró en las ventanas. He hablado con los tres y tengo una relación magnífica con ellos». El Unicaja paga 250.000 euros por él al Morabanc Andorra, por hacerse con sus servicios. «Andorra también pagó por mí, es algo de este negocio. Ellos me han querido, han considerado que la cláusula era asequible y quiero devolverlo», afirmó Jaime, que no siente presión por ello. Jaime viene, en teoría, para suplir la plaza de escolta «jugón» que dejó Nemanja Nedovic. «Nedovic es Nedovic y yo soy yo. Somos diferentes. Él ha dejado un gran vacío. Somos jugadores diferentes. Hay que hacer borrón y cuenta nueva conmigo. Hay plantilla suficiente para hacer algo bonito». Y sobre los objetivos del equipo, Jaime explicó que no quiere «ponerse límites». «Málaga es un sitio, un equipo de nivel alto y hay que ser ambiciosos, pero tiro de tópico: partido a partido».