El Unicaja se ha movido bien en el mercado este verano. Está por ver si sus apuestas por Kyle Wiltjer, Jaime Fernández y Brian Roberts salen bien o no en lo deportivo, pero lo que nadie puede negar es que la entidad verde ha estado rápida a la hora de buscar recambios a Jeff Brooks, Nemanja Nedovic y Ray McCallum.

Eso sí, encontrar al sustituto de James Augustine para cerrar definitivamente la plantilla está costando mucho más trabajo. Parece que el anuncio oficial del fichaje de Mathias Lessort es cuestión de tiempo, pero por el camino han quedado decenas de ofrecimientos y más de una negociación fallida por diversos motivos.

De hecho, la búsqueda de un pívot para sustituir a Augustine fue la primera operación que trascendió desde los despachos de Los Guindos en esta postemporada. En los primeros días del mes de junio, con el equipo verde recién eliminado de los cuartos de final de la Liga Endesa a manos del Baskonia, surgió con fuerza el nombre de Mike Tobey.

Mientras el club verde ultimaba la contratación de Luis Casimiro como nuevo entrenador verde, el pívot americano del Iberostar Tenerife recibía una propuesta cajista para ser la pareja de Giorgi Shermadini en la pintura verde.

El Unicaja fue el primero en interesarse por Tobey, pero no el único. El Valencia Basket le puso más dinero encima de la mesa y el americano, que fue incluido en el derecho de tanteo por el equipo insular, acabó aceptando la propuesta taronja de cara a la próxima temporada 2018/2019.

Tras perder la opción de Tobey, el Unicaja puso sus ojos en Michael Eric, pívot nigeriano de 2.10 con pasaporte estadounidense, con pasado en la Liga Endesa en el Bilbao Basket y que este último año conquistó la Eurocup con el Darussafaka turco. Eric sólo firmó un año con el equipo otomano, pero su buena actuación promediando en la Liga de Turquía 9,8 puntos, 5,9 rebotes y 10,3 de valoración en 17 minutos, y 7,7 puntos, 5,7 rebotes y 9,3 de valoración, en 18 minutos en la Eurocup, le posibilitaron renovar finalmente con los de Estambul, que jugarán la próxima Euroliga.

Cambio de planteamiento

Tras el «no» de Eric, el objetivo se focalizó definitivamente en pívots que no fueran extracomunitarios, toda vez que las dos plazas que permite la ACB las cubrió el Unicaja con las llegadas de Kyle Wiltjer y de Brian Roberts. Entonces, hubo gestiones más o menos serias con otros jugadores. Uno de ellos, Landry Nnoko. El pívot de 2,08 metros, camerunés y formado en EEUU, jugó este pasado curso en los Grand Rapids Drive de la G-League de la NBA. Otra opción que se ha barajado en las últimas semanas es la de Norvel Pelle, pívot de 25 años y 2,11 metros, de raza negra, con dos años de experiencia en la Lega italiana. Pelle nació en Antigua y Barbuda y se crió en EEUU, por lo que sería comunitario en la ACB.

La lista de pívots ofrecidos en las últimas fechas al Unicaja la verdad es que es casi infinita. Viejos conocidos como Dejan Musli o Alen Omic, el propio Fran Vázquez, fichado recientemente por el Tecnyconta Zaragoza o Zach Auguste (ex Panathinaikos) son algunos de los nombres que ha tenido Carlos Jiménez sobre su mesa y que ha ido descartando por unas u otras razones.

Una opción apuntada también estos últimos días es la de Frank Elegar. El pívot norteamericano, con pasaporte de Islas Vírgenes y Guyana, tiene 31 años, mide 2.08 metros y la pasada temporada jugó en el Lokomotiv Kuban, equipo que fue rival del Herbalife de Luis Casimiro en la segunda competición del baloncesto continental. En la Eurocup promedió 9.9 puntos, 6.2 rebotes, 1 robo y 0.6 tapones para un total de 14.1 de valoración. En los dos partidos ante el Gran Canaria promedió 9 puntos y 7 rebotes.

Pero todo ha desembocado esta semana en una aceleración del club para tratar de incorporar a Mathias Lessort, jugador del Estrella Roja serbio. Francés de 2,06 metros y que cumplirá 23 años en septiembre, Lessort es un pívot de presente y gran futuro. El center galo, drafteado por Philadelphia en 2017, en el puesto 50, firmó el pasado verano tres años con el Estrella Roja, pero al no jugar la Euroliga el equipo rojiblanco de Belgrado, quiere salir del club serbio y Málaga podría ser un buen destino para él, en una Liga importante como la ACB y con un equipo más competitivo que el de la capital serbia.

Con el jugador parece que el acuerdo es total y ahora falta llegar a un entente cordiale con el equipo de Belgrado. Con los demás «deberes» hechos, solo falta la guinda del pívot. Después de dos meses de negociaciones abiertas con varios jugadores, desde Mike Tobey hasta Mathías Lessort, todavía no hay fumata blanca. La última pieza del puzzle está resultando más cara de lo que se esperaba. Con casi un mes todavía para que arranque la pretemporada, no obstante, no hay excesiva prisa. Lo realmente importante es acertar.