Liga Endesa

Unicaja: Mismo balance, sensaciones opuestas

A pesar de que el equipo verde ha firmado los mismos resultados que el año pasado en las 3 primeras jornadas de Liga, la expectativa es muy distinta

El Unicaja y la afición han demostrado estas semanas haber recuperado la comunión en el Martín Carpena, paso muy importante para que el equipo siga creciendo.

El Unicaja y la afición han demostrado estas semanas haber recuperado la comunión en el Martín Carpena, paso muy importante para que el equipo siga creciendo. / Gregorio Marrero

Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

Hay veces en el deporte donde las sensaciones y los resultados de un equipo van por caminos muy diferentes. Y en eso el Unicaja tiene matrícula de honor tanto para bien como para mal. Después de ocupar en las últimas tres temporadas en Liga Endesa el noveno, el undécimo y el duodécimo puesto, era vital comenzar con buen pie esta campaña y, aunque los resultados no estén acompañando demasiado a los cajistas, las sensaciones sí que invitan a ser optimistas. Precisamente, todo lo contrario a lo que vivieron el equipo y la afición hace 12 meses... aunque los números eran, curiosamente, exactamente los mismos que ahora

Hace poco más de un año, el club de Los Guindos arrancó en el Martín Carpena el «nuevo» proyecto de Fotis Katsikaris. Más allá de lo que supuso el regreso de parte de la «Marea Verde», las sensaciones fueron buenas en aquella primera victoria frente al Monbus Obradoiro (91-78). Aunque la felicidad no duró mucho y se desmoronó contra los dos equipos isleños: derrota 87-82 frente al Lenovo Tenerife sin tener ninguna opción en aquel partido y 79-80 ante el Gran Canaria en la que fue la primera derrota cajista por 1 punto de las muchas que vendrían más tarde.

Ahora, tras dos semanas de competición, el balance de los malagueños en Liga es el mismo: 1-2 -derrota 103-89 contra el Baskonia, victoria 70-63 ante el Gran Canaria y 71-76 en la visita del Real Madrid-. Dos equipos de Euroliga y uno de Eurocup. Mismo balance 1-2, sí, pero las sensaciones no se acercan lo más mínimo a las del año pasado.

El Unicaja ha recuperado el gen competitivo, la garra sobre la pista y el carácter. El equipo llegó a ir perdiendo ante los de Jaka Lakovic por 14 puntos, se reenganchó en un tercer cuarto memorable y ganó. Contra los de la capital fue 15 puntos abajo y solo una canasta en el último minuto de Llull pudo certificar la victoria blanca cuando los de Ibon Navarro se habían puesto a dos: 71-73.

La situación ahora es diametralmente opuesta. El equipo lucha durante los 40 minutos, no sufre desconexiones durante largos períodos, defiende, no le pierde la cara al partido... Nada que ver.

El ejemplo más evidente de que las cosas han cambiado es la propia afición. Acudieron al partido frente a los de Chus Mateo 10.602 personas. Siendo el Real Madrid un rival habitual contra el que suele mostrar el Martín Carpena sus mejores galas, el partido del pasado domingo fue el encuentro al que más público asistió en los últimos años. A lo que hay que añadir que la conexión ya es importante.

La buena noticia es que todos estos factores se han ido produciendo cuando el equipo está aún en plena construcción. Los internacionales necesitan hacer ahora su particular pretemporada a contrarreloj y el equipo, ahora que tiene una semana sin partido, necesita entrenar para ir adoptando nuevo sistemas de juego que le permitan mejorar.

El 1-2 en la clasificación es el mismo que el año pasado, pero ni el espíritu que se respira en el club ni en la afición tienen nada que ver. El techo de este Unicaja está por definirse. Ahora necesita que los resultados empiecen a llegar. Las visitas consecutivas a Gerona y Badalona, próximos retos.

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