Limoges, atajo hacia cuartos de final

Hace ahora 23 años, el Unicaja y el Limoges se citaron para jugarse el título de la extinta Copa Korac del 2000. Tras muchos meses picando piedra unos y otros por todo el continente, ambos equipos demostraron que eran los mejores de aquella competición y se colaron en una finalísima a doble partido que ganó el cuadro galo. Aquel Limoges entrenador por Dusko Ivanovic tenía un 5 inicial espectacular, con Sthepane Dumas, Marcus Brown, Yann Bonato, Harper Williams y Fred Weis. Un repóker de jugadores muy top contra el que el Unicaja de Bozidar Maljkovic nada pudo hacer.

Dos décadas después, ambos equipos se vuelven a ver las caras esta noche (20.30 horas), aunque con realidades deportivas muy distintas a las de aquella época. Y es que mientras que el Unicaja sí sueña con volver a luchar por el cetro continental en esta BCL 22/23, el Limoges juega esta competición sin ninguna aspiración más allá de haber llegado a esta segunda fase continental.

La verdad es que estamos ante un partido que puede ser clave para la suerte del grupo. En una liguilla exprés como ésta, de solo seis jornadas, el objetivo es ganar tus tres partidos en casa y sumar un triunfo a domicilio para pasar a la siguiente fase. Si los verdes asaltan esta noche el pabellón galo, se colocarán con 2-0 en la clasificación y buena parte del camino hecho hacia el play off de cuartos. Ojo porque hay mucho en juego en la cancha del Limoges, aunque solo sea la segunda entrega de la liguilla.

La expedición cajista viajó ayer a Francia en vuelo chárter. Según aseguró el propio Ibon Navarro en la previa, Jonathan Barreiro tiene casi imposible jugar por sus molestias físicas. La del alero gallego será la única baja de un Unicaja en estado de éxtasis los últimos partidos.

Los verdes saben que tendrán 40 minutos exigentes en Limoges, pero que si son capaces de imponer su juego rápido, su rebote, su defensa y su talento ofensivo tendrán mucho más fácil la opción de sumar el ansiado triunfo.

El Limoges se coló en esta segunda fase después de superar en el play-in al MHP Riesen alemán, ganando el tercer partido de la eliminatoria en pista germana contra todo pronóstico. Es verdad que la semana pasada, ante el Galatasaray, en la primera jornada de la liguilla, dio una imagen muy pobre, pero es un equipo con 7-8 jugadores de mucha calidad y, sobre todo en su pista, no van a dar ninguna facilidad a sus rivales.

El galo no es un conjunto especialmente triplista, con una media de 20 lanzamientos intentados y 6,7 convertidos. En lo que si destacan es en el juego en las inmediaciones del aro, con un buen 55,6% en lanzamientos de dos. También es un equipo que carga bien el rebote ofensivo, con casi 10 por encuentro. Además, han reforzado su juego interior justo antes de la visita de los malagueños, este mismo lunes hicieron oficial la llegada de Kenny Kadji para suplir la baja de Gavin Schilling, que se va a Turquía.

En la competición europea, el conjunto francés cuenta con hasta cinco jugadores que promedian más de 10 puntos por encuentro. Las principales amenazas individuales son Bryce Jones (15 puntos, 5,3 asistencias, 16,3 de valoración), Nicolas Lang (12,2 puntos, 2,3 rebotes, 2,2 asistencias, 11,3 de valoración), Javontae Hawkings (11,6 puntos) y Jayvon Graves (11,1 puntos, 3 rebotes, 2,9 asistencias).

El Unicaja tiene enamorada a su afición. Desde que acabó el domingo a las 14.45 horas el partido contra el Valencia, se activó ya la cuenta atrás a la espera del siguiente partido de los verdes. Pues esta vez no ha habido mucho que esperar. Desde las 20.30 horas, Limoges-Unicaja. Partidazo.